La paratuberculosis es una enfermedad de distribución mundial, y es conocida también como «enfermedad de Johne».
Se trata de una infección bacteriana del tracto intestinal, crónica y contagiosa, que afecta principalmente al ganado bovino (asociada al ganado bovino lechero), ovino, caprino y otras especies de rumiantes.
La paratuberculosis se caracteriza por una perdida de peso progresiva en el animal, y una diarrea cada vez más grave.
El agente etiológico es una bacteria denominada Mycobacterium avium subsp paratuberculosis.
Se trata de una enfermedad de declaración obligatoria (EDO).
Los animales infectados excretan la bacteria a través del calostro, las heces y la leche; los animales jóvenes se infectan por contaminación en el medio o por la ingesta de leche contaminada de una vaca infectada. También se produce infección por vía vertical.
Según NEIKER, las vacunas actuales (inactivadas, vía SC) han demostrado ser rentables (costo-beneficio), pero su uso está restringido debido a la interferencia que producen en las pruebas oficiales de control de la tuberculosis bovina.
El estudio iniciado por NEIKER, se centra en evaluar vías alternativas de vacunación y sus efectos sobre la respuesta inmune local.
Se realizó un desafío en un modelo de conejo, para evaluar y comparar una vacuna inactivada a través de dos vías diferentes:
- Vía oral.
- Vía intradérmica.
No existen apenas estudios acerca de la vacunación oral frente a la paratuberculosis, a pesar de que esta vía imita de forma más precisa la infección natural de la bacteria.
En los últimos años, la producción de vacunas por vía intradérmica ha suscitado un interés creciente.
Se han diseñado dispositivos para inyecciones intradérmicas con el objetivo de conseguir una inoculación más fácil y precisa. Algunos estudios han mostrado que esta vía de administración es más efectiva que la intramuscular o la subcutánea, frente a ciertos patógenos.
Respecto a los resultados, la mayor proporción de animales sin lesiones visibles y con menor proporción de tejidos positivos a Mycobacterium avium paratuberculosis, se obtuvo a través de la vía de administración intradérmica.
El análisis inmunohistoquímico reveló que este grupo (vía intradérmica) presesentó una respuesta que demuestra la capacidad de controlar la infección. En general, todos los grupos vacunados mostraron niveles más reducidos de calprotectina, en comparación con el grupo no vacunado (control): esto sugiere lesiones granulomatosas menos activas.
La calprotectina es una proteína cuyo origen está en los leucocitos, y aparece en la mucosa intestinal cuando existe inflamación. Se trata de un biomarcador que permite valorar la actividad inflamatoria intestinal.
El grupo de vacunación intradérmica reflejó cierto grado de reacción a la prueba cutánea, mientras que aquellos animales a los que se les administró por vía oral, no mostraron reacción.
En conclusión, los datos demuestran que la vacuna frente a la paratuberculosis tiene un efecto polarizador sobre los macrófagos, y la vía de administración influye en el proceso infectivo.
Los nuevos productos contra este tipo de enfermedad en el futuro, debería considerar el análisis de las diferentes vías de administración.
Fuente: Veterinary Science, «Alternative Vaccination Routes against Paratuberculosis Modulate Local Immune Response and Interference with Tuberculosis Diagnosis in Laboratory Animal Models», Rakel Arrazuria, Iraia Ladero, Elena Molina, Miguel Fuertes, Ramón Juste, Miguel Fernández, Valentín Pérez, Joseba Garrido, Natalia Elguezabal; oie.int