Una línea de investigación llevada a cabo por el Seprona (Servicio de Protección de la Naturaleza) de la Guardia Civil ha conducido a la desarticulación de una operación de comercio ilegal de ganado vacuno.
La investigación de la operación comenzó en Gijón, tras encontrar en un maletero varios crotales que parecían nuevos pero que presentaban muescas, haciendo pensar que habían sido utilizados anteriormente.
¿Cómo operaba la organización?
- Los implicados retiraban el crotal legalmente asignado a un ternero fallecido y no notificaban la muerte del animal.
- Guardaban el crotal del animal fallecido y se colocaba a otro ternero –comprado a un precio inferior– cuando llegaba a la edad de sacrificio.
El origen estos terneros era desconocido, pudiendo proceder de explotaciones fuera de España, sin que se pudiera garantizar el cumplimiento de la normativa en materia de Sanidad Animal.
Además, gracias a los terneros que habían fallecidos se obtenían importantes subvenciones según el número de cabezas, condiciones de cría, raza, etc.
Esta operación contra el comercio ilegal ha permitido a la organización facturar 2 millones de euros –sin que se pudiera comprobar el origen real de los animales destinados a sacrificio–:
- Solo pagaban el coste del ternero.
- Los animales no habían sido sometidos a los controles veterinarios obligatorios.
- No pagaban los costes de mantenimiento.
- Se acogían a las subvenciones de forma fraudulenta.
A pesar de las irregularidades encontradas en hasta 200 casos, todas las reses que llegaron a la cadena de consumo humano habían pasado los controles sanitarios obligatorios en el matadero.
Los ganaderos detenidos, que actuaban en Asturias, Cantabria, Andalucía, Castilla y León, Aragón, Galicia y Extremadura, están acusados de estafa, contrabando, falsedad documental y organización criminal.
Granjas «Virtuales»
Como parte del fraude, se habían creado explotaciones virtuales que simulaban tener cientos de cabezas de ganado en un espacio físico que no podría abarcar la cantidad de animales declarados.
Se llegó a investigar el movimiento virtual de 100.000 cabezas, sin que se llegara a producirse dicho movimiento.
Los crotales, que constituyen un «documento de identidad», incluyen un número y clave únicos, acompañando al animal hasta su muerte. Son una garantía de Trazabilidad, ya que sirven para llevar un control sobre todos los registros correspondientes al animal y para conocer las circunstancias de cría del animal a lo largo de toda su vida.
Fuente: Efeagro