Cada vez hay más evidencias científicas demuestran la importancia de las condiciones de desarrollo fetal durante la gestación. Y es que la nutrición y el manejo de la hembra gestante influyen de manera importante y a largo plazo en la salud y el rendimiento productivo de su progenie.
Programación fetal
Durante el periodo de desarrollo fetal se produce lo que se conoce como «programación fetal» que se asocia a los estímulos (positivos o negativos) que reciba la hembra gestante durante este periodo tan crítico y que tiene efectos a largo plazo sobre la progenie.
Factores estresantes y la restricción de nutrientes durante el 1er, 2o y 3er trimestre de gestación puede tener importantes consecuencias negativas sobre el desarrollo fetal. Entre estos factores perjudiciales se encuentran:
- Hacinamiento de los animales
- Cojeras
- Deficiencias nutricionales durante el periodo de secado
- Partos gemelares
- Estrés por calor
- Mamitis
Tradicionalmente, siempre se ha considerado que el aporte de nutrientes durante el primer trimestre de la gestación no tiene un gran impacto en el desarrollo fetal, al ser las demandas nutricionales más bajas. Sin embargo, estudios realizados en ovejas y vacuno de carne demuestran que esta concepción no es cierta.
Equilibrio del sistema endocrino
Tal y como demostraron Symonds et al. (2010), la restricción de nutrientes durante el primer trimestre conduce a una reducción de las concentraciones plasmáticas de importantes reguladores de la homeostasis:
- Cortisol
- Hormonas tiroideas
- Insulina
Este fenómeno se produce con el fin de lograr unos niveles de glucosa estables para dar soporte al crecimiento fetal. Sin embargo, una alteración de los niveles de estas hormonas puede afectar la sensibilidad endocrina de varios órganos fetales.
Debido a que durante la gestación se produce una reducción de la sensibilidad a la insulina y un incremento del depósito de grasa, la capacidad de la vaca lechera de movilizar y metabolizar la grasa corporal puede verse afectada.
Asimismo, una movilización excesiva de grasa en épocas en las que la función hepática está reducida se asocia a alteraciones metabólicas como cetosis e hígado graso.
¿La nutrición de la hembra afecta al rendimiento de su descendencia?
En un estudio realizado por Long et al. (2012) en vacuno de carne, se puso de relevancia que, si bien una restricción nutricional del 30% en las fases iniciales de la gestación no tiene un efecto significativo en los pesos al nacimiento, destete y sacrificio con 1 año de vida, sí que conduce a un mayor engrasamiento (incremento en el tamaño de los adipocitos) y una reducción en el tamaño muscular en animales sacrificados con más de 1 año de vida.
Martin et al. (2007) por su parte, demostraron que los novillas de carne nacidas de hembras que recibieron un suplemento proteico alcanzaban un mayor peso corporal antes y durante la gestación, con mejores resultados en los indices reproductivos.
La calidad del pasto también ha demostrado tener un efecto significativo en el desarrollo fetal del vacuno de carne, tal y como pudieron comprobar Underwood et al. (2010) al dar un pasto de mayor calidad durante el segundo trimestre de la gestación (120-150 días).
Los terneros nacidos de estas hembras tuvieron un mayor peso al destete, así como una mayor GMD durante el cebo y al sacrificio.
El estrés por calor perjudica al ternero
Otro de los factores que tiene un fuerte impacto sobre el desarrollo fetal es el estrés por calor sufrido por la madre durante la gestación.
En este sentido, varios estudios han revelado que los terneros nacidos de vacas que sufrieron estrés por calor durante el tercer trimestre (periodo de secado) tienen:
- Un menor peso al nacimiento y al destete
- Peor absorción de inmunidad maternal
- Peor supervivencia durante la lactación
¿El número de partos afecta a la descendencia?
Curiosamente, se ha comprobado que la paridad de la vaca influye en la producción lechera de sus hijas (González-Recio et al., 2012), de tal forma que las novillas nacidas de primíparas producen más leche y son más longevas en comparación con novillas nacidas de vacas multíparas, lo cual podría explicarse porque la novilla suele estar sometida a menos estrés fisiológica que la vaca lactante.