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Queratoconjuntivitis Infecciosa bovina – ¿Descuidamos otros patógenos?

Escrito por: Cristina Baselga - Exopol S.L., José Luis Arnal - EXOPOL S.L., Oihane Alzuguren - Exopol S.L.

La queratoconjuntivitis infecciosa bovina (QIB) es la enfermedad ocular más frecuente en bovinos, con un impacto económico y sanitario importante en las ganaderías.

A pesar de ser una enfermedad autolimitante y raramente mortal, las pérdidas productivas derivadas de la falta de bienestar animal (a causa de las lesiones dolorosas), de la reducción en el consumo y el retraso del crecimiento son elevadas, a lo que hay que sumar las pérdidas económicas debido a los costes de diagnóstico y tratamiento.

La QIB es una enfermedad estacional con mayor porcentaje de afectados en verano y otoño, alcanzando un carácter epizoótico cuando la presencia de pastos, moscas y polvo es elevada.

El ganado bovino representa el único reservorio natural conocido de Moraxella bovis, agente etiológico primario de la enfermedad, pudiendo mantener la bacteria viable durante el invierno y siendo fuente de infección para animales más jóvenes durante el verano.

  Etiología de la QIB  

Moraxella 

Moraxella bovis ha sido tradicionalmente considerada como el agente primario de la QIB.

Otras especies de Moraxella, M. bovoculi y M. ovis, también han sido asociadas a esta enfermedad, aunque su papel como causante de QIB no está completamente confirmado puesto que todavía no se ha conseguido realizar una infección experimental. Por ello, la participación de estas dos especies posiblemente tenga un carácter secundario.

Inicialmente, las tres especies se clasificaban como M. bovis, pero los estudios sobre sus diferencias fenotípicas y su distancia genética ha permitido definirlas como especies diferentes.

Mycoplasma

Es habitual encontrar especies de micoplasmas en casos de conjuntivitis.

Mycoplasma bovoculi es el más frecuentemente encontrado y muchos autores apuntan hacia su papel predisponente de posteriores infecciones por Moraxella.

Mycoplasma conjunctivae rara vez es considerado en los diagnósticos diferenciales y, sin embargo, es bien conocido su papel en pequeños rumiantes, ya sean domésticos o de vida silvestre.

Aquellos animales en régimen extensivo con estrecho contacto con estas especies pueden ser fácilmente contagiados.

Mycoplasma bovis ha sido detectado en varios casos de QIB en ausencia de otros patógenos, aunque su alta prevalencia en vías respiratorias dificulta elucidar con precisión su implicación en procesos oculares.

Herpesvirus

El Herpesvirus bovino tipo 1 (BHV-1), agente etiológico de la rinotraqueítis infecciosa bovina (IBR), es el único virus bien documentado como agente etiológico de QIB.

Varios estudios experimentales lo determinan como factor predisponente y señalan que la vacunación frente a este virus disminuye la clínica de conjuntivitis y blefaritis.

Actualmente, la administración generalizada de la vacuna frente a IBR hace que en rara ocasión podamos encontrar presencia de este virus en casos QIB.

Chlamydia

La infección sistémica por Chlamydia spp. en bovino usualmente afecta a las mucosas, incluida la conjuntival. Sin embargo, algunas infecciones experimentales han conseguido inducir procesos sistémicos que incluyen conjuntivitis, ceguera y afectación del nervio óptico.

Microbiota ocular en ojos sanos

La población bacteriana de los ojos de bovinos sanos es variada, compuesta principalmente por bacterias Gram positivas. También encontramos la presencia de Moraxella bovis, Moraxella catarrhalis y Mycoplasma bovoculi, además de otras especies como Streptococcus spp., Staphylococcus spp., Pasteurelaceas, Acinetobacter spp., Pseudomonas spp., Corynebacterium bovis, etc.

  Aparición y cuadro clínico de la QIB  

La QIB afecta


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