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Procesos nerviosos en pequeños rumiantes

Escrito por: Beatriz Alcalá - Exopol S.L., Cristina Baselga - Exopol S.L., Oihane Alzuguren - Exopol S.L.

La presencia de procesos nerviosos en explotaciones de pequeños rumiantes es frecuente, y a veces llegar a un diagnóstico etiológico es complicado debido a que los signos clínicos y lesiones postmortem son poco específicos y hay una gran diversidad de agentes causales.

No obstante, es importante y necesario conocer el origen de estos problemas presentes en la explotación para reducir las pérdidas económicas y mejorar el estado sanitario de los animales.

Ante la aparición de signos nerviosos se debe realizar una anamnesis detallada que ayudará a enfocar el diagnóstico laboratorial. Es fundamental que se recoja la siguiente información:

La naturaleza de los agentes etiológicos de procesos nerviosos se puede clasificar a grosso modo en causas genéticas, metabólicas, traumáticas, tóxicas e infecciosas.

Las causas metabólicas e infecciosas son las más frecuentes en la ganadería de pequeños rumiantes, y su diagnóstico se realiza con diferentes técnicas laboratoriales, principalmente análisis bioquímicos, histopatología, cultivo microbiológico y técnicas moleculares como la PCR.

En función de la edad de los animales afectados podemos encontrar unas enfermedades u otras, de este modo podemos clasificarlas en tres rangos de edad:

De manera esporádica pueden aparecer afecciones congénitas del sistema nervioso central (SNC) que son de origen genético, afectando a neonatos y que no presentan un buen pronóstico, al igual que en las lesiones causadas por traumatismos.

Las intoxicaciones químicas por organofosforados, organoclorados o metales (plomo, cobre) y las causadas por plantas neurotóxicas (umbelíferas, cistáreas, hierbas locas, etc.) también aparecen como casos puntuales, sin embargo, el número de animales afectados suele ser mayor y afecta a aquellas edades en las que hayan podido tener contacto con el tóxico.

En estos casos el diagnóstico se basa en la detección de la sustancia química en los órganos diana o mediante la identificación de la planta tóxica presente en el pasto y/o en el digestivo del animal (rumen), pues la detección de las moléculas tóxicas en el organismo no es factible en muchas ocasiones.

Por último, también encontramos enfermedades infecciosas que presentan sintomatología nerviosa debido a la acción de sus toxinas en el sistema nervioso, que son las causadas por algunas especies del género Clostridium.

Las neurotoxinas de Clostridium botulinum (botulismo) y Cl. tetani (tétanos) causan una parálisis muscular flácida en el caso del botulismo, mientras que el tétanos se caracteriza por una parálisis espástica.

Las toxinas generadas por Clostridium perfringens tipo D causan la enterotoxemia o basquilla. Esta bacteria prolifera en el intestino debido a una disbiosis intestinal y libera toxinas que, a través del torrente sanguíneo, llegan al SNC y provocan cuadros de incoordinación, opistótonos y pedaleo previo a la muerte.

A continuación se describen tres casos clínicos de patología nerviosa analizados en Exopol.

 

CASO CLÍNICO 1

Se recibe un encéfalo de oveja adulta de una explotación donde se han observado signos nerviosos (pedaleo y postración) en varios animales alimentados con ensilado. En la necropsia se observa hiperemia aguda en el encéfalo y congestión meníngea.

DIAGNÓSTICO

A continuación se describen tres casos clínicos de patología nerviosa analizados en Exopol. Mediante el cultivo microbiológico en medio sólido selectivo (agar Palcam) y en medio de preenriquecimiento líquido (Fraser) se aisló Listeria monocytogenes en cultivo puro y masivo.

En el estudio histopatológico se observó:

 

INTERPRETACIÓN DE RESULTADOS

Por ello se recomienda la administración de tratamientos prolongados a dosis elevadas, aunque en animales con signos clínicos avanzados no se obtienen buenos resultados.

 

CASO CLÍNICO 2

Explotación de 2.500 cabezas de ganado ovino de carne en extensivo. Se observan signos nerviosos sólo en animales jóvenes de en torno a un año de edad, quedándose aletargados (modorras) y con signos de torneo. Se reciben dos cabezas para el estudio diferencial de enfermedades nerviosas de etiología infecciosa.

DIAGNÓSTICO

En la necropsia se realiza la apertura del cráneo donde se observa la presencia de una gran vesícula de cenuro que provoca atrofia de la masa encefálica a causa de la compresión. Además, se observa una ligera hiperemia aguda en las meninges.

INTERPRETACIÓN DE RESULTADOS

 

CASO CLÍNICO 3


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