La Enfermedad Hemorrágica Epizoótica (EHE), que afecta principalmente a ciervos y también a bovinos, ha dado el salto a Francia con la detección de tres focos en la frontera con la península mientras que en España se han declarado una veintena de focos nuevos
Los tres focos corresponden a bovinos en otras tantas explotaciones situadas en los departamentos de los Pirineos Atlánticos (con capital en Pau) y de los Altos Pirineos (Tarbes), explicó este jueves en un comunicado el Ministerio de Agricultura, que ha puesto en marcha medidas de gestión de la enfermedad.
La presencia del virus de la EHE, una enfermedad viral que afecta a rumiantes de la fauna salvaje (sobre todo ciervos) y domésticos (en particular bovinos) ha sido confirmada por el laboratorio francés de referencia en sanidad animal de Maisons Alfort, a las afueras de París.
Y más en concreto, precisó que en la península ibérica se ha puesto en evidencia el avance de la enfermedad entre la fauna salvaje y en las granjas del sur hacia el norte y el este, de forma que “los últimos casos censados por las autoridades españolas a finales de agosto se situaban a menos de 100 kilómetros de la frontera francesa”.
El Ministerio subrayó que, en virtud de la reglamentación europea, es una enfermedad de “declaración obligatoria” y que los países afectados tienen que instaurar “medidas de vigilancia para seguir la evolución”.
Sí que sigue siendo posible trasladar el ganado a otro país miembro para su sacrificio.
El Ministerio de Agricultura indicó que trabaja con las organizaciones del sector ganadero para “facilitar la cobertura de los flujos comerciales hacia otros países miembros y hacia países terceros que quieran mantener sus aprovisionamientos procedentes de Francia”.
Mientras tanto en España el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación ha confirmado 23 nuevos casos de enfermedad hemorrágica epizoótica (EHE) en los últimos 10 días, 20 de ellos en explotaciones de bovino y los tres restantes en ciervos silvestres.
Además, los tres casos en ciervos silvestres se han detectado en las comarcas de Baix Maestrat – Sant Mateu (provincia de Castellón); en Villacastín (Segovia) y Santander (Cantabria).
Así, se mantienen restringidos los movimientos procedentes de explotaciones ubicadas en todo el territorio peninsular, excepto en las provincias de Barcelona y Gerona.