Investigadores del Instituto Pirbright han recibido una subvención para el desarrollo de una novedosa vacuna frente al virus de la Fiebre Aftosa (VFA), evaluando su capacidad para inducir una respuesta de anticuerpos protectores en vacuno.
El grupo de investigación también desarrollará métodos de análisis laboratorial para comprobar la eficacia de la vacuna con el fin de reducir la necesidad de realizar estudios en animales.
La nueva vacuna se compone de «partículas similares a los virus» (VLPs, del inglés «Virus Like Particles«), una forma modificada de la cápside del virus de la Fiebre Aftosa que no contiene material genético, habiéndose demostrado ya que este tipo de partículas protege frente a cuatro tipos de enfermedades distintos.
Durante el estudio, se evaluará la respuesta humoral del ganado vacuno frente a la vacuna con la perspectiva de desarrollar la segunda generación de VPLs.
Liderando el estudio se encuentra John Hammond, que señala que «con esta subvención exploraremos la respuesta humoral frente a la vacunación a un nivel molecular. Esto nos ayudará a identificar regiones de la superficie del VFA que son reconocidas por los anticuerpos para controlar su infección. Podemos diseñar VLPs que contengan más cantidad de estas redgiones antigénicas que son compartidos por varios tipos de virus de la Fiebre Aftosa, ampliando así la protección tras la vacunación».
Por otro lado, los investigadores también desarrollarán métodos que permitan determinar la efectividad de la vacuna en el laboratorio, en vez de tener que recurrir a los métodos convencionales basados en la evaluación de la respuesta inmunitaria frente a los VLPs en los animales.
Ello permitiría una monitorización más efectiva, rápida y fiable de la vacuna cuando comience a comercializarse, y contribuiría al compromiso de los científicos de con el concepto las 3Rs (Refinar, Reducir y Remplazar a los animales en investigación).
Actualmente, existen vacunas comerciales a base de virus vivos, pero las vacunas VLPs son vehiculadas a través de células de insectos, lo cual implica que son más seguras de producir, eliminando la necesidad de producirlas en instalaciones de alta bioseguridad. Además, las vacunas VLPs se han diseñado para ser más estables, por lo que será más sencillo almacenarlas y se reducirá la necesidad de mantenerlas bajo refrigeración constante.
La producción de este tipo de vacuna se hace con la espectativa de que se convierta en una opción comercialmente viable, efectiva y de bajo coste para la vacunación frente a la Fiebre Aftosa, especialmente en países donde la enfermedad tiene un gran impacto económico sobre los mercados nacionales e internacionales, la seguridad alimentaria y la sanidad pública humana y animal.
Fuente: Pirbright Institute