En el contexto internacional, Mycoplasma bovis (M. bovis) está considerado uno de los agentes patógenos más importantes asociados al Complejo Respiratorio Bovino (CRB), sin menospreciar su importancia como agente productor de mamitis y de otras manifestaciones clínicas asociadas a la infección como son las artritis o las otitis. |
Los datos actuales constatan un importante incremento en su presentación e importancia en todo el mundo y muestran que la infección por M. bovis no solo se está convirtiendo en una prioridad sanitaria y un factor limitante para la rentabilidad de las explotaciones (Dudek et al. 2020) sino que sugieren que, a pesar de su elevada difusión, sigue extendiéndose geográficamente, produciéndose en los últimos años su entrada en países considerados libres como Finlandia o Nueva Zelanda (Ministry for Primary Industries, 2017; Haapala et al., 2018; Vähänikkilä et al., 2019).
En los cebaderos, M. bovis participa junto a otros agentes infecciosos víricos y bacterianos en el CRB, generando pérdidas difícilmente estimables en muchos de los lotes afectados (Maunsell et al., 2011; Cirone et al., 2019).
Luchar contra este tipo de agentes es muy complejo debido a los mecanismos de los que hacen gala, ya que se caracterizan por su:
El carácter multifactorial del CRB y la influencia de múltiples factores externos se ve reflejado en la diversidad de situaciones clínico-epidemiológicas que pueden observarse en los terneros infectados por M. bovis (Nicholas et al., 2003; Pérez-Casal, 2020) o la eficacia variable de los escasos mecanismos de control que pueden utilizarse en la lucha frente a este agente patógeno, más allá del empleo generalizado de antimicrobianos que, en muchos casos, resulta del todo ineficaz.
En el mejor de los casos, si el tratamiento y las medidas correctoras resultan eficaces, la presencia de M. bovis redunda en pérdidas asociadas al retraso en la ganancia de peso, mientras que, si los tratamientos son ineficaces, el destino final de la mayor parte de los animales con neumonía crónica es el sacrificio, al ser individuos irrecuperables (Maunsell et al., 2011).
¿QUE SABEMOS DE LA INFECCIÓN POR MYCOPLASMA BOVIS EN ESPAÑA?
Los resultados obtenidos en los últimos años han evidenciado la elevada difusión de la infección en España, estando M. bovis presente tanto en los rebaños de aptitud láctea como en los colectivos de aptitud cárnica, con un especial impacto en los cebaderos (García-Galán et al., 2020; García-Galán et al., 2021).
En esta última fase de la producción cárnica, es notable la influencia del movimiento de animales sin control sanitario en referencia a esta patología entre las diferentes zonas y rebaños.
En este sentido,