El sueño de un padre hecho realidad: Quesos de cabra «El moro»
Carlos Lázaro, conocido como ‘El Moro’ en Figarol ya confecciona quesos de cabra
Carlos Lázaro, falleció en 2012 sin fundar su quesería. Diez años después, Silvia Lázaro ha hecho realidad el sueño de su padre.
Carlos Lázaro Delgado, conocido como El Moro en Figarol, tenía una idea metida entre ceja y ceja: poseer su propia granja de cabras, fundar una quesería y crear el primer queso bardenero de la historia. Carlos construyó la granja en 2008, pero, desgraciadamente, falleció en 2012 sin poner en marcha su quesería. “Mi padre muere con una inversión monumental recién hecha. Acabé la carrera de químicas y decidí que tenía que ayudar a mi madre Fefa y a mi hermano Edgar. Ambos se encargaban de la granja y no los quería dejar solos. Al principio, me costó entender el funcionamiento de la granja, pero cuando la dominé decidí recuperar el proyecto de mi padre”, explica Silvia Lázaro Alfaro, fundadora de la quesería El Moro, que elabora artesanalmente quesos de cabra en su granja de Figarol.
Silvia pudo iniciar la quesería en diciembre de 2019, cuatro meses antes de que empezara la pandemia del COVID19. “Fue un shock y un golpe terrible porque solo teníamos cuatro meses de vida. La pandemia nos ha impedido expandir el negocio y al final hemos realizado una venta muy localizada en los pueblos de alrededor del valle de Aragón. Sin embargo, las restricciones nos permitieron perfeccionar nuestros productos hasta conseguir lo que ofrecemos ahora”, afirma Silvia.
En la Granja El Moro se confecciona Queso fresco tipo Burgos, queso de leche cruda con tres meses de maduración –con el objetivo de que sean seis meses de maduración– y un queso de leche pasteurizada con seis semanas y tres meses de maduración.
“El primero sería un quesito más blandito, ácido y cremoso y el segundo más curado y rotundo”, explica Silvia.
Estos quesos se elaboran con sus 450 cabras de raza murciano-granadina. Los animales están semiestabulados. «Las 450 cabras siempre duermen en la granja y tenemos un terreno en los alrededores donde salen a pasear y a tomar el sol, porque comer, comen poco. Además, hay que tener en cuenta que estamos muy cerca de Las Bardenas Reales, no vivimos en la montaña, así que tenemos muchos matorrales y secarrales”, comenta Silvia.
Este año, la Granja el Moro ha empezado a viajar por las ferias de productos artesanales. “Son muy importantes porque nos permiten mostrar nuestro trabajo. El queso de cabra no está muy presente entre los navarros y muchas personas siguen comprando quesos de oveja de Idiazabal y Roncal, pero poco a poco nos estamos haciendo un hueco en este mundillo”, señala Silvia.
En el negocio familiar también se ha involucrado la pareja de Silvia, Miguel, educador infantil que los fines de semana se encarga de atender al público. “Empezamos una relación, vimos que funcionaba y le dije que si queríamos seguir adelante se tenía que venir a vivir a Figarol. Miguel es de Allo, pero tuvo la suerte de encontrar trabajo cerca del pueblo. Cuando está libre, me echa una mano porque mi madre y mi hermano se quedan en la granja cuidando a las cabras. ¡Menos mal que me ayuda!”, explica Silvia.
Reyno Gourmet
La quesería Granja El Moro acaba ha entrado en Alimentos Artesanos de Navarra y en Reyno Gourmet, la marca de calidad agroalimentaria gestionada por INTIA. “Hemos decidido formar parte porque, por ahora, hay pocos productores de queso de cabra en nuestra tierra y creemos que es muy interesante la promoción que nos pueden dar estas dos instituciones”, afirma Silvia.