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Extremadura enfrenta la lengua azul mientras las ayudas se retrasan

Extremadura enfrenta nuevos focos de lengua azul mientras las ayudas ganaderas se retrasan, generando pérdidas económicas en los ganaderos


Las áreas más impactadas incluyen las provincias de Badajoz y Cáceres, donde la enfermedad continúa avanzando y generando preocupación entre los ganaderos.

El incremento de casos ha obligado a las autoridades a reforzar las medidas de prevención, incluyendo campañas de vacunación y la intensificación del control del transporte de animales. Según los informes, la lengua azul afecta tanto la salud de los animales como la productividad del sector ganadero, que ya enfrenta otras dificultades como la sequía y los altos costes operativos. Aunque la enfermedad no se transmite a los humanos, su impacto en la ganadería es considerable, afectando tanto la producción de carne como de productos lácteos.

A pesar de los esfuerzos de vacunación en curso, la propagación del serotipo 01 ha puesto en jaque la viabilidad de muchas explotaciones en Extremadura. La vacunación se ha priorizado en las zonas más afectadas, pero la extensión de los brotes y la aparición de nuevos focos en un corto periodo de tiempo han superado las previsiones iniciales. Esto ha generado preocupación por las posibles pérdidas económicas que enfrentan los ganaderos en la región.

El problema no es exclusivo de Extremadura. Otras regiones del sur de España también están luchando contra la lengua azul, con brotes detectados en Andalucía, especialmente en áreas limítrofes con Extremadura. Estas regiones, caracterizadas por su dependencia de la ganadería extensiva, se ven especialmente afectadas por la situación, ya que la movilidad de los animales es clave para su sistema productivo. La prohibición o restricción del movimiento de ganado debido a la enfermedad representa un golpe significativo para el comercio y la economía ganadera local.

En paralelo a la emergencia sanitaria, el sector ganadero sigue esperando las ayudas económicas prometidas por el Gobierno para paliar el impacto de la lengua azul. Sin embargo, estas ayudas, vitales para la supervivencia de muchas explotaciones, aún no se han materializado de manera efectiva. La situación se agrava, ya que el aumento de los casos coincide con otros desafíos, como la inflación de los precios del pienso y los problemas derivados de la sequía prolongada.

ASAJA, la organización agraria, ha emitido un comunicado en el que critica los retrasos en la entrega de las ayudas y la falta de planificación en las políticas de prevención. La organización ha solicitado que se tomen medidas urgentes, no solo para frenar la propagación de la enfermedad, sino también para mitigar los daños económicos que ya están sufriendo los ganaderos. Pedro Barato, presidente de ASAJA, ha subrayado la necesidad de una intervención inmediata por parte del gobierno, pidiendo que se acelere la llegada de fondos y se implemente un plan de gestión más efectivo.

En la Unión Europea, se han iniciado debates sobre cómo gestionar esta y otras enfermedades que afectan a la ganadería en países del sur del continente. La lengua azul, aunque controlable mediante vacunación, sigue siendo una amenaza constante debido a la facilidad con la que se propaga a través de insectos vectores, como mosquitos y tábanos. El cambio climático, que favorece la expansión de estas especies, ha exacerbado la situación en los últimos años, haciendo que enfermedades como la lengua azul sean más difíciles de controlar.

Mientras tanto, los ganaderos en Extremadura y otras regiones afectadas luchan por mantener a flote sus explotaciones. Las restricciones de movimiento impuestas para frenar la propagación de la enfermedad no solo limitan las ventas de ganado, sino que también aumentan los costes de mantenimiento y cuidado de los animales infectados. Aunque las autoridades han asegurado que las campañas de vacunación seguirán ampliándose, el daño ya infligido a muchas explotaciones ganaderas es significativo.

Con la llegada del otoño, las autoridades regionales esperan que las condiciones meteorológicas favorezcan la contención del virus. Sin embargo, el desafío a largo plazo es mejorar las medidas de prevención y respuesta para evitar futuros brotes de lengua azul y otras enfermedades que puedan afectar gravemente a la ganadería, una de las principales actividades económicas de la región.

Extremadura y otras comunidades enfrentan una crisis sanitaria en el sector ganadero debido a los nuevos brotes de lengua azul. La respuesta de las autoridades es clave para contener la enfermedad y proporcionar el apoyo necesario a los ganaderos, que ya se encuentran en una situación crítica.

 

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