Mala gestión forestal, añadido a la sequía y a las imprudencias: récord de hectáreas quemadas
Más de 280.000 hectáreas quemadas en España, la mayor superficie afectada en lo que va de siglo, fruto de la sequía, una mala gestión forestal y múltiples imprudencias
Estas cifras convierten a 2022 en el peor año en cuanto a incendios y superficie quemada en lo que va de siglo, superando a 2012 (cuando ardieron 218.956 hectáreas), según EFFIS, cuyos datos abarcan desde el año 2000 hasta la actualidad. Por su parte, según el registro histórico del Ministerio para la Transición Ecológica, que comprende el periodo 1961-2015, este año sería el sexto con más superficie quemada desde que hay registros.
Las preguntas son continuas: ¿qué quema el monte en España?
Son un conjunto de realidades que vienen a explicar la problemática de los incendios forestales que estamos sufriendo este año.
El 91,5% de la superficie quemada corresponde a junio, julio y lo que va de agosto
De las 286.635 hectáreas quemadas en lo que va de 2022, según EFFIS, 262.384 se habrían quemado entre el 1 de junio y el 20 de agosto: el 91,54%. En este periodo, las tres comunidades autónomas más afectadas han sido Castilla y León, Galicia y Aragón. Sin embargo, no son menos los producidos en la Comunidad Foral de Navarra y en la Comunidad Valenciana. Por otro lado, por provincias, las más afectadas han sido Zamora, Ourense y Alicante.
Se calcula que el fuego destruyó unas 3.500 hectáreas.
Por otro lado, la primera ola de calor del verano, entre el 11 y el 18 de junio, ya dejó decenas de incendios en 23 provincias de España. El más destructivo fue el que afectó a la Sierra de la Culebra, un conjunto montañoso de la provincia de Zamora que es Reserva de la Biosfera y Regional de Caza (paraíso del lobo ibérico) y en el que se quemaron casi 30.000 hectáreas. El fuego arrasó en torno a un 3% de la superficie de la provincia de Zamora y se convirtió en uno de los incendios más grandes en lo que va de siglo.
Por otra parte, están el de Folgoso do Caurel, Lugo (13.612 superficie quemada), uno de los incendios más grandes de la historia de Galicia, Carballeda de Valdeorras en Ourense (12.735) y el reciente de Bejís, en Castellón que ha alcanzado ya más de 20.000 hectáreas.
Efectos de la sequía, el clima, la gestión forestal y malas praxis
Hay que tener en cuenta que la mayoría de los incendios se están registrando en el interior, en zonas donde hay mucho pasto abandonado, que arde a gran velocidad porque está muy seco por las altas temperaturas, y en áreas de montaña despobladas, con mucho terreno en tránsito a bosque.
Asimismo, otra de las numerosas causas que originan incendios forestales son las malas prácticas en actividades agrícolas como la quema de rastrojos, residuos agrícolas o forestales, vertederos de residuos sólidos o el lanzamiento de artificios pirotécnicos o el uso de maquinaria. Esta última por la susceptibilidad de la máquina en originar una chispa en horas o días no permitidos, las podas incontroladas o el empleo de productos acelerantes como el gasóleo.
La mejor prevención es la inversión en desarrollo rural sostenible
Conscientes de la dificultad de erradicar los incendios forestales, son muchas las organizaciones como WWF que ponen el foco en la inversión en el desarrollo rural sostenible como mejor escudo. Así como el tomarse en serio el cambio climático y la creación de políticas serias que lo combatan y tengan la responsabilidad para mantener los operativos al 100% durante todo el año junto con unas tareas de prevención no estacionales. Además de la necesidad de limpiar los montes y de reforestar, no solo con las labores propias de las brigadas forestales, sino fomentando actividades que prácticamente están desaparecidas, como el pastoreo, que lleva a cabo una limpieza de forma natural.