Para comprender los trastornos podales es importante conocer bien la anatomía, fisiología y biomecánica de la pezuña bovina. En los últimos tiempos se ha producido una remodelación del sector, que ha evolucionado hacia producciones más intensivas, con suelos de cemento, en detrimento de otros sistemas de carácter más extensivo.
La pezuña bovina no deja de ser la zona intermedia de contacto entre el animal y su entorno, y está diseñada de forma natural para apoyarse en suelos blandos.
Es importante saber diferenciar entre una pezuña sana y una patológica, al igual que aprender a interpretar los signos externos y relacionarlos con lo que pueda estar ocurriendo en el interior del casco.
ANATOMÍA DE LA PEZUÑA BOVINA
Las principales estructuras externas de la pezuña bovina son:
Pero también se incluyen:
Una pezuña normal y sana debe tener una pared dorsal de unos 7,5 cm aproximadamente, aunque hoy en día, debido a la influencia de la genética, algunas vacas pueden tener hasta 8 cm.
El talón debe tener la mitad de la longitud de la pared, y la altura de los talones debería ser similar en las dos pezuñas, aunque si comparamos las extremidades posteriores con las anteriores, estas últimas son un poco más altas. El espacio interdigital (hueco axial) debe ser claro.
La línea blanca es la unión entre la suela y la pared abaxial.
Las estructuras internas de la pezuña bovina son:
Huesos
La pezuña está formada por metatarso/ metacarpo, falanges (proximal, medial, distal), y los huesos sesamoideos.
Músculos y tendones
Los más importantes a destacar son: extensor digital lateral, extensor común de los dedos, flexor digital superficial y flexor digital profundo.
El tendón flexor digital profundo realiza una importante función de soporte, y es el que tiene más riesgo de sufrir lesiones. Este se une con la hipófisis flexora.
Articulaciones
Son tres las implicadas:
- Articulación metacarpo (tarso) falángica
- Articulaciones interfalángicas proximales
- Articulaciones interfalángicas dislates
Arterias y venas
Destacar la arteria digital como el principal vaso que irriga la pezuña, ramificándose en a. digital plantar propia, con ramas hacia la almohadilla digital, arteria coronaria (corion) y las ramas plantares. Además, sus correspondientes vasos venosos homólogos.
Otras estructuras internas
El tejido del corion es el que conecta las láminas con la pared y suspende la falange dentro de la cápsula, y está formado por 1.356 pliegues. Si este sistema falla, el riesgo de que se inicie una lesión aumenta.
Otra estructura importante es la almohadilla digital, que se encarga de disipar la presión y absorber el choque de la pisada. La almohadilla no llega hasta la punta de la pezuña, lo que puede suponer, según la longitud de la pezuña, un mayor riesgo de sufrir lesiones.
Pero, profundizando en la estructura del CORION, sus principales funciones son de amortiguación y bombeo de sangre. Está formado por un sistema capilar con shunts portovenosos que facilitan el retorno venoso y la evacuación del exceso de presión en el apoyo.
Se trata de un estrato vasculonervioso blando y sensible, rodeado por hueso y tendón, y por el estuche córneo.
FISIOLOGÍA DE LA PEZUÑA BOVINA
El tejido del corion es una dermis modificada especializada en la producción de pezuña (con un alto contenido en queratina), formada por tejido conjuntivo en forma de queratinocitos productores de células hijas, que migran y empujan al resto hacia la superficie, dividiéndose, cronificándose, ocurriendo la muerte celular y, finalmente, produciendo el estrato córneo.
Cuando se produce una inflamación o roturas vasculares se produce lo que antiguamente se denominaba laminitis; hoy sabemos que es una corionitis.
La pezuña bovina crece entre 4-6 mm al mes, alcanzando un grosor de 4-6 cm.
Cuando la vaca pisa, aumenta la presión sobre el corion y se producen cambios en sus microestructuras, en su calidad y en su resiliencia.
En relación a la fisiología, el hueso pedal (falange distal) está fijado de manera muy estable: esto es importante ya que protege los queratinocitos y las distintas estructuras internas.
En este contexto, un momento crítico para las vacas es el parto y el periodo de transición, en el que se producen cambios en las estructuras suspensorias (derivados de la influencia de la hormona relaxina segregada durante el parto), que pueden debilitar el hueso pedal.
Otros factores como el manejo o las instalaciones tienen influencia en la fisiología normal de la pezuña. Por ejemplo, los suelos de cemento estimulan la producción de queratinocitos, por lo que es necesario estar más atento a las pezuñas en estos casos por posible sobrecrecimiento.
BIOMECÁNICA DE LA PEZUÑA BOVINA Y APLOMOS
La biomecánica es un área de conocimiento interdisciplinar que estudia los fenómenos naturales que ocurren en los organismos como consecuencia de la aplicación de fuerzas de diverso origen, y sirve para medir el rendimiento en base a la optimización del gasto energético.
Se trata de una disciplina que estudia las estructuras de carácter mecánico y que se apoya en diversas ciencias para analizar el comportamiento de un cuerpo:
- Mecánica
- Ingeniería
- Anatomía
- Fisiología
Muchas lesiones podales tienen un fuerte componente biomecánico.
Por su parte, una definición de los aplomos es la siguiente: relación entre el eje del miembro y sus ángulos respecto del plano medio del cuerpo del animal y la horizontal del suelo.
En este contexto, esto implica equilibrar el balance de pesos a través del recorte de las pezuñas.
La transmisión del peso se logra a través del aparato suspensorio formado por ligamentos y tendones, que reparten el peso y lo transfieren al esqueleto. Además, gracias a las estructuras internas se logra un apoyo importante al sistema circulatorio y a la circulación sanguínea; al andar el animal, la sangre se bombea.
- En el tren anterior se distribuye el 60% del peso de la vaca debido a las estructuras que se encuentran en esta zona (cabeza, pulmones, rumen…), es decir, las pezuñas de las extremidades anteriores soportarán más peso que las posteriores.
- En la región posterior se reparte el 40% del peso restante, localizándose el resto de órganos y estructuras en esta zona (ubre y aparato gastrointestinal básicamente).
Con el recorte funcional trataremos de igualar estos porcentajes de pesos lo máximo posible.
Lo ideal es repartir el peso en una proporción 50:50, y siempre es mejor dejar las pezuñas un poco largas que recortar de más.
Si realizamos un mal recorte, una parte de la pezuña recibirá más presión y estimulará más el crecimiento de la misma, adoptando esta un mayor tamaño, lo que aumenta el riesgo de aparición de lesiones.
Las articulaciones de las extremidades anteriores y posteriores son estructuralmente diferentes: