La creciente preocupación por el cambio climático y la disminución de los recursos hídricos conlleva la necesidad de mejorar las prácticas agrícolas para mitigar su impacto ambiental. Por otro lado, el aumento de las temperaturas y los eventos meteorológicos extremos afectan negativamente a la producción y salud del ganado.
La huella hídrica es una métrica que resume el volumen de agua consumida desde el origen hasta la puerta de la granja, ya sea para la alimentación del ganado como para las operaciones en la granja1. Se divide en tres componentes en función del tipo de agua consumida2:
La huella hídrica es una huella bastante reciente. Descrita por primera vez en 2002 por Hoekstra, en 2014 salió publicada la ISO 14046 para estandarizar su cálculo3.
VARIABILIDAD Y FACTORES QUE INFLUYEN EN LA HUELLA HÍDRICA DEL VACUNO LECHERO
El primer artículo que cumplió con los criterios de selección establecidos fue publicado en 2016 (Tabla 1).
De los 10 artículos seleccionados, solo 6 de ellos están expresados en la misma unidad de medida, m³ por kg de leche corregida en grasa y proteína (FPCM).
Estos 6 artículos contabilizan el agua gastada para:
Uno de los estudios también incluye el agua relacionada con el transporte de las vacas4.
Se ha observado que