Rumiantes el portal de rumiNews

El pastor más joven de Asturias

Según el pastor «Es muy fácil ser animalista viendo documentales de La 2»

A José Luis Alonso, pastor más joven de Picos de Europa con 29 años, el lobo le ha comido 100 ovejas: él es la avanzadilla de una lucha que ya es política

Un día entre tantos…

José Luis Alonso, 29 años, pastor más joven de Picos de Europa, maestro quesero «como me enseñó mi güelu [abuelo]», artesano del mejor quesu de Gamoneu, y verdadero enamorado de sus ovejas, está en la carretera que da acceso a Los Lagos de Covadonga, la que recorren centenares de turistas cada día para subir a uno de esos rincones que hacen de Asturias el indiscutible cielo en la Tierra.

A su lado, un guarda forestal.

Y junto a ellos, en la carretera, una oveja muerta, «con las tripas fuera». Y no dejan de pasar autobuses de turistas en dirección a Los Lagos. Y el guarda apremia a José Luis, que no hace más que mirar a su oveya«Quítala de ahí, que la está viendo todo el mundo».

Y José Luis: «Qué coño, que la vean, que los ecologistas de Instagram vean cómo mata el lobo».

Cuenta luego el chaval: «Y si llega a ser un lobo muerto ya verías cómo lo sacaban todos en las redes sociales… Eso sí, queso queremos comer todos, si voy al supermercado y no hay queso me enfado, ¿eh?».

QUICO ALSEDO | VALLE DE ONÍS (ASTURIAS)-FOTOGRAFÍAS: CARLOS GARCÍA POZO

 

Otro, como muchos…

Mayo pasado. La alcaldesa de Ponga, concejo cercano a Picos de Europa, se dirige al Ayuntamiento para recibir al presidente del PrincipadoAdrián Barbón, que acude al pueblo en visita oficial, cuando descubre en la escalera del Consistorio un regalo inesperado: dos cabezas de lobo perfectamente colocadas e incluso frías, con cierta escarcha, «como si alguien las hubiera mantenido en un congelador» listas para dejarlas ahí.

Es la enésima protesta de los ganaderos asturianos por la ley que, desde 2021, protege especialmente al animal, el mayor depredador de la cadena trófica: otra cabeza de canis lupus signatus apareció un día flotando en una piscina municipal. La defensa de estos ganaderos llegó a provocar que el Gobierno del Principado se enfrentara al central (ambos del PSOE), pero la propia alcaldesa de Ponga, Marta Alonso, también socialista, declaraba tras su inesperado hallazgo: «Esto es un delito, no es una manera de reivindicar nada».

Y mientras en Europa…

Alemania- Baja Sajonia: Una fría mañana de septiembre de 2022, el lobo catalogado como GW950m penetra en una finca y ataca al poni Dolly, de 30 años entonces. Lo mata, y lo llora su dueña, nada menos que la presidenta de la Comisión Europea, Úrsula von der Leyen. Desde instancias comunitarias siempre se ha negado vínculo alguno, pero dos semanas después técnicos de la UE empiezan, por orden de Von der Leyen según diversas fuentes, a dar marcha atrás a la protección extra al cánido. Del cerrado conservacionismo con que las instituciones europeas habían envuelto al lobo, la Comisión pasa a sostener que las manadas de los aproximadamente 18.000 ejemplares catalogados en Europa son «un peligro para el ganado y para los humanos».

Dos semanas después del ataque al pony de Úrsula von der Leyen, el lobo pasa a ser un peligro para el ganado y para los humanos

No hay que ser Einstein para entenderlo. Si se protege al 100% a los lobos, la cúspide de la cadena trófica hombre aparte, «lo normal es que suceda lo mismo que ha pasado con los jabalíes», dice Fernando Villarroel, otro ganadero de Onís: «Que los ves ya por las ciudades, campando a sus anchas». De ese estudio impulsado por Von der Leyen emerge un cambio de tercio legislativo: la Comisión propone a los estados miembros, pasar al lobo de «estrictamente protegido» a sólo «protegido», e intentar conciliar tanto su pervivencia como especie como la de los humanos.

