El objetivo de la cría de terneros es obtener una vaca lechera sana y altamente productiva. Para conseguirlo, es muy importante tener en cuanta la salud predestete del ternero, ya que las tasas de mortalidad y morbilidad siguen siendo altas en estos animales. |
Un estudio reciente realizado en Alemania reveló tasas de mortalidad de hasta el 17 % en terneros (desde el nacimiento hasta los 6 meses de vida) en granjas lecheras.
EL RUMEN, EL PUNTO CLAVE
El epitelio ruminal desempeña funciones fisiológicas clave, como la absorción, transporte y metabolismo de ácidos grasos de cadena corta.
A diferencia de otros órganos, cuya función disminuye en relación al “peso corporal vacío” a medida que el rumiante madura, el rumen experimenta un notable crecimiento, aumentando del 30% al 70% de la capacidad total del sistema gastrointestinal durante el proceso de destete (Gráfica 1).
En los mamíferos, el tejido intestinal atraviesa una intensa proliferación celular, tanto durante el desarrollo fetal como en las primeras etapas postnatales, como respuesta a la necesidad de digerir y absorber los nutrientes presentes en la leche.
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El hígado es el órgano central que regula la distribución de los nutrientes hacia la periferia para sustentar el crecimiento, debiendo adaptarse a los patrones de absorción de nutrientes derivados del desarrollo del rumen.
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ETAPAS DEL DESARROLLO RUMINAL
En los terneros neonatos, el rumen se encuentra poco desarrollado, tanto en su estructura física como en su funcionalidad metabólica: