Las proteínas son esenciales para los animales porque cumplen numerosas funciones de importancia para el mantenimiento de la vida, la reproducción y la producción.
Forman las enzimas y hormonas, y tienen un papel fundamental en funciones de transporte y como componentes de la sangre, tejidos o leche.
Las proteínas están constituidas por un número concreto de aminoácidos colocados en un orden determinado por el código genético. Los aminoácidos son moléculas orgánicas compuestas por un grupo amino y un grupo carboxilo.
Estás moléculas son básicas para el organismo, además de formar las proteínas, intervienen en multitud de rutas metabólicas esenciales.
Los aminoácidos se obtienen a través de la digestión de las proteínas, y se clasifican como:
- Aminoácidos no esenciales: sintetizados por los animales.
- Aminoácidos esenciales: deben ser aportados en la dieta.
Si existe un déficit de algún aminoácido esencial no se puede continuar con la síntesis de proteínas, y aquellas rutas metabólicas en las que intervienen se ven alteradas. La falta de aminoácidos esenciales es un limitante para que los animales expresen todo su potencial genético.
Debido a la especial fisiología y anatomía digestiva de los rumiantes, antes del abomaso se encuentra el rumen, donde los alimentos sufren un proceso de fermentación por la acción de los microorganismos ruminales.
- Una parte de la proteína se degrada – Proteína degradable en el rumen, PDR – y los aminoácidos y otras fuentes de nitrógeno son transformados e incorporados por los microorganismos como proteína microbiana.
- Otra parte no es degradada – Proteína no degradable en el rumen, PNDR – y continúa por el aparato digestivo sufriendo una digestión enzimática, de manera que los aminoácidos llegan al intestino donde pueden ser absorbidos.
Las fuentes de aminoácidos para los rumiantes son:
- Proteína microbiana que viene del rumen y que puede ser digerida para aprovechar sus aminoácidos, PMIN.
- Proteína en intestino que proviene del alimento, PDIA.
En la producción lechera actual las exigencias son mayores y no pueden cubrirse solo con PMIN, por lo que es necesario suplementar con los aminoácidos de los alimentos (PDIA).
En vacuno de leche el primer aminoácido limitante es la metionina y el segundo la lisina.
Tradicionalmente se han intentado compensar estas necesidades de aminoácidos con elevadas cantidades de alimentos proteicos en la ración, como la soja, pero de esta manera el aporte de aminoácidos no es equilibrado y habrá un exceso de los mismos, que no podrán ser utilizados porque no se cubren las necesidades de los limitantes, y serán excretados.
Actualmente, podemos compensar estas deficiencias aportando en la dieta los aminoácidos limitantes de forma protegida, para evitar la degradación ruminal.
En el mercado existen multitud de productos con distinto nivel de protección ruminal. Es importante asegurarnos que la protección es la adecuada para realmente aportar los aminoácidos digestibles a la vaca.
Estos productos deben ser estables en el pienso, en la ración, en el rumen y realmente estar disponibles en el intestino.
La PMIN es excelente para la producción lechera y puede cubrir una gran parte de las necesidades.
Hoy sabemos que lo que realmente necesitan las vacas son