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AUTOR

Almudena Cabezas

Facultad de Veterinaria, Universidad Complutense de Madrid

María Dolores Carro

Universidad Politécnica de Madrid

Trinidad de Evan

Universidad Politécnica de Madrid

Vicente Jimeno Vinatea

E.T.S.I.A.A.B., Universidad Politécnica de Madrid

Los piensos con alto contenido en cereales que reciben los terneros de cebo fermentan rápidamente en el rumen, produciendo una acumulación de ácidos grasos volátiles y ácido láctico que, a menudo, provoca situaciones patológicas (acidosis, timpanismo, abscesos hepáticos, laminitis, etc.) que afectan negativamente al bienestar y rendimiento productivo de los animales.

El uso de aditivos puede ayudar a prevenir estas patologías, mejorando el estado sanitario de los animales e incrementando su producción, existiendo numerosos aditivos que pueden utilizarse en la práctica.

En este artículo se analizan cuatro tipos de aditivos por su:

Amplio uso en la práctica:

Probióticos

Buffers y alcalinizantes

Potencial de futuro:

Extractos vegetales

Aditivos antimetanogénicos

PROBIÓTICOS

Los probióticos son cultivos vivos de diversos microorganismos que, al ser consumidos por los animales, producen efectos beneficiosos a través de modificaciones en la microbiota del tracto digestivo y/o del estado inmunológico (Fuller, 2004).

En numerosos estudios se ha demostrado que el uso de diferentes probióticos en terneros puede ser útil para mejorar su salud y rendimiento productivo, aunque en otros estudios no se han observado efectos tan claros de estos aditivos.

Los probióticos utilizados en la alimentación de los terneros incluyen cultivos de diferentes bacterias, especialmente de las especies Bacillus, Enterococcus y Lactobacillus, y cultivos de hongos, entre los que destaca la levadura Saccharomyces cerevisiae (Tabla 1).

En general, los cultivos de bacterias son más utilizados en los animales jóvenes, en los que no se ha desarrollado por completo el rumen (prerrumiantes), mientras que S. cerevisiae se administra a animales con un rumen funcional, aunque esta levadura también puede ser eficaz en los terneros prerrumiantes.

CULTIVOS DE BACTERIAS

En una revisión de diferentes trabajos en los que se observaron efectos positivos de la administración de diferentes especies de Lactobacillus y Streptococcus a terneros en diferentes fases del crecimiento, Krehbiel et al. (2003) observaron como media un aumento del 2,5 – 5% en la ganancia medida diaria (GMD), una mejora del 2% en la eficiencia de utilización del alimento y un aumento de 6 – 7 kg en el peso de la canal, aunque los cambios en la ingestión de alimento fueron inconsistentes. En algunos casos se ha observado también una reducción de la morbilidad y la excreción fecal de E. coli (Krehbiel et al., 2003; Peterson et al., 2007).

La administración de estos cultivos bacterianos a terneros jóvenes puede ejercer efectos beneficiosos a diferentes niveles (Newman y Jacques, 1995):

Aumento de la producción de ácido láctico, lo que reduce el pH intestinal y dificulta el crecimiento de bacterias enteropatógenas.

Competencia con microorganismos patógenos por los nutrientes y puntos de adhesión a la mucosa intestinal.

Producción de sustancias con efecto antimicrobiano (bactericinas, péptidos bioactivos, etc.).

Adsorción de bacterias patógenas y toxinas microbianas en su superficie.

Estimulación de la respuesta inmunitaria al aumentar la actividad de los macrófagos y los niveles de IgA que cumplen una función fundamental en la protección de la mucosa intestinal de las agresiones microbianas.

Mediante estos mecanismos, los probióticos bacterianos impiden o dificultan la colonización del tracto digestivo por bacterias patógenas (Salmonella, E. coli, Clostridium, etc.) y reducen su concentración y/o producción de toxinas, disminuyendo la incidencia de diarreas (Timmerman et al., 2005).

Las necesidades nutritivas para el mantenimiento y la renovación del epitelio intestinal aumentan considerablemente con los procesos entéricos (Koutsos y Klasing, 2001), por lo que mejorar la salud intestinal supone un importante ahorro de nutrientes a los terneros, siendo otra vía de contribución de los probióticos bacterianos a la mejora de sus rendimientos productivos.

En resumen, los terneros jóvenes que reciben probióticos bacterianos como aditivos pueden presentar





 
 

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Revista rumiNews Marzo 2024

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