La Junta de Extremadura asegura que se están aplicando todos los protocolos establecidos en la Unión Europea y España ante la situación de la tuberculosis caprina.
También aseguran que «los índices de sensibilidad y especificidad de las pruebas» que se llevan a cabo para su detección «son absolutamente fiables». Así lo destacó el director general de Agricultura y Ganadería, Antonio Cabezas.
Respecto al ganado caprino, destaca la evolución «muy buena» durante el año 2019, ya que estaba «por encima del 6% de explotaciones afectadas«, y ahora se sitúa en un 2,8%.
“Muchas veces cuando se escuchan por ahí noticias de que hay que sacrificar alguna explotación o que hay vacas o cabras que sacrificar parece que es un problema generalizado, que todo el mundo tiene esa situación, pero no es así”, aseveró.
Cabezas señaló que van avanzando y que van a seguir trabajando para reducir la prevalencia y la incidencia en los animales. También señaló que ahora tienen un «arma nueva», con el Real Decreto del 13 de febrero, aprobado por el Ministerio de Agricultura.
Este decreto “va a permitir realizar también actuaciones sanitarias sobre la población cinegética y ordenar todos los recursos cinegéticos desde el punto de vista sanitario”.
También recordó que, en 2015, la Junta creó la Mesa de la Tuberculosis a través de la que se han realizado multitud de acciones para buscar solución al problema, así como también se han puesto en marcha convenios con la Universidad de Extremadura, o líneas de ayudas en bioseguridad.
Los animales de la especie caprina influyen notablemente en el mantenimiento de la epidemiología de la tuberculosis, no sólo por ser portadores de la tuberculosis bovina, si no porque también son portadores de Mycobacterium T. Caprae, perteneciente también al Complejo Mycobacterium tuberculosis, que se transmite a los bovinos y al hombre (zoonosis), provocando una sintomatología similar a la tuberculosis bovina.
Fuente: oviespana.com