Un estudio publicado en la revista Emerging Infectious Disases ha demostrado que un caso de tuberculosis causada por Mycobacterium bovis en una persona estaba relacionado con un rebaño de pequeños rumiantes. En concreto, se aisló la misma cepa bacteriana en las ovejas y el paciente.
Los estudios de secuenciación completa del genoma de las micobacterias causantes de la tuberculosis, pusieron de manifiesto que el paciente, que era propietario del rebaño, podría haberse infectado a partir de los animales. Además, los estudios de resistencia a antimicrobianos demostraron que las cepas, tanto en ovejas como en el paciente, eran resistentes a 3 fármacos antituberculosos, lo que dificulta el tratamiento de forma significativa.
Por otro lado, en un estudio retrospectivo complementario, se pudo identificar que bovinos de la misma comarca se habían infectado, más de una década antes, con una cepa de M. bovis relacionada y también resistente a dos de estos tres fármacos. Este hallazgo hace patente la necesidad de estudiar si existe la circulación de cepas resistentes a antibióticos, como mínimo, en el área de brote.
La tuberculosis animal se considera una zoonosis ocupacional, es decir, es una enfermedad de los animales que puede afectar a las personas, principalmente en entornos laborales en las que se produce un contacto directo entre personas y animales, como es el caso de ella ganadería. El hecho de que puedan estar circulando cepas bacterianas con resistencias a antimicrobianos es importante en términos de salud pública ya que, en caso de infección, el tratamiento es mucho más complejo.
Este estudio pone de relieve la necesidad de impulsar una estrategia One Health (una sola salud) en el control de la tuberculosis. Esto implica potenciar una mayor coordinación y cooperación entre las autoridades y laboratorios de salud pública y sanidad animal para estudiar estos casos. El estudio también refuerza la necesidad de que, en los casos de tuberculosis humana donde el paciente tenga vinculación con animales de producción, los estudios de contactos tengan también en cuenta a los animales.
El estudio es fruto de la colaboración de centros de investigación, universidades, hospitales y administraciones públicas con sedes en Cataluña y Madrid. En concreto han participado el Centre de Recerca en Sanitat Animal del Institut de Recerca i Tecnologia Agroalimentàries (IRTA), el Centro de Vigilancia Sanitaria Veterinaria de la Universidad Complutense de Madrid (UCM), la Universitat Autònoma de Barcelona (UAB), el Institut de Recerca Vall d’Hebron, el Instituto de Salud Carlos III, el Departament d’Agricultura, Ramaderia i Pesca (DARP) de la Generalitat de Catalunya y el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación.
Algunos de los grupos de investigación involucrados en este estudio ya colaboran en proyectos de investigación en tuberculosis en pequeños rumiantes, como es el caso del IRTA-CReSA y VISAVET-UCM con el proyecto GoaTBfree (PID2019-105155RB-C31/C-32) o en red transpirenaica para el control de la TB animal INNOTUB (EFA357/19) del programa INTERREG POCTEFA (co-financiado por el FEDER) de la que tanto IRTA-CReSA como la UAB son miembros.
Referencia del artículo: Bernat Pérez de Val, Beatriz Romero, María Teresa Tórtola, Laura Herrera León, Pilar Pozo, Irene Mercader, Jose Luís Sáez, Mariano Domingo, and Enric Vidal. Polyresistant Mycobacterium bovis Infection in Human and Sympatric Sheep, Spain, 2017–2018. Emerg Infect Dis. 2021;27(4):1241-1243. https://dx.doi.org/10.3201/eid2704.204467
Fuente: cresa.cat