La Comisión Europea y EFSA, ayudarán a proteger a los consumidores, los animales y el medio ambiente de los riesgos relacionados con la nutrición, gracias a un futuro sistema de etiquetado nutricional.
La Comisión Europea (CE), solicitó el asesoramiento científico de la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA), para fundamentar el desarrollo de la elaboración de perfiles nutricionales de un futuro sistema de etiquetado nutricional, obligatorio y armonizado con toda Europa, y el establecimiento de perfiles nutricionales como las condiciones para limitar las declaraciones nutricionales, y de las propiedades saludables en los alimentos.
EFSA asesoró sobre ciertos aspectos específicos: identificación de los nutrientes y componentes no nutricionales, que tienen importancia para la salud de las poblaciones europeas, los grupos de alimentos que desempeñan una función importante en las dietas europeas, y los criterios que pudieran orientar la elección de nutrientes y componentes alimentarios no nutricionales para los perfiles nutricionales.
La CE propondrá el modelo de creación de perfiles nutricionales que se utilizará para estos dos fines diferentes; el etiquetado en la parte delantera de los envases, y la limitación de las declaraciones nutricionales y de propiedades saludables en los alimentos. Es importante señalar que la EFSA no evaluó ni propuso un modelo concreto de creación de perfiles nutricionales para ninguno de estos fines. |
Los expertos de EFSA afirmaron que las mismas consideraciones científicas podrían respaldar el establecimiento de modelos de perfiles nutricionales para ambos fines. Los gestores de riesgos podrán elegir si se utiliza el modelo idéntico o por otro lado, modelos diferentes para cada uno.
Para este estudio, se han tenido en cuenta grupos de alimentos que desempeñan un papel importante en las dietas europeas, así como la evaluación de nutrientes que se consumen en exceso, o en cantidades impropias en la mayoría de los países europeos.
Hay tres enfoques principales para aplicar los criterios de nutrientes para el etiquetado frontal. El enfoque específico depende del sistema de etiquetado nutricional frontal utilizado.
El primer enfoque para aplicar los criterios de nutrientes consiste en enumerar la contribución de un alimento en las ingestas de nutrientes recomendadas; la información sobre los nutrientes individuales se mantiene por separado. Este enfoque se utiliza en los esquemas no interpretativos de la parte frontal del envase, que contienen nutrientes específicos.
El segundo enfoque típico para aplicar los criterios de perfiles nutricionales, consiste en establecer cantidades umbral para los nutrientes individuales, que dividen las contribuciones de los nutrientes en categorías que se gradúan o son binarias. La información sobre los nutrientes individuales se mantiene por separado. En el caso de los logotipos de aprobación, los productos sólo muestran el logotipo cuando se cumplen todos los puntos de corte pertinentes para los nutrientes individuales.
El tercer enfoque típico consiste en aplicar algoritmos para obtener una puntuación consolidada que represente el perfil nutricional global de los productos. Se combina la información sobre los nutrientes individuales. Este enfoque se utiliza para los sistemas de indicadores resumidos.
El segundo y el tercer enfoque se diferencian del primero porque interpretan el nivel de contribución de los nutrientes que un alimento hace a las recomendaciones dietéticas, yendo más allá del suministro de información numérica.
Existen pruebas de estudios sobre la relación entre la ingesta de determinados nutrientes y componentes no nutritivos de los alimentos, y el desarrollo de la obesidad y otras enfermedades crónicas relacionadas con la dieta, que son relevantes para la salud en Europa. Las enfermedades cardiovasculares, la diabetes mellitus, la obesidad, la osteoporosis, la caries dental y el cáncer, pero también la carencia de yodo y de hierro, entre otras, han sido consideradas por varios países europeos como prioridades de salud a la hora de establecer directrices dietéticas.
Los investigadores concluyen que la ingesta de ácidos grasos saturados, sodio y azúcares están por encima de las recomendaciones dietéticas. Por otro lado, la ingesta de fibra dietética y potasio se encuentra por debajo de las mismas, en la mayoría de las poblaciones europeas. Estos datos se asocian a efectos adversos para la salud, y podrían incluirse en los modelos de perfiles nutricionales.
Tienen en consideración las funciones dietéticas y las contribuciones relativas de los diferentes grupos de alimentos, ya que varían entre los países europeos debido a las tradiciones y los hábitos alimentarios. Se incluyen aquí alimentos ricos en almidón, principalmente cereales y patatas, frutas y verduras, legumbres, leche y productos lácteos, carne y derivados cárnicos, pescado y marisco, frutos secos y semillas, así como bebidas no alcohólicas.
La Comisión adoptó el 20 de mayo de 2020 la estrategia De la granja a la mesa, para un sistema alimentario justo, sano y respetuoso con el medio ambiente, como parte del «Pacto Verde Europeo». Esta estrategia pretende impulsar nuestra transición hacia un sistema alimentario sostenible y facilitar el cambio a dietas saludables. La Comisión adoptará medidas para capacitar a los consumidores para que tomen decisiones alimentarias informadas, saludables y sostenibles. La estrategia anuncia además que, para estimular la transformación y la reformulación sostenibles de los alimentos, pero también para facilitar el cambio hacia dietas más saludables, la Comisión establecerá perfiles nutricionales para restringir la promoción de alimentos con alto contenido en grasas, azúcares y sal.
Esta estrategia consiste en:
- Que el impacto medioambiental sea mínimo o positivo.
- Ayudar a mitigar el cambio climático y adaptarse a sus efectos.
- Invertir la pérdida de biodiversidad.
- Garantizar la seguridad alimentaria, la nutrición y la salud pública, asegurando que todos tengan acceso a alimentos suficientes, seguros, nutritivos y sostenibles.
- Asequibilidad de los alimentos, generando al mismo tiempo una rentabilidad económica más justa, fomentando la competitividad del sector de la oferta de la UE y promoviendo el comercio justo.
A finales de 2022, se realizó una revisión de la legislación existente sobre el suministro de información alimentaria hacia los consumidores, como parte de la estrategia De la Granja a la Mesa.
Fuentes :
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