El consumo diario de leche ofrece numerosos beneficios para la salud que son difíciles de obtener de otras fuentes alimenticias
- El consumo diario ofrece numerosos beneficios para la salud ya que estos minerales resultan esenciales, no solo durante el crecimiento y el desarrollo, sino en todas las etapas de la vida.
Dentro de la leche y sus derivados, como nutrientes destacan el calcio y la vitamina D por su cantidad y alta biodisponibilidad. Estos dos micronutrientes están relacionados con el crecimiento y mantenimiento de los huesos y dientes, así si la ingesta de calcio disminuye, el organismo utiliza el calcio óseo para su correcto funcionamiento, lo que disminuye la densidad mineral ósea y debilita los huesos, que serán más susceptibles a sufrir fracturas.
De acuerdo con la FEN, incluir lácteos en la dieta cubre hasta el 33% de las necesidades diarias de proteínas.
Estos también están relacionados con la coagulación sanguínea, el metabolismo energético y neuromuscular, la función de enzimas digestivas, la división neuromuscular y la diferenciación celular. Por estos motivos, el consumo diario ofrece numerosos beneficios para la salud ya que estos minerales resultan esenciales, no solo durante el crecimiento y el desarrollo, sino en todas las etapas de la vida.
Otro beneficio del calcio presente en los productos lácteos es que este se absorbe mejor junto con la lactosa, vitamina D y la adecuada proporción calcio/fósforo que contiene la leche. Además, el riesgo de fractura osteoporótica aumenta con la deficiencia de vitamina D. De hecho, la vitamina D biológicamente activa mejora la absorción intestinal de calcio al regular las proteínas transportadoras de calcio en el intestino delgado, estimulando la maduración osteoclástica y ayudando al crecimiento óseo.
Dejar de tomar lácteos, por alguna circunstancia (alergias, intolerancias, aversiones), dificultará cubrir las necesidades de calcio. Su alto contenido proteico tiene un efecto positivo en la gestión del peso y la obesidad, debido a que la leche genera sensación de saciedad y reduce el apetito. Además, consumir leche baja en grasa puede ayudar a prevenir enfermedades cardiovasculares. También se ha observado una menor prevalencia de diabetes tipo 2 entre quienes consumen productos lácteos de manera regular.
Algunos de los mitos más comunes sobre la leche incluyen:
- Se afirma que contiene antibióticos y hormonas. Esta es una creencia incorrecta, ya que es ilegal el uso de estas sustancias para promover el crecimiento y la producción de leche. La regulación es estricta y la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA) publica informes anuales que muestran los resultados de las inspecciones alimentarias regulares.
- Provoca alergias e intolerancias. Es importante diferenciar entre alergia a las proteínas de la leche de vaca, para la cual existen alternativas como la leche hidrolizada, y la intolerancia a la lactosa, un azúcar presente en la leche.
- La leche engorda. Aunque la leche contiene grasa, esta es necesaria para transportar vitaminas liposolubles como las vitaminas A, D, E y K. El contenido de grasa varía desde el 3.5% en leche entera hasta el 0.8% en leche desnatada, ofreciendo un perfil nutricional rico con un contenido calórico moderado.
Generalmente se percibe que las leches vegetales son más sostenibles que la leche animal, aunque esta conclusión siempre puede matizarse. Solo algunos de estos productos pueden llevar el sello de «orgánicos» en la Unión Europea, cumpliendo con criterios específicos como la prohibición de herbicidas y pesticidas artificiales.
El proceso para crear una bebida de origen vegetal generalmente implica remojar el ingrediente base en agua, mezclarlo con más agua y luego filtrar la mezcla para eliminar los sólidos. El resultado es usualmente un líquido amargo y sin sabor, puesto que estos ingredientes contienen principalmente carbohidratos en forma de almidón y fibra, lo que lleva a que muchas de estas bebidas tengan azúcares añadidos y aromatizantes para mejorar su sabor.
Por otro lado, las bebidas vegetales tienden a ser menos ricas nutricionalmente. Aquí están las cantidades de proteínas por cada 100 ml en varios productos:
- Leche de vaca: 3,4 g
- Bebida de soja: 1,6 g
- Bebida de almendras: 0,64 g
- Bebida de avena: 1 g
- Bebida de arroz: 0,7 g
Es importante señalar que las proteínas de las bebidas vegetales no son completas, es decir, no poseen todos los aminoácidos esenciales en cantidades adecuadas, y su biodisponibilidad es inferior a la de las proteínas de la leche de vaca. La soja es una excepción, ya que sus proteínas son completas. Por lo tanto, para alcanzar un perfil nutricional equivalente, es necesario consumir diversas fuentes vegetales y en mayores cantidades.
Ajustado por el contenido proteico, la leche de vaca resulta tener menores emisiones de gases de efecto invernadero, además de un menor impacto en la eutrofización y el consumo de agua comparado con las alternativas vegetales.
En países de ingresos altos, la diferencia en el contenido proteico puede no ser crucial para un adulto, ya que es probable que estos nutrientes se obtengan de otras fuentes alimenticias. Sin embargo, en muchas regiones de ingresos bajos, donde la dieta se basa en cereales y tubérculos altamente energéticos pero pobres en nutrientes, la leche y sus derivados son vitales para una nutrición adecuada. En estos contextos, eliminar o sustituir estos productos lácteos por bebidas vegetales podría repercutir negativamente en la salud y la nutrición de la población.
Referencias:
Fundación española de la nutrición
http://Polzonetti V, Pucciarelli S, Vincenzetti S, Polidori P. La ingesta dietética de vitamina D procedente de productos lácteos reduce el riesgo de osteoporosis. Nutrientes . 2020; 12(6):1743. https://doi.org/10.3390/nu12061743
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