Tras el parto, la vaca experimenta un descenso de la capacidad de respuesta del sistema inmunitario con lo que tiene más riesgo a padecer diferentes enfermedades, entre ellas, la metritis.
La metritis se suele producir en los 10 días posteriores al parto, siendo más frecuente durante la primera semana.
Se caracteriza por una descarga vaginal marrón-rojiza maloliente (Sheldon et al., 2006), pero también puede ir acompañada de otros síntomas:
La incidencia varía en función de la explotación, pero puede situarse entre un 10% y un 20% en las granjas de vacuno lechero.
Según el grado de severidad, Sheldon clasificó la enfermedad en 3 grados (Sheldon et al, 2019):
ETIOLOGÍA DE LA METRITIS
Durante el parto, las barreras físicas como vagina, vestíbulo y cérvix se abren, exponiendo el útero a infecciones.
La retención de placenta