La actinobacilosis o lengua de madera forma parte de un grupo de enfermedades que afectan a la cavidad oral (estomatitis). No es una patología mortal, pero sí ocasiona complicaciones a la hora de ingerir la ración y pérdidas a nivel productivo.
El agente etiológico de la actinobacilosis es Actinobacillus lignieresii. No sobrevive más de 5 días entre el heno o la paja.
Se trata de pequeños bacilos inmóviles, no formadores de esporas y que pueden sobrevivir tanto en ambientes aerobios como en anaerobios (anaerobios facultativos). Son parte de la flora normal del tracto respiratorio, digestivo y genital.
Son bacterias pleomorfas GRAM – que pueden aparecer con distintas organizaciones (cocobacilos, bastones filamentosos largos…).
La distribución de la enfermedad es mundial, y se presenta esporádicamente. Genera lesiones en la mucosa oral o en la piel que se contamina con la bacteria, creando una infección en los tejidos blandos que se caracteriza por una celulitis inicial que evoluciona a una infección piogranulomatosa (se puede confundir con una neoplasia o con la actinomicosis).
También pueden aparecer granulomas en el esófago o preestómagos.
SIGNOS CLÍNICOS y PATOGENIA
La enfermedad se manifiesta al principio con sialorrea e incapacidad de ingerir el alimento de manera adecuada. A medida que avanza, la lengua se ve más afectada, aumenta de tamaño, se vuelve dura e inmóvil y sobresale fuera de la cavidad oral. Pueden llegar a ulcerarse o surgir nódulos.
En las infecciones agudas cursa con fiebre. Se pueden observar los conductos salivales dilatados ventralmente a la lengua.
Para que A.lignieresii se introduzca en el organismo, es necesaria la ruptura de la integridad de la cubierta celular del tubo digestivo. Esta ruptura se produce al consumir alimentos gruesos, duros o fibrosos.
Tras el engrosamiento de la lengua, se desarrollan abscesos, que se rompen y forman un granuloma ulcerado y fistulizado, supurante y de fácil sangrado.
En los animales con lengua de madera crónica, se forman masas piogranulomatosas y fibrosis. Estos son elevados, de color rojo y de consistencia de carnosa a dura. Contiene gránulos de azufre.
DIAGNÓSTICO y TRATAMIENTO
El diagnóstico diferencial podría ser el siguiente:
- Dermatitis nodulosa.
- Tuberculosis.
- Neoplasias.
- Actinomicosis.
- Botriomicosis.
- Granuloma parasitario o cuerpo extraño.
El diagnóstico se realiza mediante cultivo celular y aislamiento de la bacteria causante de las lesiones granulomatosas. Se recoge la muestra por aspiración de las lesiones cerradas, y se transporta al laboratorio en frío.
El tratamiento es a base de yoduro sódico intravenoso (muy irritante). La dosis es de 30g/ 450 kg de PV. Se repite a intervalos de 2-3 días.
Finalizaremos el tratamiento cuando veamos los siguientes signos: lagrimeo, secreción nasal seromucoide, piel con escamas-caspa en la cara y cuello del ganado (signos del yodo). También pueden usarse complementariamente antibióticos como la tetraciclina, ampicilina o estreptomicina.
Fuente: «Actinomicosis y actinobacilosis», MVZ Filemón Cruz Ceballos, Universidad Nacional Autónoma de México-Fac.MVZ.