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Nuevo paso en la lucha frente a la Enfermedad Hemorrágica Epizoótica (EHE)

EHE

La Enfermedad Hemorrágica Epizoótica (EHE) es una enfermedad emergente en España ya que aparece por primera vez en nuestro país a finales de 2022.

Desde julio de 2023, ha habido una expansión masiva de la enfermedad por, prácticamente, toda la península ibérica, llegando también a Francia.

En los meses de agosto, septiembre, octubre y noviembre de 2023, es cuando se declararon un mayor número de nuevos focos de EHE, coincidiendo con la época en la que se dan las condiciones más favorables para el vector y el virus.

Hasta la actualidad, las medidas de control de la enfermedad han sido muy complejas debido a la ausencia de una vacuna frente al serotipo del virus de la EHE que circula en España.

En julio de 2024, la Agencia Española del Medicamento y Productos Sanitarios (AEMPS) ha concedido la autorización de uso temporal (Art. 110.2, Reglamento (UE) 2019/6) a una vacuna frente al serotipo 8 del virus de la EHE para su aplicación en la especie bovina, que será clave para el control de la enfermedad.

ENFERMEDADES EMERGENTES

Una enfermedad emergente es aquella que aparece por primera vez en una población determinada o que es causada por un patógeno nuevo. Entre los factores más importantes en la aparición y diseminación de enfermedades emergentes se encuentran:

Cambios en el medio ambiente: pueden crear nuevos hábitats para los patógenos y vectores o favorecer el contacto entre patógenos, vectores y hospedadores (deforestación, construcción de carreteras, construcción de presas, sistemas intensivos de agricultura y producción animal…).

Cambio climático: perturba los ecosistemas naturales y favorece las condiciones ideales para la propagación de enfermedades vinculadas a vectores (los insectos vectores tienden a ser más activos a temperaturas más altas).

Adaptación y cambio de los patógenos: tienen capacidad de adaptarse a nuevos hospedadores que antes no eran susceptibles a la infección. Pueden volverse más resistentes a condiciones desfavorables o hacerse más virulentos.

Globalización y comercio internacional: incrementan el riesgo de aparición de enfermedades debido al aumento del intercambio de animales y productos entre zonas endémicas y libres.

LA ENFERMEDAD HEMORRÁGICA EPIZOÓTICA (EHE)

La enfermedad hemorrágica epizoótica es una enfermedad vírica infecciosa no contagiosa transmitida por vectores (mosquitos Culicoides), que afecta a rumiantes domésticos y salvajes.

Los bovinos y los cérvidos son los más susceptibles a la infección y a la enfermedad, que puede cursar de forma clínica (con gravedad variable) o subclínica.

El ganado ovino es susceptible a la infección, pero poco a la enfermedad clínica, y el caprino es muy poco susceptible a la infección y a la enfermedad.

No es una zoonosis, no afecta al ser humano, por lo que no representa un gran riesgo para la salud pública.

Para que se produzca y se expanda la infección tienen que coexistir el patógeno (virus de la EHE), el vector (Culicoides spp.) y el hospedador (vaca, por ejemplo).

Pero si, además, se da una situación en la que hay una alta presencia del virus de la EHE en la zona (animales virémicos y/o vectores portadores), una gran cantidad y actividad de mosquitos Culicoides que propaguen el virus y muchas vacas sin inmunidad específica frente a la EHE, la expansión de la enfermedad se puede producir de forma desmedida.

Esta es la situación acontecida entre agosto y noviembre de 2023 y en la que nos encontramos actualmente (julio de 2024).

EHE, ¿QUÉ LA PRODUCE?

El virus de la EHE es un Orbivirus, un virus ARN de la familia Reoviridae. Su periodo de incubación es de 2-10 días y la duración de la viremia es de 30 días de media, aunque puede prolongarse varios meses. Tiene una replicación en las células endoteliales, provocando daño vascular, responsable de los signos clínicos y lesiones.

