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Proponen el uso de Antimicrobianos en animales en casos excepcionales

La Confederación Empresarial Veterinaria Española (CEVE), propone que la utilización de los siguientes antimicrobianos siga siendo autorizada en animales mediante el mecanismo de la prescripción excepcional. Este mecanismo está recogido en los artículos 112 a 114 del Reglamento (UE) 2019/6


Carboxipenicillinas: la ticarcilina se usa en la especie canina en otitis por pseudomonas, procesos respiratorios y endocarditis bacterianas. Proponen su autorización únicamente en los casos de último recurso.

Ureidopenicillinas: la piperacilina en unión con tazobactam se usa en animales exóticos. En animales de producción se emplea aspoxicilina. Proponen su autorización únicamente en los casos de último recurso.

Carbapenémicos: el imipenem debería ser autorizado únicamente en los casos de último recurso.

Derivados del ácido fosfónico: la fosfomicina es de uso creciente en medicina de animales de compañía, en infecciones del tracto urinario. Dado que posee un mecanismo de acción único, bloqueando el primer paso de la síntesis del peptidoglucano, proponemos su autorización únicamente en los casos de último recurso.

Lipopéptidos: la polimixina se usa en medicamentos veterinarios de uso tópico. Proponemos que se valore el mantenimiento de su autorización de uso, aunque sea únicamente en los casos de último recurso.

Macrocíclicos: Este grupo de antimicrobianos es ampliamente empleado en medicina veterinaria. Es importante indicar que existen moléculas que no se usan en medicina humana (tilmicosina, tulatromicina, triamilida), algunas de las cuales son extremadamente tóxicas para el ser humano (tilmicosina) y no serían de aplicación en medicina humana.

Amantadina: La amantadina no es sólo un antiviral, sino que presenta otras aplicaciones en medicina veterinaria como el tratamiento del dolor en casos refractarios, lo que lo convierte en un fármaco esencial para el cual no tenemos alternativa equivalente. Debería evitarse o restringirse el uso en aquellas especies de riesgo de transmisión de gripe (aves y cerdos) y evitar su uso indiscriminado.

Nitazoxanida: Existen reportes de la posible utilidad de esta molécula en el caso de protozoos, en los cuales hay alternativas terapéuticas eficaces, si bien cada vez se detectan casos refractarios a los tratamientos habituales. Pero también ha demostrado su utilidad en procesos virales graves en otras especies como en la mieloencefalitis protozoaria en équidos, en cuyo caso la nitazoxanida se posiciona como un tratamiento seguro y sin alternativas terapéuticas equiparables.

Nitazoxanida: Si bien este principio activo se desarrolló inicialmente para uso veterinario y su uso está extendido en América, en España no está disponible para uso animal y contamos con un arsenal de antiparasitarios que nos permiten prescindir de él en la actualidad con fines antiparasitarios. No obstante, la aparición de protozoos resistentes a los tratamientos actuales o la restricción de algunos de estos tratamientos en un futuro próximo convierte a la nitazoxanida en una molécula de interés en medicina veterinaria.

Esta iniciativa surge para enfrentar la lista de grupos de antimicrobianos que se creó para reservarlos exclusivamente contra el tratamiento de infecciones humanas. Como consecuencia de ello, no se autoriza el uso de estos antimicrobianos mencionados en animales.

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