La Rinotraqueítis Infecciosa Bovina (IBR) es una enfermedad que parece estar parcialmente controlada en algunas áreas del territorio nacional. Sin embargo, no ver síntomas clínicos no significa que no haya IBR en las explotaciones, siendo muy normal tener granjas con animales infectados con IBR sin manifestar enfermedad, por lo que el virus circula libremente infectando nuevos animales. Ante tal situación, no se puede determinar que la enfermedad esté bajo control.
En este artículo, se describe el caso de una granja de leche que ha sido capaz de controlar la IBR mediante buenas medidas de bioseguridad, tanto externas como internas, y mediante un acertado plan vacunal.
La recría, aunque se encuentra en la misma explotación que las vacas en ordeño, no tiene contacto directo, evitando así infecciones desde los diferentes grupos.
PRIMOVACUNACIÓN
El plan vacunal frente a la IBR se realizó con vacuna marcada viva aplicada por primera vez en novillas de 13-14 meses justo antes de la 1ª inseminación, junto con una trivalente frente a BVD, PI-3 y BRSV (vivo).
REVACUNACIÓN
A partir de aquí la revacunación del rebaño se hizo cada 6 meses con ambas vacunas, protocolo empleado en los países bajo un control de la IBR.
El veterinario, ante tal sintomatología, decidió