El estrés por calor es una de las principales causas de pérdidas económicas en el sector lácteo mundial. Estas pérdidas son proporcionales al grado de estrés por calor que depende de:
¡La respuesta por el momento es que no!
La literatura publicada hasta ahora trata que pueden causar estas pérdidas, pero no se ha realizado una cuantificación y evaluación económica de las pérdidas totales bajo diferentes condiciones climáticas y tipos de sistemas de producción.
Es importante contar con estos datos para convencer a los productores e instituciones lecheras de que tomen medidas e inviertan en la implementación de medios de mitigación del calor y enfrenten el problema del estrés por calor.
En este artículo, se describen las vías ya conocidas por las cuales el estrés por calor causa pérdidas en las granjas lecheras, profundizando con detalles sobre las ya conocidas. |
PÉRDIDAS ASOCIADAS A LA PRODUCCIÓN DE LECHE
La primera y más común consecuencia del estrés por calor en las vacas lecheras es la disminución de la producción de leche.
La mejor manera de caracterizarla es en términos de Leche Económicamente Corregida (LEC) por vaca anualmente.
PÉRDIDAS ASOCIADAS A LA COMPOSICIÓN DE LA LECHE
El impacto negativo del estrés por calor en la producción de leche no termina con la reducción del volumen de leche, sino también con la disminución del contenido de grasa y proteína de la misma, fenómeno que ocurre durante el período cálido, con un “efecto de retraso” en las vacas que se secan en ese momento.
PÉRDIDAS ASOCIADAS A LA SALUD DE LA UBRE
El estrés por calor provoca un aumento en el recuento de células somáticas (SCC) en la leche.