QUICO ALSEDO | VALLE DE ONÍS (ASTURIAS)-FOTOGRAFÍAS: CARLOS GARCÍA POZO

 

«Eso lo hace sin seguir ningún criterio científico», dice a Papel Theo Oberhuber, de Ecologistas en Acción. «Von der Leyen simplemente se ubica ahí porque al PP europeo le interesa acercarse de nuevo a los ganaderos y a sus votantes rurales».

La decisión se celebra como una victoria en Asaja (Asociación Agraria de Jóvenes Agricultores), donde el aún actual estatus de protección extra del lobo -a la espera de cómo reciban los estados miembros la recomendación de la Comisión- también se leía en clave política: «Protegerlo así era una concesión claramente ideológica a los animalistas», explica Gely González, de Asaja Asturias.

Mientras la política sigue jugando su ping pong –Galicia, Asturias, Cantabria y Castilla-León, donde se concita el 95% de población lobunase han declarado insumisas a la protección impulsada por el Gobierno central-, quien no tiene mucho donde agarrarse es José Luis Alonso. Que pase lo que pase tiene que levantarse cada mañana con el alba para pastorear a sus 200 ovejas, 80 cabras y 30 vacas, a las que conoce por sus caras, por el color de sus pelajes e incluso por sus nombres. «Hoy no están guapinas porque ha llovido», dice de las oveyas cuando llegamos al collado, a 11 kilómetros de Los Lagos, en que pastan.

«Aquí viene mucho periodista a contar mi vida de pastor, que sí, me gusta mucho, aunque a la gente le sorprenda que un chaval de 20 años quiera ser pastor… Pero yo quiero que cuentes lo del lobo. ¿Sabes cuántos animales me ha matado ya? Unos 100 en tres años. ¿Tú crees que puedo yo seguir así?». Según el Principado, el lobo mató a 3.115 animales en Asturias en 2022. Un 12% más que en 2021.

El lobo mató a 3.115 animales en Asturias en 2022. Un 12% más que en 2021, según el Principado

Lanza José Luis, desde este barrizal en el precioso corazón de Asturias, el lamento que es vox populi en la ganadería española: «Ahora mismo me sale más barato pegarte un tiro a ti que matar un lobo. Los animalistas prefieren proteger al lobo que comer, ¿no? Pero si encima no hay nadie más animalista que yo, que lo doy todo por mis animales..». Y abrocha: «Y la gente que les sigue, sin tener ni idea de lo que es esto… ¡Es muy fácil ser animalista viendo documentales de La 2!».

La mañana es inusualmente cálida este 15 de enero en el valle de Onís, el vientre de la Asturias rural. José Luis desde Soto de Cangas, en una pick up que tiene más años que las puertas, pero que le permite meterse de frente en la montaña por una trocha que es un río de fango se dirige hacia donde pastan, ajenas al mundanal ruido, sus ovejas. Un rato más tarde, ya de barro hasta las rodillas, el chaval sostiene un matojo de lana y piel. Es lo que queda de Papuda, un ejemplar que dos lobos mataron justo antes de su llegada. «Al menos dejáronme la chapa», levanta una pequeña chapita amarilla junto a la piel.

«Con esto me dan 80 euros por ejemplar, pero con esos 80 euros, ¿yo qué hago? Nada. Yo quería a mi oveja».

Fue su güelu Paulino el que inoculó en José Luis el veneno del pastoreo y la trashumancia: «Desde pequeñín, siempre me dejó cuidar de los animales, y luego me iba pagando por ayudarle».

Luego empezó él con su rebañín, y comenzó a crecer por Asturias la discreta fama de este chaval que va siempre en camiseta, llueva o truene, que antepone a TikTok la naturaleza, y que se pasa la vida con sus animales «de arriba p’abajo», los ordeña y peina él mismo.

En 2017 montó una quesería, Uberdón, que ya asoma en los suplementos gastronómicos más pijos, aunque él sea más de prao que las amapolas, y a mucha honra.

