La amenaza actual de la gripe aviar altamente patógena exige una atención a nivel mundial, ya que ha dejado de limitarse a sus orígenes en aves
- La circulación actual del virus en el ganado lechero de los Estados Unidos está generando gran preocupación en la comunidad internacional.
Aunque el virus afecta principalmente a aves domésticas y silvestres, se registran cada vez más casos en mamíferos terrestres y acuáticos. Hasta noviembre de 2024, más de 30 especies de mamíferos han sido infectadas por la IAAP, y es probable que este número aumente, ya que los datos del Sistema Mundial de Información Zoosanitaria (WAHIS) indican un incremento en la incidencia de infecciones en el hemisferio. norte durante el mes de octubre, alcanzando su pico en febrero. Estos casos destacan aún más la capacidad del virus para superar las barreras entre especies, representando una amenaza para la fauna salvaje, los animales domésticos y la salud pública.
La deteccion continua de IAAP en el ganado lechero de los EE.UU. genera preocupación a nivel internacional. Los bovinos infectados suelen ser asintomáticos o presentan síntomas leves, con signos clínicos inespecíficos como disminución de la producción de leche, leche más espesa parecida al calostro, pérdida de apetito, letargo, fiebre y deshidratación. La circulación intensiva del virus H5N1 en el ganado vacuno incrementa el riesgo de una mejor adaptación de estos virus a los mamíferos y su posible transmisión a otros animales y seres humanos.
Las investigaciones realizadas hasta la fecha han identificado la leche cruda de vacas infectadas como material de alto riesgo. Existen pruebas de transmisión horizontal del virus desde vacas lactantes infectadas hacia otros animales, incluidos bovinos, gatos y aves de corral. Por ello, solo debe comercializarse la leche de vacas no infectadas que haya sido pasteurizada o sometida a un proceso similar de inactivación viral.
No se ha identificado ninguna adaptación específica del virus al ser humano ni a los mamíferos. Sin embargo, se están llevando a cabo diversos estudios para explorar la patogénesis y las vías de transmisión de estos virus, incluso entre el ganado vacuno y otros animales.
En colaboración con sus Centros de Referencia, la FAO y la OMS, nuestras redes de expertos y miembros, la Organización Mundial de Sanidad Animal (OMSA) sigue de cerca la situación para evaluar los riesgos para los animales. El riesgo para los seres humanos se considera actualmente bajo para el público en general, pero se evalúa como bajo a moderado para aquellas personas expuestas a aves infectadas, animales o ambientes contaminados. La notificación oportuna y transparente es fundamental para mantener un conocimiento adecuado sobre la situación de la enfermedad y evitar la desinformación.
La OMSA recuerda a sus 183 Miembros que, basándose en la información actualmente disponible, las restricciones al comercio internacional de ganado sano y sus productos solo deben recomendarse si están justificados por un análisis de riesgo de importación realizado conforme al Capítulo 2.1 del Código Sanitario para los Animales Terrestres de la OMSA.
La OMSA hace un llamamiento a sus Miembros para que:
- Aumenten la vigilancia de la gripe aviar en aves domésticas y silvestres.
- Incrementen la vigilancia para la detección temprana en la población bovina de los países donde circula la IAAP.
- Incluyan la IAAP como diagnóstico diferencial en especies no aviares, incluidos los bovinos y otras poblaciones ganaderas con alto riesgo de exposición al virus.
- Notifiquen los casos de IAAP en todas las especies animales, incluido el ganado u otros huéspedes inusuales, a la OMSA a través de su Sistema Mundial de Información Zoosanitaria (WAHIS). Las secuencias genéticas del virus deben compartirse en bases de datos públicos.
- Apliquen medidas preventivas y de respuesta temprana para interrumpir el ciclo de transmisión de la IAAP entre los animales, como restricciones a los movimientos de explotaciones ganaderas medidas medidas y estrictas de bioseguridad, especialmente en las salas de ordeño, así como buenas prácticas de producción e higiene. al manipular productos animales. La leche cruda o productos lácteos crudos provenientes de vacas infectadas o expuestas a la IAAP no deben utilizarse para alimentar animales ni para el consumo humano.
- Protejan a las personas que están en contacto estrecho con ganado enfermo o animales infectados, asegurándose de que tomen medidas de precaución adecuadas, como el uso de equipos de medidas de protección personal y la aplicación de estándar de seguridad alimentaria.
- Eviten imponer restricciones comerciales injustificadas. Las gestión del riesgo de importación deben basarse en justificaciones científicas y ajustarse a las medidas internacionales de la OMSA.
Referencias:
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