Además, infecta a células dendríticas, macrófagos y linfocitos, produciendo una inmunosupresión importante en el animal.

En España está circulando el serotipo 8 del virus, pero hay 7 serotipos identificados (1, 2, 4, 5, 6, 7 y 8). La patogenicidad varía en función del serotipo y la cepa que actúe, y no existe inmunidad cruzada entre serotipos.

El virus de la EHE se aisló por primera vez en EE.UU. en 1955, y actualmente está presente en regiones de América, Asia, África, Australia y Europa.

EHE, ¿CÓMO SE TRANSMITE?

El virus se multiplica más rápido en el vector (mosquito infectado) con temperaturas altas: 25-30 ºC. A medida que disminuye la temperatura la multiplicación se ralentiza.

Por debajo de 12 ºC no se multiplica, pero se mantiene vivo, y cuando la temperatura vuelve a subir, comienza a multiplicarse. Esto, sumado a que los mosquitos pueden sobrevivir a temperaturas bajas y que la viremia en los hospedadores puede durar varios meses, explica por qué la enfermedad puede reaparecer en la siguiente temporada vectorial tras una temporada en la que hubo presencia de enfermedad.

Por lo tanto, los Culicoides y los hospedadores (rumiantes domésticos y salvajes) pueden actuar como reservorios del virus durante todo el año.

EL VECTOR

El género Culicoides comprende un grupo de mosquitos de pequeño tamaño, con un peso de 0,5 μg y con una longitud de 1-5 mm. Existen más de 1.300 especies de Culicoides distribuidas por todo el planeta, con excepción de unas pequeñas regiones de Nueva Zelanda, la Patagonia, islas Hawaianas y la Antártida.

En España han sido encontradas 68 especies.

Son insectos de cuerpo compacto con dos alas grandes que se sitúan en forma de tejadillo sobre el abdomen cuando está en reposo. Presentan una cabeza formada por dos ojos compuestos, dos antenas, dos palpos maxilares y una estructura bucal de tipo perforadora chupadora.

Su importancia radica en actuar como vectores en la transmisión de enfermedades, especialmente a mamíferos ungulados.

Son vectores de distintos Orbovirus: Lengua Azul, Peste Equina y Enfermedad Hemorrágica Epizoótica.

En España, los más relevantes en la transmisión de la enfermedad son: Culicoides imicola (de climas cálidos) y Culicoides obsoletus (de climas fríos).

Las hembras ovipositan en zonas húmedas y con materia orgánica: bordes de ríos y lagos, barro junto a estanques y charcos, acúmulos de masa vegetal y heces de ganado…

Tienen actividad crepuscular y nocturna: empiezan a volar cuando se pone el sol, aprovechando que disminuye la temperatura y aumenta la humedad. En días cubiertos y con humedad elevada pueden volar durante el día. No vuelan los días ventosos ni lluviosos.

En invierno, en zonas frías, los adultos se pueden introducir en las explotaciones para sobrevivir a las bajas temperaturas. Sólo las hembras son hematófagas. Son oportunistas y chupan sangre cada 3 a 5 días en condiciones óptimas. Prefieren alimentarse en el exterior, pero algunas especies pueden entrar dentro de las explotaciones en busca de alimento.

El sistema de toma de sangre se inicia con la rotura de la piel con sus mandíbulas hasta alcanzar los vasos sanguíneos. El corte de los vasos causa que la sangre fluya a los tejidos adyacentes, la cual succionan hacia el interior del sistema digestivo. Tras alimentarse, se desplazan a la vegetación cercana para descansar varios días mientras se desarrollan los huevos.

Su radio de vuelo es muy corto, de hasta cinco kilómetros, pero pueden ser transportados por el viento cientos de kilómetros.

EHE, SÍNTOMAS Y TRATAMIENTO

La EHE puede presentar un cuadro clínico que varía desde subclínico hasta hiperagudo y mortal.

