En los sistemas de contacto vaca-ternero, donde las crías permanecen con sus madres durante la lactancia, es esencial garantizar una correcta ingesta de leche y comprender cómo evoluciona su comportamiento de succión.
| Este estudio aborda estas cuestiones en terneros lecheros criados con sus madres en sistemas interiores con ordeño automático. |
COMPORTAMIENTO DE AMAMANTAMIENTO EN TERNEROS LECHEROS
En los sistemas intensivos de producción lechera, los terneros suelen separarse de la madre pocas horas después del nacimiento y se crían artificialmente, lo que les deja pocas oportunidades para expresar su comportamiento natural de succión.
Sin embargo, estos animales tienen una alta motivación para mamar y, cuando se les impide realizar este comportamiento (por ejemplo, mediante la alimentación con dispensadores automáticos), se ha observado que desarrollan conductas orales sin función nutritiva.
Hasta la fecha, el comportamiento de amamantamiento se ha descrito en diversos sistemas de contacto vaca-ternero, existiendo indicios que sugieren que los terneros lecheros modifican su comportamiento con la edad, realizando menos tomas, aunque de mayor duración.
EVOLUCIÓN DEL AMAMANTAMIENTO Y LA ALOLACTANCIA EN LOS SISTEMAS DE CONTACTO VACA-TERNERO
Ante la falta de estudios que describan de forma detallada cómo evolucionan estos comportamientos a lo largo del crecimiento del ternero y bajo diferentes tipos de contacto con la vaca, se diseñó un estudio para aportar nuevos datos que ayuden a comprender mejor la dinámica del amamantamiento y la alolactancia en condiciones de producción lechera actuales.
Objetivo 1
El primer objetivo fue analizar cómo varía el comportamiento de amamantamiento con la edad (duración y frecuencia de las tomas, y tiempo total dedicado a mamar por día) en terneros lecheros alojados en sistemas interiores de contacto vaca-ternero, ya fuera con contacto controlado por la vaca o por el ternero.
Objetivo 2
El conocimiento actual sobre la alolactancia en terneros lecheros sigue siendo limitado, especialmente en lo que respecta a cómo influyen factores como la edad del ternero o el tipo de alojamiento (por ejemplo, si los terneros tienen acceso a parte o a todo el corral).
Por ello, el segundo objetivo fue:
con la madre.
MATERIALES Y MÉTODOS
El estudio se realizó en sistemas de contacto vaca-ternero continuo en los que las crías podían permanecer con sus madres durante todo el día, excepto durante el ordeño:
En ambos casos, los animales estaban alojados en sistemas interiores con cubículos libres y ordeño automático, y los terneros disponían de áreas exclusivas con agua, forraje y concentrado.
El comportamiento fue registrado mediante cámaras durante períodos de 24 horas cuando los terneros tenían 3, 6, 9 y 12 semanas de vida (y hasta 15 semanas en el estudio controlado por la vaca).
| Se registraron los episodios de amamantamiento y los contactos cercanos a la ubre, indicando:
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Los terneros fueron pesados al nacimiento y mensualmente para calcular la Ganancia Media Diaria (GMD), se clasificaron los episodios como amamantamiento de la madre o alolactancia, y se evaluó la relación entre la frecuencia relativa de alolactancia y la ganancia diaria de peso.
También se describieron las posiciones corporales y los motivos de finalización de las tomas, así como la relación temporal entre los eventos cercanos a la ubre y los amamantamientos posteriores.
RESULTADOS
Comportamiento de amamantamiento
El estudio se realizó sistemas de contacto vaca-ternero continuo en los que las crías podían permanecer con sus madres durante todo el día, excepto durante el ordeño:
En el sistema controlado por la vaca, los terneros realizaron una media de 4 ± 1,5 tomas de leche al día, sin diferencias significativas entre sexos ni a medida que aumentaba la edad.
La duración y la frecuencia de las tomas no difirieron entre machos y hembras, pero las hembras tendieron a dedicar más tiempo diario al amamantamiento que los machos (46 ± 2,9 frente a 36 ± 3,8 minutos/día).
En las tomas entre madre y cría, la duración media aumentó de 9 ± 0,6 minutos a las 3 semanas a 13 ± 0,6 minutos a las 12 semanas de edad.
Entre los terneros que practicaron la alolactancia al menos una vez, la proporción de tomas realizadas con vacas ajenas osciló entre:
| Las probabilidades de alolactancia aumentaron significativamente con la edad en ambos estudios.
La presencia de otros terneros mamando de la misma vaca tuvo una gran influencia en la probabilidad de alolactancia. |
| En general, la alolactancia se observó con mayor frecuencia como un comportamiento grupal que individual, con otros terneros mamando de la misma vaca en el 81 % de los eventos del sistema controlado por la vaca y en el 62 % de los del sistema controlado por la vaca y en el 62 % de los del sistema controlado por el ternero. |
Cuando se analizaron solo los episodios ocurridos mientras la madre estaba presente en el área de contacto, las probabilidades de alolactancia siguieron aumentando con la edad del ternero.
