Impacto del estrés por calor y el enfriamiento en la eficiencia alimentaria de granjas lecheras en climas cálidos
Escrito por: Israel Flamenbaum Ph. D. - Cow Cooling Solutions, Ltd, Israel
israflam@inter.net.il
www.cool-cows.com
En las últimas décadas se ha publicado mucha información sobre el efecto negativo del estrés por calor estival en las características productivas y reproductivas de las vacas de alto rendimiento.
Sin embargo, existe información muy limitada sobre el efecto del estrés por calor en la eficiencia alimentaria de las vacas (estimada en términos de relación alimento/leche).
Comprender plenamente las pérdidas económicas derivadas del estrés por calor es clave tener una visión clara del impacto real en los ingresos, lo que es un claro incentivo para invertir en las instalaciones y el correcto funcionamiento de los sistemas de mitigación del calor en las granjas.
IMPACTO DEL ESTRÉS POR CALOR EN EL RENDIMIENTO Y EFICIENCIA ALIMENTICIA DE LAS VACAS LECHERAS
Una publicación de la NRC a principios de los años ochenta mostró que, en comparación con las vacas en condiciones normales, los requisitos de energía para el mantenimiento de las vacas en ordeño:
Aumentan en un 20% cuando se exponen a temperaturas ambientales de 30 °C. Aumentan en un 35% para aquellas expuestas a temperaturas a partir de 40 °C.
Los requerimientos de energía de las vacas de alto rendimiento que ingieren dietas de mantenimiento expuestas a condiciones de estrés por calor aumentarán en un 5-10% en comparación con vacas mantenidas en condiciones térmicas normales.
Estudios llevados a cabo en las instalaciones de una granja experimental estadounidense (USDA) revelaron que la relación alimento-leche era un 10% más alta en las vacas que parían en verano, en comparación con las que parían en invierno.
El contenido energético de la leche representó solo el 60% de la energía consumida por las vacas en condiciones normales, pero disminuyó al 35% cuando estuvieron expuestas durante dos semanas a estrés térmico en condiciones climáticas a 32 °C.
En una encuesta a gran escala realizada en 13 granjas lecheras comerciales en Alabama, las vacas produjeron 1,4 kg de leche/kg de materia seca (MS) consumido en los meses de invierno, mientras que, en los meses de verano, esta producción descendió a 1,3 kg de leche/kg MS, lo que representa una pérdida del 5% de eficiencia alimenticia.
Por su parte, investigadores de la Universidad de Arizona publicaron un estudio realizado en sus nuevas cámaras climáticas ubicadas en Tucson donde las vacas de alto rendimiento mantenidas en condiciones climáticas normales y con una ingesta de alimento igualada a la de vacas expuestas a calor mostraron una disminución en la producción que fue solo la mitad de la registrada en las vacas sometidas a estrés por calor (⇓30% en vacas sometidas a estrés por calor frente a⇓15% en vacas con restricción alimenticia y mantenida en condiciones climáticas normales).
La caída en el consumo de alimento de las vacas sometidas a estrés por calor solo explica la mitad de la disminución en la producción de leche, lo que implica que
la mitad restante se puede atribuir al hecho de que parte de la energía consumida se destina a la activación de mecanismos para disipar el calor, así como a otros cambios metabólicos en el sistema digestivo de la vaca. En otras palabras, el estrés por calor se traduce en “ineficiencia nutricional”. Haciendo uso del mismo protocolo experimental, llevamos a cabo hace unos años en Israel, una investigación en las instalaciones de la granja lechera experimental del ministerio de agricultura. Dos grupos de 21 vacas lecheras de alto rendimiento con un promedio de 45 kg de leche/día fueron alimentados ad libitum, una ración TMR (proporcionada en cajas de alimentación individuales pesadas diariamente) y ordeñadas 3 veces al día. Todas las vacas fueron enfriadas intensivamente mediante una combinación de rociadores y ventilación forzada durante 6 horas acumulativas/día en 8 “sesiones de enfriamiento”. A mediados del verano: El tratamiento de enfriamiento se detuvo gradualmente en uno de los grupos. El suministro de alimento a las vacas del otro grupo, donde continuó el enfriamiento, se equiparó al consumido por las vacas privadas de enfriamiento y con estrés por calor. Al igual que en el estudio en Arizona, la disminución del 20% en el consumo...
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