Las infecciones intramamarias subclínicas asociadas a Streptococcus agalactiae y Staphylococcus aureus suponen un importante problema en los rebaños de vacuno lechero, ya que ocasionan una reducción de la calidad y la cantidad de leche y tienen importantes repercusiones económicas, diagnósticas y sobre la salud pública.
El control de la mamitis bovina ocasionada por Streptococcus agalactiae y Staphylococcus aureus depende, en gran medida, de la prevención de nuevas infecciones dentro y entre los rebaños mediante unas correctas medidas de bioseguridad, siendo importante tener en cuenta que la transmisión de estos patógenos se produce principalmente durante el ordeño.
Las prácticas de higiene durante el ordeño y la limpieza del pezón en los sistemas de ordeño automatizados difieren sistemas de ordeño convencionales, con un mayor número de vacas por unidad de ordeño y sin contacto con las manos del personal.
Existen diferencias en la prevalencia de Streptococcus agalactiae y Staphylococcus aureus aislados a partir de la leche y de la piel del pezón al comparar el sistema automatizado y el convencional.
Ambas bacterias son reconocidas como patógenos contagiosos causantes de mastitis, siendo importante tener en cuenta la existencia de reservorios ambientales.
Así, a pesar de que Streptococcus agalactiae se había considerado como un patógeno intramamario, se ha aislado a partir de la piel del pezón y otras zonas de la vaca (recto y vagina) y de la nave (bebederos, robots de ordeño y cubículos).
El ciclo de transmisión fecal-oral podría perpetuar y amplificar la presencia de Streptococcus agalactiae en los rebaños lecheros.
Esto, unido al hecho de la existencia de reservorios ambientales de estos patógenos, podría explicar por qué Staphylococcus aureus sigue siendo un problema y por qué ha habido una reemergencia de Streptococcus agalactiae coincidiendo con el incremento del número de granjas que emplean sistemas de ordeño automatizado.
Patrones de colonización de la ubre
La piel del pezón de las vacas podría ser un importante reservorio de patógenos contagiosos causantes de mastitis, ya que la presencia de bacterias en esta superficie se asocia a infecciones intramamarias subclínicas en el mismo cuarterón.
Asimismo, también se han aislado estas bacterias en cuarterones sin infección subclínica, lo que implica que la colonización y/o contaminación de la piel del pezón a partir de fuentes distintas a la leche del mismo cuarterón es muy posible.
Para conocer más a fondo los patrones de colonización de la ubre, se tomaron muestras de leche y de la superficie cutánea del pezón de 1.142 cuarterones de 300 vacas con mastitis subclínica en 8 rebaños positivos a Streptococcus agalactiae, detectándose:
- Staphylococcus aureus en el 8,1% de las muestras de leche y en el 6,6% de las muestras cutáneas, con un 1,3% de los cuarterones positivos, tanto para las muestras de leche como las de piel. Streptococcus agalactiae en el 7,4% de las muestras de leche y en el 0,35% de las muestras cutáneas, con un 0,26% de los cuarterones positivos, tanto para las muestras de leche como las de piel. El control de Staphylococcus aureus y, especialmente, el de Streptococcus agalactiae en las granjas lecheras de gran tamaño sin tomar en consideración los reservorios ambientales podría suponer el fracaso de la estrategia de control y erradicación. El reto del diagnóstico precoz La monitorización del estatus sanitario de la ubre es imposible si no se cuenta con métodos de diagnóstico fiables y asequibles. Por ello, las pruebas de diagnóstico precoz específicas de patógenos relacionados con la mastitis subclínica son cruciales para poder instaurar el tratamiento adecuado o separar a los animales infectados, pudiendo así adoptar medidas para reducir el riego de nuevas infecciones dentro del rebaño, así como su transmisión a otros. Entre las técnicas disponibles actualmente para la detección precoz de las mastitis, destaca el cultivo microbiológico, la PCR y, más recientemente, la técnica MALDI-TOF. ¿En qué consisten estas técnicas y qué...