Se observó además una tendencia a una correlación positiva débil entre la GMD y la frecuencia relativa de alolactancia (% de todas las tomas que fueron de alolactancia) en los terneros del sistema controlado por el ternero, mientras que no se encontró dicha correlación en el sistema controlado por la vaca.
Atributos de las tomas de leche
POSICIÓN
Cuando mamaban de su propia madre, los terneros adoptaban principalmente una posición paralela invertida, mientras que en la alolactancia rara vez se producía en esta posición, ya que los terneros se colocaban perpendicularmente o detrás de las vacas ajenas al mamar.
ACICALAMIENTO
El acicalamiento mutuo (allogrooming) se observó en el 40 % de las tomas entre pares vaca-ternero en el estudio controlado por la vaca, mientras que solo se registró en el 1 % de los episodios de alolactancia.
FINALIZACIÓN DEL AMAMANTAMIENTO
Las tomas entre una vaca y su ternero solían finalizar por iniciativa del ternero. En cambio, aproximadamente la mitad de las tomas de alolactancia (estudio controlado por la vaca: 49 %, estudio controlado por el ternero: 53 %) terminaron debido a acciones de la vaca implicada.
Eventos de proximidad a la ubre
Se registró un total de 233 (estudio controlado por la vaca) y 265 (estudio controlado por el ternero) eventos de proximidad a la ubre a lo largo de las diferentes edades de los terneros.
Este comportamiento se produjo entre los terneros y sus madres en el 35 % y el 64 % de los eventos en los estudios controlado por la vaca y por el ternero, respectivamente. La duración de estos eventos fue generalmente muy corta.
SISTEMA CONTROLADO POR LA VACA
En el estudio controlado por la vaca, la mitad de los eventos de proximidad a la ubre se produjeron dentro de los 16 minutos previos a la siguiente toma.
El número de eventos de proximidad a la ubre por ternero que ocurrieron dentro de los 16 minutos anteriores a la siguiente toma mostró una correlación positiva con el número de episodios de alolactancia realizados por el ternero durante el periodo de estudio.
En cambio, no se observó correlación entre la frecuencia de estos eventos y las tomas realizadas con la madre. A medida que los terneros crecían, los eventos de proximidad dirigidos hacia la madre disminuyeron (del 59 % a las 3 semanas al 21 % a las 15 semanas), aumentando su frecuencia hacia vacas ajenas.
SISTEMA CONTROLADO POR EL TERNERO
En el estudio controlado por el ternero, la mediana del tiempo entre los eventos de proximidad y la siguiente toma fue de 71 minutos.
Se observó una correlación positiva moderada entre el número de episodios de alolactancia por ternero y el número de eventos de proximidad a la ubre ocurridos dentro de los 71 minutos previos a la siguiente toma, aunque fue poco común que los terneros en este estudio realizaran más de un episodio de alolactancia.
No se encontró correlación entre el número de eventos de proximidad a la ubre y la frecuencia de las tomas con la madre.
En general, los eventos de proximidad a la ubre se dirigieron principalmente hacia la madre en el estudio controlado por el ternero, aunque su proporción disminuyó con la edad (3 semanas: 84 %; 12 semanas: 55 %).
DISCUSIÓN
Este trabajo es el primero en describir el comportamiento de amamantamiento en terneros lecheros más allá de las 9 semanas de edad, un periodo que se aproxima más a las prácticas actuales de destete en sistemas de contacto vaca-ternero.
En ambos estudios, las tomas de alolactancia fueron de 3 a 4 minutos más cortas que las tomas con la madre, probablemente porque muchas de ellas finalizaban por intervención de la vaca.
La frecuencia de alolactancia fue mayor en el estudio controlado por la vaca (36 %) que en el controlado por el ternero (14 %), lo que sugiere que los terneros recurren a mamar de vacas ajenas cuando el acceso a su madre es limitado.
El diseño del corral y la gestión del flujo de vacas parecen desempeñar un papel importante en la aparición de este comportamiento.
Además, la docilidad de las vacas lecheras —resultado de la selección genética para la producción y el ordeño— podría explicar por qué aceptan con mayor frecuencia a terneros ajenos.
| Si bien, la alolactancia no puede evitarse en sistemas donde vacas y terneros conviven, los efectos sobre el bienestar de las vacas y los terneros siguen siendo objeto de debate.
En este estudio, los terneros que realizaron más episodios de alolactancia tuvieron ganancias de peso similares o ligeramente superiores a los demás. |
A nivel individual, la probabilidad de alolactancia aumentó con la edad en ambos estudios, sobre todo en el sistema controlado por la vaca.
Los eventos de proximidad a la ubre aportaron información complementaria sobre los intentos fallidos o exploratorios de amamantamiento.
Dado que estos comportamientos se correlacionaron con la alolactancia, podrían representar etapas previas o intentos de aprendizaje.
Los terneros lecheros criados en sistemas de contacto vaca-ternero controlados por la vaca no modificaron sus patrones de amamantamiento a lo largo del tiempo.
En ambos estudios, la probabilidad de que se produjera alolactancia aumentó con la edad de los terneros y fue mayor cuando mamaban en grupo. Además, este fenómeno se observó con mayor frecuencia entre los terneros del sistema controlado por la vaca, incluso cuando su propia madre estaba presente.
