España se encuentra en una fase crítica frente a la expansión de la lengua azul, enfermedad vírica que afecta a los rumiantes.
Las decisiones adoptadas en los últimos días podrían marcar un antes y un después en el control sanitario del sector ovino y bovino.
Situación actual y preocupaciones
Desde abril de 2025, los serotipos más agresivos de la lengua azul —en particular los identificados como 3 y 8— están circulando ampliamente por el oeste peninsular.
En Aragón, por ejemplo, se ha confirmado recientemente el primer foco de 2025 en la provincia de Huesca, donde una oveja infectada con el serotipo 3 se recuperó satisfactoriamente.
Medidas propuestas y discrepancias políticas
El comité de la Red de Alerta Sanitaria Veterinaria (RASVE), que aglutina a responsables autonómicos con competencias en sanidad animal, ha exhortado a incrementar la cobertura de vacunación.
Sin embargo, la política nacional vigente mantiene que la vacunación sea voluntaria, lo que ha sido objeto de críticas.
Comunidades como Castilla‑La Mancha han planteado que este carácter voluntario está provocando “una cobertura vacunal insuficiente” en sus explotaciones, lo que les lleva a trabajar en una declaración de emergencia sanitaria para la enfermedad, lo que permitiría adoptar medidas adicionales, como:
- Subvencionar vacunas
- Organizar campañas más intensivas
- Considerar obligaciones puntuales ante brotes graves
Financiación y colaboración regional
Aragón ha sido destacada como ejemplo de respuesta coordinada:
Además, en el foco declarado, se ha realizado ya un seguimiento sanitario del ganado en un radio de 10 km, así como coordinación técnica con veterinarios y organizaciones del sector.
Perspectivas y riesgos
El escenario inmediato permanece complicado. Entre los principales riesgos están:
- Que la baja cobertura vacunal permita una circulación vírica más intensa, incluso en zonas aún no afectadas.
- Que la actuación del vector se intensifique durante los próximos meses, multiplicando los focos.
- Que se generen consecuencias importantes para los movimientos de animales, tanto entre comunidades autónomas como al interior de ellas, lo que podría afectar la producción y el comercio ganadero.
Si bien la vacunación ha demostrado ser la herramienta más eficaz, su implementación y cobertura hasta alcanzar niveles óptimos (>80 %) sigue siendo un reto. Además, la flexibilidad del programa sanitario vigente —que permite movimientos de animales sin restricciones en todo el territorio peninsular— añade una dificultad adicional a la contención.
Frente al avance de la Lengua Azul en España, la combinación de vacunas adecuadas, declaración de medidas extraordinarias y mayor respaldo institucional se presenta como la única vía con ciertas garantías de éxito.
|