Los síntomas son muy variables y son producidos principalmente por las lesiones vasculares (hemorragias y trombosis):

Fiebre, depresión y anorexia.

Cianosis en cavidad nasofaríngea y úlceras en mucosas.

Prolapso lingual, hipersalivación y disfagia.

Laminitis y cojeras.

Edema palpebral, facial y de cabeza.

Descarga ocular, nasal y disnea.

Diarrea sanguinolenta o con melena.

Eritema de la ubre y agalaxia.

Al tratarse de una infección vírica, no existe tratamiento específico. El tratamiento debe ser sintomático: antiinflamatorios, sueroterapia, complejos vitamínicos, minerales y aminoácidos, y antibióticos frente a las infecciones bacterianas secundarias.

EHE, CONSECUENCIAS

La EHE tiene unas consecuencias económicas muy graves para las explotaciones de bovino derivadas de:

Aumento de la mortalidad (tasa de letalidad: 1-5%).

Reducción muy acusada de la producción: debido al malestar general del animal y a las lesiones en la cavidad oral, se reduce el consumo de alimento y agua, lo que provoca una pérdida importante de condición corporal (reducción de GMD) y una bajada cuantiosa de la producción de leche.

Incremento de la incidencia de abortos, mortinatos y terneros débiles al nacer.

Reducción de la fertilidad en hembras y machos (está descrita la infertilidad en toros).

Mayor tasa de reposición debido a las bajas directas y a los descartes voluntarios (muchos animales, aunque son capaces de superar la enfermedad, presentan una pérdida tan acusada de la condición corporal y de la producción de leche que son irrecuperables productivamente).

Inmunosupresión e incremento de enfermedades asociadas.

Aumento del gasto en tratamientos y mano de obra.

Restricciones al movimiento de animales: limita el comercio de animales para vida.

EHE, ¿QUÉ HA SUCEDIDO EN ESPAÑA?

El 10 de noviembre del 2022 se notificó la primera detección del virus en Europa (Cerdeña) y tan solo 8 días después, el 18 de noviembre de 2022, se detectaron los primeros casos en España en ganado bovino, en las provincias de Cádiz y Sevilla.

La enfermedad no se extendió ampliamente en ese momento debido a que estaba terminando el periodo de mayor actividad de los Culicoides.

Se cree que el origen de los casos de EHE-8 en España está en Túnez, donde ya se había detectado la presencia del mismo serotipo. La vía de entrada más probable del virus a Europa es a través de vectores transportados en las masas de aire procedentes de África.

Desde julio de 2023 ha habido una expansión masiva, sobre todo en los meses de agosto, septiembre, octubre, y noviembre (meses en los que se dan las condiciones más favorables para el vector y el virus), como se puede ver en las siguientes imágenes:

En junio de 2024, se notificaron los primeros casos de EHE-8 desde el inicio del presente periodo de actividad vectorial.

Hasta la fecha, tan sólo las Islas Baleares y Canarias tienen la consideración de territorio libre de EHE.

EHE, ¿QUÉ PODEMOS HACER?

Hasta ahora, la prevención de la EHE sólo se podía realizar en base a intentar controlar el vector, lo cual es prácticamente imposible debido a su amplia expansión, ciclo de vida y comportamiento; y a la restricción del movimiento de animales de zonas afectadas a zonas libres.

A partir de ahora, dispondremos de una vacuna inactivada frente al serotipo 8 de la EHE (HEPIZOVAC, Vetia) indicada para la inmunización activa del ganado bovino para prevenir la viremia y para reducir los signos clínicos causados por el virus de la EHE.

La vacunación es una herramienta de gran utilidad para evitar las pérdidas directas en las explotaciones derivadas de los síntomas y lesiones producidas por la enfermedad, y, además, facilitará el movimiento de animales susceptibles y ayudará a controlar la diseminación de la enfermedad.

MEDIDAS A ESTABLECER EN LAS EXPLOTACIONES:

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