«¿Tú sabes lo que hago yo por ellos?», dice acariciando a Brutus, uno de sus mastines. «Y no te digo que otros ganaderos igual no los tengan sólo para la subvención, de todo hay… Yo creo que las subvenciones vinieron pa matar la ganadería, fíjate lo que te digo. Pero yo, en cuanto gano lo del queso, que es de lo que vivo, encargo el forraje para todo el año. Cada camión de ceba me sale a 5.000 euros. No escatimo ni un euro en veterinario, no dejo un animal atrás».

En el ataque de anteanoche, un lobo distrajo a los mastines mientras el otro atacaba: «Siempre lo hacen así, son animales muy listos, saben bien lo que hacen».

Se queja José Luis de lo que Theo Oberhuber ve como una solución para mantener la protección extra del lobo: «Nos obligan a que las ovejas duerman cerradas y se supone que así están más protegidas, pero al final es peor: cuando los lobos entran, y siempre encuentran cómo, ellas no pueden huir, las matan a placer».

José Luis vendió en 2023 unos 2.000 kilos de queso, fabricado con mimo en una cueva de Los Lagos y con denominación de origen de Gamoneu. Cada kilo se vende a 50 euros. «¡Pero no eches esa cuenta, ¿eh? ¿Tú sabes los cuidados que requieren estos animales?», dice, y se pone a repasar sus nombres: «Aquella es la Ruca, porque se pone a rucar [castañear] los dientes en primavera, aquella otra la Roscas, porque el pelo se le enrosca…».

QUICO ALSEDO | VALLE DE ONÍS (ASTURIAS)-FOTOGRAFÍAS: CARLOS GARCÍA POZO

De junio a septiembre llega para José Luis lo más duro del año: el ordeño. «Ahí tienes que levantate a las seis de la mañana, sin faltar un día, y no te tiendes hasta la una… Hágolo yo todo, el queso también, como me enseñó mi abuelo. A ordeñar ayúdanme un tío mío y si puede mi novia, Cristina, que es radióloga en Oviedo. Qué, te extraña, ¿eh? Cómo andará una radióloga con un pastor…», ríe.

Y cuenta que «hace 30 años por aquí no había lobos, pero de alguna forma alguien tuvo que introducirlos, porque los que llegaron eran medio domesticados: la gente aullaba y ellos aullaban también».

Se les controlaba «o con veneno o los guardas con las escopetas», pero todo cambió cuando se incluyó el animal como especie protegida en 2021, por empeño del Gobierno de Pedro Sánchez.

«El lobo es un animal tan jerárquico que, si matas el líder de la manada, los más jóvenes se desmandan y matan más»

Theo Oberhuber, Ecologistas en Acción

Theo Oberhuber: «Es que los informes científicos dijeron claramente que acabar con ellos no era la forma de controlarlos. De hecho, el lobo es un animal tan jerárquico que, si matas el líder de la manada, los más jóvenes se desmandan y matan más». Añade: «En realidad, como depredador se autorregula. Lo que pasa es que con esta legislación necesitas la colaboración de los ganaderos y en el Noroeste la mayoría está en contra, y sus políticos les apoyan por votos».

«¿Pero cómo se va a autorregular el lobo?», dice Gely González, de Asaja. «Si encima cada vez mata más animales domésticos, cuando lo que tenía que matar son jabalíes. Los conservacionistas sí que están alterando la cadena trófica, dejándoles estar donde nunca habían estado. Nosotros estamos por protegerlo, pero que se puedan controlar donde los daños sean muy elevados. Muchos espacios protegidos se mantienen gracias al ganado menor, pero los ecologistas, apoyados por el Ministerio de Transición Ecológica, van a acabar con ellos. Y con los ganaderos ni te cuento: a Picos de Europa ya no suben ni la mitad, Gamoneu del Puerto ya sólo lo hacen tres familias. Antaño eran centenares».

José Luis, uno de esos tres locos, recuerda: «Mira lo que decía Félix Rodríguez de la Fuente: lobo sí, pero el resto de animales también. ¡Nos hemos vuelto locos! Yo te juro que hay noches que no duermo tranquilo, pensando en mis oveyas aquí arriba en la montaña».

Y es que sí, esta vez es verdad: viene el lobo.


Salir de la versión móvil