La lengua azul es una enfermedad infecciosa, vectorial, no-contagiosa y de declaración obligatoria (EDO) que afecta principalmente a rumiantes domésticos (ovino, bovino y caprino) y silvestres (en España, ciervo rojo, corzo, gamo europeo, muflón, arruí, cabra montés y rebeco), producida por la infección por el virus de la lengua azul (VLA) 1 .
En España, desde el año 2000 se han introducido varios serotipos (1, 2, 4 y 8), siendo las principales vías de entrada la dispersión de vectores infectados por corrientes de aire desde regiones limítrofes y el movimiento de animales infectados (Figura 1).
En la actualidad hay más de treinta serotipos descritos del VLA con escasa inmunidad cruzada entre ellos 1, 2, es decir, que la inmunidad generada frente a un serotipo no protege plenamente frente a la infección por otro serotipo. Esto implica que deban identificarse de manera temprana, dado que las vacunas comerciales son específicas del serotipo 3.
Por tanto, la detección temprana es fundamental para minimizar las graves consecuencias que tiene su presencia en una región.
El virus se transmite a través de la picadura de varias especies del género Culicoides, principalmente C. imicola y el complejo Obsoletus. Estos dípteros voladores se alimentan de animales y posibilitan la transmisión de unos a otros, y son abundantes en gran parte del del territorio4 (Figura 2).
Al ser una enfermedad vectorial presenta una marcada estacionalidad, notificándose la mayoría de brotes de julio a diciembre, y siendo el pico en octubre o noviembre, en función de la anualidad y región afectada 5 .
La gravedad del cuadro clínico es diferente en función de:
- Especie animal afectada
- Cepa del virus
Puede ocasionar desde la ausencia de signos clínicos a cuadros crónicos o agudos que pueden desencadenar la muerte del animal 1.
A pesar de que la sintomatología puede ser leve, esta enfermedad produce pérdidas económicas importantes derivadas de costes directos sobre la producción, así como:
- Costes de los programas de vigilancia, control y erradicación
- Costes de vacunación
- Restricción de movimientos de animales susceptibles desde zonas afectadas a zonas libres de la enfermedad 6
Estas dos últimas medidas constituyen los pilares centrales de la lucha contra la lengua azul 3 .
En España todos los años se actualiza el Programa Nacional de Vigilancia, Control y Erradicación de la Lengua Azul en función de la situación epidemiológica tanto de nuestro país, como de los países vecinos.
En nuestro país, se busca la existencia de circulación del virus muestreando animales no vacunados.
Esta vigilancia activa es muy útil para determinar dicha circulación, sobre todo con una situación epidemiológica de ausencia de signos clínicos en animales infectados, como viene sucediendo mayoritariamente en los últimos años 5 . Además, permite minimizar la expansión de un nuevo serotipo y limitar así el impacto sobre el sector 7 .
En los últimos 15 años, han sido tres los serotipos que han circulado por España: serotipos 1, 4 y 8.
Históricamente, han afectado a distintas regiones del país a lo largo del amplio y diverso gradiente latitudinal, desde el norte hasta el sur (Figura 3) y, a pesar de todos los esfuerzos para controlar la enfermedad, en 2020 se notificaron brotes de todos los serotipos, como se puede observar en la Figura 4. Las incursiones de todos ellos se asocian a la previa circulación en países vecinos 5, 8 .
La situación epidemiológica de los países vecinos condiciona la nuestra, así como los planes de vigilancia, control y erradicación.
Todos los países vecinos, tanto europeos como los del norte de África, se encuentran afectados por la lengua azul, con el consiguiente riesgo que supone para nuestro país.
El serotipo 1 se introdujo por primera vez en 2007 desde el norte de África (Figura 1) y se extendió rápidamente hasta norte peninsular (Figura 3), si bien desde 2015 España ha disfrutado del estatus de libre de lengua azul en dicha región.
Desde 2015 los esfuerzos de la vacunación obligatoria frente a los serotipos 1 y 4 en zonas afectadas supuso una disminución muy significativa del serotipo 1, tanto en número de brotes como en su extensión geográfica durante 2016 y 2017, y su ausencia en 2018 y 2019 (Figuras 4 y 5).
Sin embargo, en noviembre de 2020 se confirmó el primer brote del serotipo 1 en una explotación de caprino de la provincia de Huelva donde se aplica la vigilancia activa, tras casi dos años de silencio epidemiológico 12 .
Tras este primer brote, se han notificado en Huelva y Cádiz cuatro brotes en rebaños de ovinos, todos ellos con algún animal con signos clínicos, y en tres explotaciones de bovinos, siendo todos asintomáticos ⁵.
En febrero de 2021 se ha notificado un brote en una explotación de caprino de Málaga 5 .
La aparición del serotipo 1 en el sur de Andalucía pone fin a las posibles aspiraciones de declarar todo el territorio libre de este serotipo del VLA, puesto que se necesitan evidencias de ausencia de circulación viral durante dos años seguidos que abarquen dos estaciones libres de vectores.
Esta situación pone de manifiesto la necesidad de llevar cabo acciones conjuntas entre países frente a la lengua azul, pues los virus no entienden de fronteras administrativas.
La situación del serotipo 4 ha sido la más estable durante el pasado lustro debido a la vacunación obligatoria reinstaurada en 2015 (Orden AAA/1424/2015).