Aumentar el rendimiento de la granja mejorando la rutina de ordeño
Para Ian Ohnstad de The Dairy Group, los patrones de flujos de leche están infrautilizados como indicadores de éxito en la rutina de ordeño, a pesar de que son un reflejo directo de cómo están siendo cuidadas las ubres antes del ordeño.
«La monitorización de los flujos de ordeño de cada vaca ayuda a los ganaderos a aumentar significativamente las ganancias en cuanto a eficiencia de ordeño y a mejorar la salud de las ubres» dice Ian Ohnstad de The Dairy Group.
Al inicio del ordeño, la primera leche que sale de la vaca es la leche residual del último ordeño (leche cisternal). A esta le sigue la leche alveolar, que se excreta mediada por la oxitocina, resultado de la estimulación de la ubre y de varios reflejos condicionados.
El descenso de la leche alveolar no es instantáneo, por lo que es necesaria una intensidad adecuada y un tiempo determinado de estimulación de la ubre para que este leche alveolar fluya inmediatamente después de la leche cisternal.
El principal problema en la granja es el ordeño con flujo bimodal de la leche. En este momento es cuando a la salida de la leche cisternal le sigue una etapa en la que se produce poca leche, previo al descenso de la leche alveolar.
Cuando el flujo de leche en la ubre se reduce temporalmente: