Entrevistamos a Francisco Crespo Ramos, Técnico Veterinario responsable del Área de Servicios al Ganadero del Consorcio de Promoción del Ovino, la mayor cooperativa del sector ovino de leche en Europa, ubicada en Villalpando, Zamora. Entre sus principales actividades se encuentra la comercialización, industrialización, transformación y distribución de leche de ganado ovino. En el Consorcio de Promoción del Ovino se genera el 10% de la leche de oveja producida en España, y más del 20% de la producción total de Castilla y León.
- ¿Cuáles son los objetivos del Consorcio de Promoción del Ovino y su papel como responsable del Área de Servicios al Ganadero?
Los objetivos los definen los estatutos de la cooperativa, como el desarrollo de los fines económicos comunes de sus socios, tratando de reforzar e integrar su actividad económica. Para ello, la cooperativa desarrolla actividades de comercialización, industrialización y distribución de la carne y la leche procedente de las explotaciones de los socios. Este año ha dado un paso más con la puesta en marcha de una industria láctea que le permitirá abordar también la transformación de la leche.
El papel del Área de Servicios en este objetivo es fundamental, ya que nuestra actuación y asesoría está centrada en optimizar las producciones de nuestros socios trabajando aspectos como sanidad, alimentación, reproducción, mejora genética y gestión de sus explotaciones.
Por otra parte, el compromiso con la calidad de los productos que se comercializan siempre ha sido piedra angular del proyecto del Consorcio, y ahí nuestro trabajo es y ha sido fundamental.
Además de la alimentación, que tiene su área de trabajo propia, para nosotros es fundamental la calidad de leche, sanidad animal, reproducción, mejora genética y gestión, y nuestro objetivo es mejorar y adaptar el servicio a las necesidades futuras de las explotaciones. Para ello estamos definiendo planes de trabajo específicos para cada una de estas unidades y mi trabajo como responsable del Área consiste en liderar y coordinar al equipo para este fin.
- ¿Cómo se encuentra el sector del ovino de leche actualmente en Castilla y León? ¿Es equiparable a nivel nacional?
En base a las declaraciones de entregas de leche del FEGA, vemos que hemos pasado de algo más de 4.160 productores de leche de oveja en 2016 en toda España, a escasamente 3.500 en el año 2019.
Esto supone la desaparición de más de un 15% en las últimas cuatro campañas.
El volumen total de leche, por el contrario, se ha mantenido con ligeros crecimientos hasta 2018, gracias a un incremento de la leche por productor, que ha pasado de unas 120 t en 2016 a casi 145 t en 2019. Según los datos del Ministerio, el censo de reproductoras de leche se ha mantenido en torno a 2.200.000 hembras.
La situación en Castilla y León es exactamente igual: se está produciendo una reconversión del sector en el que observamos unidades productivas cada vez mayores debido a un incremento de los censos de las explotaciones. Esta evolución, que ya se venía observando anteriormente, se ha agudizado debido a una caída del precio del litro de leche, desde los 0,995 € en 2015 a los 0,816 € en 2018, según datos del FEGA, que ha forzado el abandono de las explotaciones menos competitivas.
Esta coyuntura de precios ha tenido otra repercusión importantísima en las explotaciones más competitivas: la reducción de inversiones imprescindibles para mejorar la eficiencia de la mano de obra.
Es de esperar que, si unimos la falta de relevo generacional, la dificultad para conseguir mano de obra y los escasos márgenes con la consiguiente falta de inversión en las instalaciones, esta tendencia se mantendrá o aumentará en los próximos años, lo que tendrá como consecuencia una disminución de la producción total en España.
- ¿Y respecto al ovino de carne?
La producción de carne es una actividad complementaria para nuestros socios, que están fundamentalmente orientados a la producción de leche, aunque contamos con alguna explotación que solo comercializa carne. En cualquier caso, el producto que sale de las explotaciones de nuestros socios y que comercializamos es el lechazo, producto de escaso consumo en hogares y ligado más a celebraciones.
Según el Ministerio de Agricultura, la situación del consumo interior no es muy halagüeña: el consumo per cápita de carne de ovino en España ha pasado de casi 5 kg en 2006 a 2 kg en 2018; en hogares, la línea descendente es continua, de 2,7 kg per cápita en 2006 a 1,3 kg en 2018. En estas circunstancias, el crecimiento de la exportación es lo que sostiene esta actividad, y más concretamente la exportación a terceros países.
En mi opinión, a la vista de estos datos, las explotaciones de leche deben reorientar a corto plazo sus producciones, iniciando la actividad del cebo de al menos una parte de los corderos, para llevar al mercado el producto que demandan esos terceros países, que es un cordero con más kilos de canal.
- ¿Qué requisitos debe cumplir un cordero para ser “Lechazo de Castilla y León”?
Hay dos categorías, por una parte, los lechazos de razas autóctona Churra, Castellana y Ojalada amparados por la figura de calidad I.G.P. Lechazo de Castilla y León, y por otra, lechazos de otras razas pertenecientes a agrupaciones de productores de Castilla y León amparados por algún pliego de etiquetado facultativo autorizado que cumpla las condiciones establecidas en el 2011 por la Dirección General de Recursos Agrícolas y Ganaderos.
En ambos casos, se trata de lechazos nacidos, criados y sacrificados en Castilla y León, que no superan los 7 kg de peso de canal y que cumplen unos exigentes requisitos de calidad.
En el año 2019, la cooperativa comercializó 125.500 lechazos, de los cuales 15.000 fueron calificados como I.G.P. y otros 80.000 “Lechazo de Castilla y León”.
- ¿Cuáles son las ventajas de la leche de oveja?
La leche de oveja es fuente de proteínas (caseínas, α-lactalbúmina, β-lactoglobulina y proteínas antibacterianas como lactoferrina o inmunoglobulinas), minerales (calcio, magnesio, zinc y fosfatos), vitaminas (B1, B2, B12, retinol, folato, niacina, vitamina D, A y C), ácidos grasos y aminoácidos esenciales; en una proporción muy superior a la que presentan las leches de vaca y de cabra e, incluso, a la de la leche materna.
También es rica en ácidos grasos anticancerígenos e insaturados, y es la principal fuente natural de ácido linoleico conjugado, con numerosos efectos beneficiosos para el organismo. Su contenido en colesterol y su índice de aterogenicidad es bajo, similar al de la leche de vaca, por lo que su ingestión no conlleva riesgo adicional de hipercolesterolemia ni riesgo cardiovascular.
Adicionalmente, la leche y, particularmente, el queso de oveja, puede utilizarse como sustituto en caso de problemas de intolerancia y alergia a la leche de vaca, como protector gástrico y como preventivo frente al insomnio.
En consecuencia, la leche y el queso de oveja se revelan como unos alimentos completos y de extraordinario valor nutritivo.
- ¿Cómo se está gestionando el bienestar animal y el uso responsable de antibióticos en el sector ovino?
El bienestar animal es consustancial a la producción animal, siendo uno de los pilares de los sistemas de producción eficientes y sostenibles. Sin bienestar no hay producción. Se cuida especialmente el estado sanitario de los animales y su correcta alimentación en función de su estado fisiológico. Las explotaciones se han ido dotando de instalaciones que garantizan la comodidad de los animales, bien ventiladas y con el espacio necesario, con el acceso a agua y comida adecuados, y evitando, en la medida de lo posible, factores estresantes como temperaturas extremas o ruidos.
Por otra parte, nos enfrentamos a una sociedad con un profundo desconocimiento del medio rural, y a un mensaje lanzado desde ciertos colectivos que asocia producción y maltrato animal. Esta circunstancia nos obliga a comunicar a nuestros potenciales consumidores que esto es rotundamente falso y, por ello, trabajamos en el desarrollo de un etiquetado que nos permita certificar que nuestros productos se obtienen garantizando el bienestar animal.
El uso responsable de antibióticos fue siempre uno de los objetivos prioritarios: en 2004 el Consorcio de Promoción del Ovino firmó un convenio de colaboración con el Departamento de Producción Animal de la Facultad de Veterinaria de León para la mejora de la calidad de la leche.
El impacto de este programa ha sido muy positivo viendo los resultados obtenidos: en el año 2004, las muestras de leche positivas a inhibidores era de un 1,35%, y ese porcentaje no ha dejado de bajar hasta 0,024% el año 2019.
- ¿Qué proyectos desarrollados por el Consorcio destacaría a nivel de I+D+i?
En el año 2003, se firmó un convenio marco con el Departamento de Producción Animal de la Facultad de Veterinaria de León que sigue vigente, y es dirigido por el prestigioso investigador Carlos Gonzalo Abascal. Esta colaboración ha dado como fruto múltiples publicaciones sobre calidad y seguridad alimentaria de la leche de oveja que se han puesto a disposición del sector en el Libro Blanco editado por la cooperativa.