México está sufriendo una de las peores sequías de los últimos años, afectando a casi el 84% del país.
A pesar de la transformación agrícola, las estimaciones para este año son de una caída de la producción, un aumento de la importación de productos y, consecuentemente, una subida de los precios.
Las 201 presas del país tienen unas reservas actualmente con el 46,4% de su capacidad total; además, 7 de los 32 estados del país concentran 16 reservas con agua para uso agrícola, y están a solo a un 33,1% de la capacidad.
Estos datos suponen una bajada del 55% en comparación con el año anterior.
El director del GMCA, Juan Carlos Anaya señaló que La Niña influirá en la baja producción por falta de lluvias este año.
Comentó: «En Sudamérica La Niña afectó a Brasil y Argentina con menor producción, se prevén en Estados Unidos fuertes sequías para mayo y en México advertimos ya esa situación».
Esta sequía afectará a la producción de granos básicos, a la caña de azúcar y a otros productos agrícolas.
Los ganaderos han notificado ya muertes de vacas por hambre, como ya ocurrió en 1996 y en 2011; si no llueve, los ganaderos no pueden plantar forrajes y deben buscar alternativas.
Según Blanca Jiménez, directora de Conagua: “el almacenamiento de las represas más importantes del país se vio afectado; una sequía en un desierto es normal y no es un problema pero una sequía en zonas altamente pobladas o agrícolas es preocupante”.
Fuente: contextoganadero.com