Ante el reto de producir con menos antibióticos y hacer un uso racional de los mismos, el sector vacuno lechero cuenta con diversas herramientas con las que cumplir este objetivo:
- El secado selectivo
- El cultivo en granja
- Antibióticos de categoría D
Estas son algunas de las alternativas que Zoetis pone al alcance del profesional.
Hace cincuenta años se publicó el primer tratado para la lucha frente a las mamitis: “El Plan de los Cinco Puntos”.
Este plan incluía una terapia antibiótica en todos los animales al secado. Pero hace cincuenta años la situación era muy diferente.
Hoy día, según indica el informe de la OMS, mueren más de 30.000 personas en Europa debido a las resistencias a los antibióticos, lo que se asocia a un gasto sanitario de cerca de 1500 millones de euros, y el escenario en 2050 muy probablemente empeorará, con más de 10 millones de personas fallecidas por esta problemática.
Todo ello ha derivado en planes estratégicos para reducir el uso de antibióticos tanto en salud humana como animal. En el caso del vacuno lechero:
- Se insta a evitar el tratamiento sistemático de las vacas en el secado.
- Establecer buenas medidas de higiene y prácticas de gestión.
- Promover la utilización de diagnóstico rápido para identificar los patógenos causantes de las mamitis antes de tratar.
De hecho, a partir del año 2022 solo será posible tratar con antibióticos de secado a aquellas vacas que lleguen a esa fase productiva con infecciones intramamarias, por ello resulta fundamental poner en marcha servicios y herramientas para poder trabajar en calidad de leche acorde a las normativas impuestas en cuanto al uso de antibióticos se refiere.
SECADO SELECTIVO: Seleccionar qué vacas deben ser tratadas A pesar de que cuando analizamos las ventas de antibióticos tan solo un 0,5 % de estas son atribuibles a antibióticos de aplicación por vía intramamaria (Informe ESVAC, 2017), desde el sector vacuno lechero también llevan a cabo su contribución para hacer un uso responsable de estos medicamentos.
De esta forma, en las Directrices para una utilización prudente de los antimicrobianos en la medicina veterinaria (2015/C299/04) se anima, entre otras medidas y como ya se mencionaba anteriormente, a evitar el tratamiento sistemático de las vacas en el secado, junto a la utilización de diagnóstico rápido para identificar los patógenos causantes de las mamitis antes de tratar.
Además, en las granjas de hoy en día, un porcentaje más que considerable de vacas llegan sanas al momento del secado, sin infección intramamaria, por lo que no es necesario aplicar un tratamiento antibiótico preventivo a un animal sano, especialmente considerando que hoy en día disponemos de herramientas no antibióticas que previenen las infecciones intramamarias durante el periodo seco, como selladores de la ubre como Orbeseal®.
A este respecto, el secado selectivo se posiciona como una opción posible y necesaria para el sector vacuno lechero.
El Secado Selectivo requiere disponer de datos fiables para seleccionar aquellas vacas que necesitarán o no tratamiento antibiótico. Así, propone aplicar el antibiótico solo cuando sea estrictamente necesario basado, entre otros criterios, en:
- Registros de Recuentos de Células Somáticas (RSC)
- Resultados del Test de California (CMT) realizado al secado
- Presentación de mamitis a lo largo de la lactación
DIAGNÓSTICO PREVIO: Cultivo en Granja
En vacuno lechero es posible conocer la etiología de las mamitis antes de establecer un tratamiento mediante el empleo del Cultivo en Granja: otra de las herramientas con las que cuenta el sector para afrontar el reto de producir con menos antibióticos.
Con el Cultivo en Granja, en tan solo 18 – 24 horas y en la propia granja, se identifica el agente causal de la mamitis con el fin de tomar la decisión acerca de cómo abordar el tratamiento más adecuado basado en evidencias.
El Cultivo en Granja permite identificar:
- Crecimiento de Gram + y dentro de estos, si se trata de estreptococos o estafilococos
- Crecimiento de Gram –
- Ausencia de crecimiento
Así, tan solo está indicado emplear un tratamiento antibiótico intramamario en el primero de los casos; mientras que en ausencia de crecimiento o crecimiento de microorganismos Gram-, solo se optará por el uso de antibiótico por vía parenteral cuando se trate de un Gram- que esté dando lugar a una mamitis severa, y no en el caso de mamitis grado 1 o grado 2.
“Con esta herramienta se puede lograr disminuir el consumo de antibióticos hasta en un 50 % o más”, explica Demetrio Herrera, socio fundador de Q-Llet y reconocido experto en calidad de leche.
TRATAMIENTO ACORDE A USO RESPONSABLE: antibióticos categoría D
Tras conocer e identificar al patógeno responsable de la mamitis, podremos establecer un tratamiento idóneo.
En el caso de ser necesario aplicar un antibiótico, actualmente deberemos optar por aquella opción que, a criterio del veterinario, considere más adecuada. La Agencia Europea del Medicamento ha publicado una categorización de los antibióticos considerando el riesgo para la salud pública de desarrollar resistencias antibióticas basada en el uso de los antimicrobianos en medicina veterinaria.
Dicha categorización de antibióticos actualmente es una recomendación de uso y en enero de 2022 estará amparado por una ley, siendo de obligado cumplimiento.
Según la Agencia Europea del Medicamento, los antibióticos que deben usarse siempre que sea posible como primera intención pertenecen a la denominada como categoría D. Estos antibióticos, tal y como ha evaluado la AMEG (The Antimicrobial Advice Ad Hoc Expert Group) son aquellos que presentan un menor riesgo de desarrollo de resistencias, por ello, en caso de tener que aplicar un tratamiento antibiótico, deben ser la primera opción.
En esta categoría es donde se clasifica el nuevo Orbenin® LA, un antibiótico a base de cloxacilina frente a las mamitis clínicas y subclínicas producidas por estreptococos y estafilococos. Así, con Orbenin® LA es posible tratar las mamitis por Gram+ con una opción racional y responsable.
Además, la posología de Orbenin® LA permite tratar la mamitis clínica durante seis días con solo tres aplicaciones. Los tratamientos extendidos se han asociado en estudios de campo 1,2 con un aumento de la tasa de curación de S. uberis y S. aureus.