La calidad de la leche se puede entender desde el punto de vista de su composición físico-química o desde la perspectiva higiénico-sanitaria, es decir, carga microbiológica y recuento de células somáticas (RCS).
El RCS en el tanque de una granja de vacas de leche es un reflejo del nivel de mamitis subclínica de las vacas, ya que la leche de vacas con mamitis clínica no debería ir al tanque. Por tanto, la cuestión es:
Para alcanzar este objetivo, debemos centrarnos en dos periodos fundamentales:
La lactación
Durante el periparto, lo más importante es minimizar los efectos negativos del síndrome postparto, especialmente las retenciones placentarias, las hipocalcemias y las acetonemias, ya que comprometen al sistema inmunitario de la vaca, haciendo que sea más susceptible de padecer mamitis.
PUNTOS CLAVE DE LA PREVENCIÓN DEL SÍNDROME POSTPARTO
Maximizar la ingesta
Controlar el balance de cationes y aniones de la dieta (DCAD)
Equilibrar los nutrientes de la dieta
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Durante la lactación, el objetivo será doble:
1. Seguir manteniendo un sistema inmunitario fuerte.
2. Minimizar la entrada de patógenos a la ubre mediante el manejo de la ración.
OBJETIVO 1
MANTENER UN SISTEMA INMUNITARIO FUERTE
Las mamitis, tanto clínicas como subclínicas, se originan tras la entrada de gérmenes patógenos por la ubre.
No obstante, la entrada de gérmenes por vía oral también provoca una sobrecarga en el sistema inmunitario de la vaca que puede comprometer su capacidad para hacer frente a las infecciones.
Para lograr que las vacas tengan un sistema inmunitario fuerte debemos prestar atención a los siguientes puntos:
Calidad microbiológica de los alimentos
Calidad microbiológica de la ración
Equilibrar los nutrientes de la dieta
Calidad microbiológica del agua
OBJETIVO 2
PREVENCIÓN DE LA ENTRADA DE MICROORGANISMOS EN LA UBRE
Uno de los momentos críticos, al menos dos veces al día, en una granja de vacas de leche, es el tiempo que transcurre desde que la vaca sale del ordeño hasta que va a tumbarse.
Aun sabiendo que el tapón de queratina no cierra completamente el canal del pezón, está demostrado que su formación limita la entrada de bacterias. Por lo tanto, debemos dar tiempo suficiente para que se forme antes de que la vaca se tumbe. Esto se consigue a través de un adecuado manejo de la ración.
Repartir la ración en el momento adecuado
En conclusión, si bien la alimentación no es la causa directa de la mamitis en la mayoría de los casos, tanto su diseño como su manejo permiten minimizar el riesgo de que esta se produzca.