El Ministerio de Consumo, a través de la AESAN, ha sacado a consulta pública el proyecto para obligar a instalar cámaras de videovigilancia en los mataderos.
El principal objetivo es regular todos los servicios de videovigilancia en estas instalaciones, e incluye normas sobre lugares donde han de instalarse las cámaras, garantizando la privacidad de los trabajadores.
La idea es que los operadores incorporen el visionado de las grabaciones a los controles de bienestar animal que se llevan a cabo, como una herramienta más para garantizar la protección de los animales en el momento del sacrificio.
La norma contempla los procesos y tiempos que se permite mantener guardadas las imágenes y sonidos, y cómo será el procedimiento de puesta en conocimiento de las autoridades por posibles infracciones.
En otro países, como Francia, Alemania y Escocia, ya existen estos protocolos en los mataderos, ya que la UE lo permite en su normativa.
Fuente: carnica.cdecomunicacion.es