En la compleja ecuación de la salud animal y la eficiencia productiva, pocos desafíos proyectan una sombra tan larga como la Enfermedad Respiratoria Bovina (ERB).
Esta persistencia no se debe a la falta de esfuerzos, sino a la propia complejidad de la enfermedad.
La ERB no es una sola patología, sino un síndrome multifactorial —una convergencia de patógenos, condiciones ambientales, decisiones de manejo y dinámica inmunológica—.
COMPRENDIENDO EL COMPLEJO RESPIRATORIO BOVINO
La ERB es el resultado clínico de un proceso en múltiples etapas.
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Estos patógenos dañan el epitelio respiratorio y suprimen la inmunidad, dejando a los animales vulnerables. |
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Las lesiones pulmonares resultantes dificultan el intercambio gaseoso y reducen el apetito y el equilibrio energético, desencadenando un declive en el bienestar y rendimiento del animal. |
Estos patógenos son necesarios, pero no determinantes, estando la mayoría de ellos presentes de forma endémica en el rebaño.
IMPACTO ECONÓMICO: PÉRDIDAS VISIBLES Y OCULTAS
El coste económico de la ERB va mucho más allá de la mortalidad o los tratamientos, ya que la enfermedad subclínica —aquella sin síntomas evidentes— es una fuente de pérdida especialmente insidiosa.
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Los terneros afectados por ERB pueden ganar hasta 16 kg menos al destete y los costes de tratamiento pueden superar los 25 € por animal durante la recría.
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INMUNIDAD EN TERNEROS: UNA VULNERABILIDAD INHERENTE
Un factor decisivo en la susceptibilidad a la ERB es el estado del sistema inmunitario del ternero, que nace inmunológicamente inmaduro debido a que la placenta bovina impide la transferencia de anticuerpos durante la gestación.
El fallo en la transferencia pasiva (FTP), definido como niveles séricos de IgG <10 g/L en las primeras 24–48 horas, aumenta significativamente el riesgo de ERB (los terneros son 3-9,5 veces más propensos a enfermar).
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Reducir el riesgo de ERB exige una administración precisa del calostro en cantidad y calidad.
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AMBIENTE Y ESTRÉS: DESENCADENANTES IMPORTANTES
Numerosos estudios han confirmado que la ERB suele aparecer tras situaciones de estrés.
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El transporte, el destete o los cambios bruscos en el clima o en el grupo social desencadenan respuestas fisiológicas que suprimen la inmunidad y favorecen el desarrollo de la enfermedad. Entre los factores de riesgo ambientales y de manejo se incluyen:
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Incluso en terneros vacunados, los controles ambientales inadecuados pueden disparar brotes.
NUTRICIÓN: EL COMBUSTIBLE DEL SISTEMA INMUNITARIO
La estrategia nutricional no solo influye en el crecimiento, sino que también contribuye a que el sistema inmunitario esté preparado frente a los desafíos.
Durante los periodos de estrés, las necesidades nutricionales pueden duplicarse, por lo que la suplementación estratégica resulta fundamental.
VACUNACIÓN: EFICACIA Y LIMITACIONES
Las vacunas contra la ERB son indispensables, pero no infalibles, dependiendo su efectividad de múltiples factores:
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Los objetivos vacunales virales y bacterianos más comunes son:
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ANTIMICROBIANOS: UN NUEVO PARADIGMA DE USO RESPONSABLE
Durante años, la medicación masiva fue la estrategia predominante para controlar la ERB en lotes de alto riesgo. Funciona, pero también está bajo el escrutinio creciente de reguladores y consumidores.
Los cambios regulatorios, especialmente en la UE, buscan restringir el uso profiláctico de antibióticos y fomentar estrategias basadas en evidencias, es decir:
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ECOGRAFÍA TORÁCICA: DEL DIAGNÓSTICO A LA GESTIÓN PREDICTIVA
Los métodos tradicionales para diagnosticar ERB —evaluaciones clínicas visuales— suelen, en algunos casos, ser subjetivos y tardíos. En contraste, la ecografía torácica permite detectar lesiones pulmonares antes de que aparezcan los signos clínicos, con mayor precisión y especificidad.
En este mismo estudio, la ecografía fue más efectiva que las puntuaciones clínicas rutinarias y permitió tratamientos tempranos y dirigidos, reduciendo el uso innecesario de antibióticos.
Escalas de puntuación comúnmente usadas:
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La ecografía torácica no solo mejora la detección: transforma la forma en que se conceptualiza la salud pulmonar. |
LUNGLIFE: PREVENCIÓN DE INFECCIONES DEL SISTEMA RESPIRATORIO
LungLife es una formulación basada en extractos vegetales con diversos mecanismos de acción, diseñada para apoyar la salud del sistema respiratorio.
ESTUDIOS ECOGRÁFICOS: EXPLORACIÓN ECOGRÁFICA PULMONAR EN TERNEROS LACTANTES
Se han realizado tres estudios con el objetivo de evaluar la eficacia de la utilización de LungLife en la incidencia de lesiones en pleura y parénquima pulmonar y en los tratamientos individuales para enfermedades respiratorias en terneros mamones durante la fase de lactación.
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Para ello, se realizaron ecografías del costado derecho de todos los animales (2 ecografías/animal – el día de entrada y a los 24 días), siguiendo la puntuación previamente presentada.
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Todos los animales recibieron los tratamientos habituales de la granja (Figura 1) y el producto LungLife fue administrado vía leche en una razón de 6 ml/animal.
Resultados del Estudio 1 (96 frisones franceses con peso inicial 63,8 kg) 
El porcentaje de animales al inicio del ensayo fue similar en ambos grupos. Sin embargo, al final del ensayo, el grupo LungLife tenía un 10 % más de animales sanos que el grupo de control (64 % vs. 54 %) (Gráfica 1).
Aunque al principio el grupo LungLife tenía más animales puntuados con lesiones severas, al día 24 el grupo LungLife tenía un 8 % menos de animales con lesiones severas que el control (Gráfica 2).
El grupo LungLife también registró un menor número de tratamientos individuales en comparación con el grupo control.
Resultados del Estudio 2 (108 frisones franceses con peso inicial 56 kg -LungLife- y 65 kg -control)
Al inicio del estudio, el grupo LungLife presentaba un menor porcentaje de animales sanos (73,8 % frente a 90,1 %). Sin embargo, al día 24, este grupo superó al control con un 1,6 % más de animales sanos (Gráfica 3).
Los animales del grupo LungLife iniciaron el estudio con menor peso y peor estado pulmonar (mayor proporción de lesiones graves). Sin embargo, al finalizar el ensayo, presentaban un 7 % menos de animales con lesión grave que el grupo control, lo que indica una mejora en sus condiciones pulmonares (Gráfica 4).
Resultados del Estudio 3 (120 frisones irlandeses con peso inicial 66 kg)
A pesar de que el porcentaje de animales sanos al día 0 era inferior en el grupo LungLife, al finalizar el ensayo este grupo presentaba un 30 % más de animales sanos que el grupo control (73 % vs. 43 %) (Gráfica 5).
Aunque los animales del grupo control comenzaron con un menor porcentaje de lesiones graves, su situación empeoró al final del ensayo, superando en 8 % al grupo LungLife. En cambio, los animales del grupo LungLife mantuvieron el mismo nivel de lesiones graves que al día 0 (Gráfica 6).
También se redujo el número de tratamientos individuales en el grupo LungLife en comparación con el grupo control (Tabla 2).
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Los estudios ecográficos realizados en terneros lactantes sugieren que la suplementación con LungLife:
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CONCLUSIONES
Superar la ERB no exige inventar nuevas vacunas o antibióticos, sino que requiere diseñar mejor los sistemas.
Invertir en inmunidad, reducir el estrés, usar datos para anticiparse y alinear todos los recursos para proteger a un animal que, en sus primeras semanas, depende completamente de nuestras decisiones.
Cuando diseñamos sistemas que reducen el riesgo en lugar de solo responder al daño, no solo controlamos la ERB. Empezamos a dejarla atrás.
