El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha firmado un decreto activando la «Ley de Producción de Defensa de EEUU», que le habilita para obligar a permanecer abiertas y activas las plantas de producción cárnica.
Así, se consideran infraestructuras críticas. Esta orden fue firmada por Donald Trump, y puede consultarse en este link.
Esta acción llega como respuesta a la carta publicada por el presidente de Tyson Foods, en la que advertía sobre el riesgo de ruptura del suministro de carne en el país.
En el comunicado oficial de la Casa Blanca, se explica que se busca garantizar a los estadounidenses un suministro fiable de productos como la carne de vacuno, cerdo y aves, garantizando a su vez que los procesadores de carne continúen sus operaciones sin interrupciones.
Para garantizar la seguridad de los trabajadores, estas empresas siguen las pautas de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) y la Administración de Seguridad y Salud Ocupacional (OSHA).
Recuerda además que el cierre de plantas procesadoras de carne puede tener un descomunal impacto en la cadena de suministro de alimentos: dada la alta concentración de procesadores de carne y el relativamente pequeño número de grandes instalaciones, el cierre de estas plantas puede interrumpir el suministros.
El cierre de una sola planta puede:
- Ocasionar la pérdida de más de 10 millones de porciones de carne en un sólo día.
- Puede eliminar más del 80% del suministro de un producto cárnico en concreto.
Se trata de una decisión polémica para determinadas partes de la sociedad estadounidense, ya que implica la obligatoriedad de la apertura de las plantas, pese a ser un foco de contagio.
La Ley de Producción de Defensa en Estados Unidos permite al Gobierno declarar ciertas industrias como infraestructuras críticas, y le permite intervenir en la cadena de producción.
Fuente: carnica.cdecomunicacion.es