Desde julio de 2023, ha habido una expansión masiva de la enfermedad por, prácticamente, toda la península ibérica, llegando también a Francia.
Hasta la actualidad, las medidas de control de la enfermedad han sido muy complejas debido a la ausencia de una vacuna frente al serotipo del virus de la EHE que circula en España.
ENFERMEDADES EMERGENTES
Una enfermedad emergente es aquella que aparece por primera vez en una población determinada o que es causada por un patógeno nuevo. Entre los factores más importantes en la aparición y diseminación de enfermedades emergentes se encuentran:
LA ENFERMEDAD HEMORRÁGICA EPIZOÓTICA (EHE)
Los bovinos y los cérvidos son los más susceptibles a la infección y a la enfermedad, que puede cursar de forma clínica (con gravedad variable) o subclínica.
El ganado ovino es susceptible a la infección, pero poco a la enfermedad clínica, y el caprino es muy poco susceptible a la infección y a la enfermedad.
No es una zoonosis, no afecta al ser humano, por lo que no representa un gran riesgo para la salud pública.
Pero si, además, se da una situación en la que hay una alta presencia del virus de la EHE en la zona (animales virémicos y/o vectores portadores), una gran cantidad y actividad de mosquitos Culicoides que propaguen el virus y muchas vacas sin inmunidad específica frente a la EHE, la expansión de la enfermedad se puede producir de forma desmedida.
EHE, ¿QUÉ LA PRODUCE?
En España está circulando el serotipo 8 del virus, pero hay 7 serotipos identificados (1, 2, 4, 5, 6, 7 y 8). La patogenicidad varía en función del serotipo y la cepa que actúe, y no existe inmunidad cruzada entre serotipos.
El virus de la EHE se aisló por primera vez en EE.UU. en 1955, y actualmente está presente en regiones de América, Asia, África, Australia y Europa.
EHE, ¿CÓMO SE TRANSMITE?
El virus se multiplica más rápido en el vector (mosquito infectado) con temperaturas altas: 25-30 ºC. A medida que disminuye la temperatura la multiplicación se ralentiza.
Por debajo de 12 ºC no se multiplica, pero se mantiene vivo, y cuando la temperatura vuelve a subir, comienza a multiplicarse. Esto, sumado a que los mosquitos pueden sobrevivir a temperaturas bajas y que la viremia en los hospedadores puede durar varios meses, explica por qué la enfermedad puede reaparecer en la siguiente temporada vectorial tras una temporada en la que hubo presencia de enfermedad.
EL VECTOR
El género Culicoides comprende un grupo de mosquitos de pequeño tamaño, con un peso de 0,5 μg y con una longitud de 1-5 mm. Existen más de 1.300 especies de Culicoides distribuidas por todo el planeta, con excepción de unas pequeñas regiones de Nueva Zelanda, la Patagonia, islas Hawaianas y la Antártida.
Son insectos de cuerpo compacto con dos alas grandes que se sitúan en forma de tejadillo sobre el abdomen cuando está en reposo. Presentan una cabeza formada por dos ojos compuestos, dos antenas, dos palpos maxilares y una estructura bucal de tipo perforadora chupadora.
Su importancia radica en actuar como vectores en la transmisión de enfermedades, especialmente a mamíferos ungulados.
En España, los más relevantes en la transmisión de la enfermedad son: Culicoides imicola (de climas cálidos) y Culicoides obsoletus (de climas fríos).
Las hembras ovipositan en zonas húmedas y con materia orgánica: bordes de ríos y lagos, barro junto a estanques y charcos, acúmulos de masa vegetal y heces de ganado…
Tienen actividad crepuscular y nocturna: empiezan a volar cuando se pone el sol, aprovechando que disminuye la temperatura y aumenta la humedad. En días cubiertos y con humedad elevada pueden volar durante el día. No vuelan los días ventosos ni lluviosos.
El sistema de toma de sangre se inicia con la rotura de la piel con sus mandíbulas hasta alcanzar los vasos sanguíneos. El corte de los vasos causa que la sangre fluya a los tejidos adyacentes, la cual succionan hacia el interior del sistema digestivo. Tras alimentarse, se desplazan a la vegetación cercana para descansar varios días mientras se desarrollan los huevos.
Su radio de vuelo es muy corto, de hasta cinco kilómetros, pero pueden ser transportados por el viento cientos de kilómetros.
EHE, SÍNTOMAS Y TRATAMIENTO
La EHE puede presentar un cuadro clínico que varía desde subclínico hasta hiperagudo y mortal.
Los síntomas son muy variables y son producidos principalmente por las lesiones vasculares (hemorragias y trombosis):
EHE, CONSECUENCIAS
La EHE tiene unas consecuencias económicas muy graves para las explotaciones de bovino derivadas de:
EHE, ¿QUÉ HA SUCEDIDO EN ESPAÑA?
El 10 de noviembre del 2022 se notificó la primera detección del virus en Europa (Cerdeña) y tan solo 8 días después, el 18 de noviembre de 2022, se detectaron los primeros casos en España en ganado bovino, en las provincias de Cádiz y Sevilla.
La enfermedad no se extendió ampliamente en ese momento debido a que estaba terminando el periodo de mayor actividad de los Culicoides.
Se cree que el origen de los casos de EHE-8 en España está en Túnez, donde ya se había detectado la presencia del mismo serotipo. La vía de entrada más probable del virus a Europa es a través de vectores transportados en las masas de aire procedentes de África.
Desde julio de 2023 ha habido una expansión masiva, sobre todo en los meses de agosto, septiembre, octubre, y noviembre (meses en los que se dan las condiciones más favorables para el vector y el virus), como se puede ver en las siguientes imágenes:
En junio de 2024, se notificaron los primeros casos de EHE-8 desde el inicio del presente periodo de actividad vectorial.
EHE, ¿QUÉ PODEMOS HACER?
Hasta ahora, la prevención de la EHE sólo se podía realizar en base a intentar controlar el vector, lo cual es prácticamente imposible debido a su amplia expansión, ciclo de vida y comportamiento; y a la restricción del movimiento de animales de zonas afectadas a zonas libres.
La vacunación es una herramienta de gran utilidad para evitar las pérdidas directas en las explotaciones derivadas de los síntomas y lesiones producidas por la enfermedad, y, además, facilitará el movimiento de animales susceptibles y ayudará a controlar la diseminación de la enfermedad.
- Vacunación frente a EHE: primovacunación a partir de los 2 meses de edad, 2 dosis de 4 ml por animal vía subcutánea con un intervalo de 3 semanas. Se recomienda la revacunación anual.
- Control del vector y reducción de la exposición de los animales al mismo:
- Utilizar insecticidas y larvicidas para reducir las áreas de reproducción de los Culicoides.
- Aplicar repelentes de insectos que podrían disminuir las picaduras y el riesgo de infección.
- Reforzar la limpieza, desinfección y desinsectación de los vehículos tras la entrada y salida de la explotación.
- Establecer un plan sanitario completo (vacunaciones y desparasitaciones) en la explotación con lo que lograremos una mejora general de la inmunidad del rebaño.
- Mantener a los animales en una óptima condición corporal a través de una alimentación correcta.
- Vigilancia de los animales y detección precoz de la enfermedad para poder establecer un tratamiento temprano.
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