Tiros “defensivos” al lobo en Francia: la legislación europea en el punto de mira
Numerosos sindicatos agrarios, cazadores y políticos en Francia quieren revisar el estatus europeo del lobo para generalizar los «tiros defensivos». Una práctica que, lejos de suscitar la unanimidad, fue defendida por el presidente francés Enmanuel Macron en un viaje reciente.
Durante una visita a Hautes-Pyrénées (Altos Pirineos) para presenciar una etapa del Tour de Francia (21 julio), Emmanuel Macron quiso tranquilizar a los ganaderos tras la muerte de una cincuentena de ovejas en las últimas semanas. Anunció la creación de una segunda «brigada de intervención de lobos» en los Pirineos y el sur del Macizo Central.
Por el momento, solo hay una brigada móvil de este tipo en Francia que tiene su sede en Gap (Hautes-Alpes). Está integrada por agentes del Estado, autorizados para disparar tiros «defensivos».
El presidente de la República también se comprometió a «cambiar» el estatus del lobo a nivel europeo.
La Directiva Hábitats y sus derogaciones
El lobo es una especie protegida a nivel internacional por la convención de Berna y a escala comunitaria por la Directiva «Hábitats, Flora y Fauna» de 1992. Esta última incluye al lobo entre las especies de interés comunitario que requieren una «protección estricta».
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Según los últimos recuentos de la Oficina Francesa para la Biodiversidad (OFB), 921 lobos viven en el territorio francés. Había 783 en 2021. Antes confinado en los Alpes del Sur, el animal procedente de Italia ahora se está extendiendo por todo el territorio francés, hasta Bretaña.
Un ganadero observa sus ovejas muertas tras el ataque de un lobo. Efeagro/Carlos García
Las excepciones de la Directiva comunitaria autorizan esos tiros, pero como último recurso solamente, si los daños a la ganadería persisten a pesar de las medidas de protección (perros, vallas, etc.) Y no ponen en peligro la supervivencia de la especie.
Para Patrick Boffy, vicepresidente de Férus, una asociación de protección del lobo, estos requisitos no siempre se cumplen: «Estamos casi regulando. Estamos al borde de la legalidad, pero mientras las poblaciones progresen de manera constante, la Unión Europea (UE) hará la vista gorda”.
Otros países van aún más lejos, hasta incluso entrar en conflictos con la UE regularmente. Es el caso de Finlandia y Suecia, que no dudan en reducir las poblaciones al mínimo estricto mediante eliminaciones masivas, en particular para preservar la caza de subsistencia.
Otros Estados miembros en cambio protegen íntegramente la especie, como Alemania, Suiza o Italia.
España autoriza la caza de forma muy excepcional. Hasta 2021, el país estaba dividido en dos:
Desde 2021, el cánido está muy protegido en España tras la inclusión de todas las poblaciones de lobo ibérico en el Listado de Especies Silvestres en Régimen de Protección Especial (LESPRE).
Únicamente podrán ser autorizadas capturas y extracciones de manera justificada pero solo en el supuesto de que «todas las medidas de prevención se hayan revelado ineficaces, no haya otra solución satisfactoria, con la garantía científica de que no comprometerán el buen estado de conservación de la especie y ante la evidencia de perjuicios importantes o recurrentes en la actividad ganadera», según fuentes oficiales.
De hecho, la normativa europea no impide que los países de la Unión apliquen una gestión nacional o incluso regional según las necesidades, las particularidades ecológicas, económicas y culturales, manteniéndose dentro de los límites de la Directiva.
¿Hacia una rebaja en la clasificación del lobo?
Según Claude Fond, referente sobre el expediente del lobo dentro de la Federación Nacional Ovina (FNO), es necesario ir más allá del techo del 19 % de abatimiento anual como está previsto en la ley francesa.
«No queremos más gestión contable ni regulación política y técnica, sino una regulación eficaz. El ganadero o el pastor deben poder defenderse cada vez que haga falta y eso incluye el disparo».
Para la FNO, la FNSEA o la potente organización agrícola europea Copa-Cogeca, la intensificación de los disparos debe pasar por la modificación de la Directiva Hábitats, aún muy restrictiva, según ellos.
El pasado febrero, el presidente de la Comisión de Agricultura del Parlamento Europeo, Norbert Lins, presentó una propuesta de resolución sobre la protección de los ganaderos y de los lobos, con el fin de «revisar la directiva Hábitats» para obtener más «flexibilidad» en la gestión del lobo por parte de los Estados miembros.
Lo que piden concretamente los perseguidores del lobo en la UE es rebajar la clasificación del animal, sacándolo del anexo 4 de la Directiva, dedicado a las «especies de fauna estrictamente protegidas», para añadirlo al anexo 5, el de «fauna protegida». Es una categoría mucho menos restrictiva, que requiere únicamente que el control de poblaciones «no suponga un perjuicio para un nivel satisfactorio de conservación”.
En 2015, Ségolène Royal, entonces ministra de la Ecología, había iniciado el procedimiento con la Comisión Europea (CE) para revisar el estatus del lobo, antes de dar marcha atrás.
Un expediente del que parece querer hacerse cargo Emmanuel Macron al comprometerse el pasado día 21 a «cambiar» el estatus del lobo a nivel europeo, sin más detalles.
Eficacia del tiro
Para las asociaciones protectoras del lobo como Férus, «no es necesario cambiar» el estatus europeo del lobo. Como subraya Patrick Boffy, las medidas de protección como vallas, perros o guardias nocturnas son eficaces y suficientes y la prueba está en los países que conviven con el animal desde siempre como Italia.
“En zonas donde el lobo siempre ha estado presente, como en Los Abruzzos, la convivencia es normal, los ganaderos tienen perros, se protegen, saben qué hacer. Por otro lado, hay conflicto en las regiones recién colonizadas. En todo caso al principio».
Según el vicepresidente de Férus, al unísono con muchos expertos, las eliminaciones selectivas serían incluso contraproducentes: “Si el lobo asesinado es miembro de la pareja dominante, la manada se deshace. Luego, los jóvenes se extraviarán y atacarán a los rebaños, que son más accesibles que los animales salvajes. Por lo tanto, puede haber aumentos en la depredación a causa de los disparos».
En su documento de orientación sobre la protección estricta de las especies animales de interés comunitario bajo la Directiva «Hábitats» del 12 de octubre de 2021, la Comisión Europea se pronuncia en la misma línea, alegando que «no parece haber evidencia sólida que respalde la efectividad del uso del control letal» para reducir la depredación del ganado.
La historia suena diferente para el ganadero Claude Font. Para él, no se trata de disparar a matar, sino de hacer que el lobo asocie el rebaño con un peligro. Una relación de «reciprocidad» entre lobos y humanos, defendida también por el Instituto Nacional de Investigaciones Agrarias (Inrae).
En un comunicado de prensa de la Federación Nacional francesa de Ovino, el ganadero de Haute-Loire celebra los anuncios del presidente Macron, apleando a dos prioridades principales: «Eliminar los frenos en el establecimiento de tiros defensivos» y que «el Estado francés realmente dé el paso para pedir una bajada en la clasificación del lobo a escala europea, más allá de simples compromisos».
Fuente:
EFE
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