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AUTOR

Enrique Fraile Pernaute

Técnico de rumiantes, Adisseo

El progresivo aumento de las temperaturas ha hecho que el estrés por calor en la vaca lechera se haya convertido en un problema en cualquier parte de Europa, afectando a la salud, bienestar y productividad del ganado lechero y, por tanto, a la economía de las explotaciones.

Estudios realizados a nivel global estiman que estas pérdidas económicas a finales de siglo serán cercanas a 40.000 millones de euros.

 

LAS CONSECUENCIAS DEL ESTRÉS POR CALOR

En un intento por disipar el calor corporal, las vacas lecheras reaccionan al estrés por calor:

Reduciendo el consumo de alimento, pudiendo llegar a descender en más de un 30%.

Reduciendo el tiempo de rumia.

Aumentando la tasa de respiración y el tiempo de reposo.

Aumentando el consumo de agua, la salivación excesiva, el babeo y el jadeo.

Esto conduce a un ambiente y función ruminal desfavorable con un pH más bajo, una menor producción de proteínas microbianas y ácidos grasos volátiles (AGV) y una menor digestibilidad de los nutrientes. Además, los requisitos de mantenimiento aumentan a medida que las vacas intentan perder calor corporal.

Todas estas modificaciones fisiológicas se traducen en problemas en nuestro rebaño:

Disminución de la producción de leche.
Disminución de la tasa proteica y butírica.
Aumento del intervalo entre partos y del número de inseminaciones.
Aumento de células somáticas y mamitis.
Acidosis subclínicas.
Aumento de retención placentaria.
Problemas metabólicos.

 

MANEJO DIETÉTICO DEL ESTRÉS POR CALOR

Las medidas de manejo a aplicar para reducir, en la medida de lo posible, los efectos negativos del calor son conocidas.

En cuanto a la alimentación de verano, existe variedad de soluciones, desde la formulación de dietas muy apetitosas y digestibles que contienen diferentes fuentes de energía y aditivos que ayudan a mejorar la digestibilidad y a reducir los efectos negativos del estrés por calor, a estrategias «ad hoc» de preparación y administración de la comida.

Es fundamental tener en cuenta que cualquier medida dietética adoptada cuando la sensación de calor se vuelve claramente perceptible para el ser humano llega tarde.

Cuando el rebaño lleva algún tiempo en estado de sufrimiento, habrá activado sus mecanismos de adaptación al estrés térmico y, por tanto, ya habrá reducido el consumo de alimentos, lo que nos acabará pasando factura de septiembre a diciembre.

¡Si hablamos de estrés por calor lo importante es la prevención!

 

LA CLAVE – PREVENIR EL ESTRÉS OXIDATIVO

Hay que actuar con antelación, desde finales de primavera, cuando la inserción adecuada de tres suplementos en la dieta puede prevenir el estrés «oxidativo» inducido por el calor, el descenso en la producción y los problemas reproductivos:

Selenometionina pura
Metionina protegida de la degradabilidad ruminal
Vitamina A de alta biodisponibilidad

  SELENOMETIONINA 

¡La selenometionina es el nutriente clave!

Los animales suplementados con selenio (Se) son más resistentes al estrés oxidativo y mantienen mejor su rendimiento y su estado general de salud. Esto es debido a que el selenio juega un papel fundamental dentro del sistema antioxidante, siendo un componente clave de dos aminoácidos:

Selenometionina (SeMet)

Selenocisteína (SeCys)

Actualmente, se han identificado 25 selenoproteínas en tejidos animales y más de la mitad de ellas participan directa o indirectamente en el mantenimiento del equilibrio redox corporal y defensa antioxidante (por ejemplo, glutatión peroxidasa).

Las selenoproteínas también están involucradas en el metabolismo de la tiroides, el correcto funcionamiento de los espermatozoides y en las respuestas inflamatorias e inmunitarias.

SeMet es la forma de almacenamiento natural de selenio, mientras que SeCys es la forma activa que se encuentra en el sitio catalítico de las selenoproteínas.

En el mercado existe una fuente pura de selenio orgánico compuesto 100% de hidroxianálogo de selenometionina que, tras ser absorbido a nivel intestinal, llega al torrente sanguíneo hasta que se asienta en los órganos de almacenamiento (hígado, riñones, páncreas y músculos), creando en el animal una especie de «póliza de seguro» de selenio funcional.

Desde aquí, en caso de necesidad, por ejemplo, en días con alto índice de temperatura humedad (THI) en los que la ingestión de materia seca y de antioxidantes disminuye significativamente, las reservas corporales de selenio se movilizan para mantener una correcta producción de selenoproteínas de forma que puedan realizar rápidamente su acción antioxidante e inmunitaria, manteniéndose correctamente el rendimiento productivo y reproductivo de la vaca.

  METIONINA PROTEGIDA DE LA DEGRADACIÓN RUMINAL  

La reducción de la ingesta conlleva la necesidad de aumentar el metabolismo hepático para obtener energía y la metionina es fundamental para este proceso.

Además, aumenta la demanda de metionina para la síntesis de inmunoproteínas, glutatión y taurina para hacer frente a la respuesta inflamatoria originada por la situación de estrés.

Por todo lo anterior, apenas se cubren las necesidades de aminoácidos para la producción de leche, siendo recomendable la inclusión de metionina de alta biodisponibilidad la dieta.

Según estudios recientes realizados por Pate et al. (2020), las vacas que recibían una dieta equilibrada en metionina (Smartamine M) mantenían mejores resultados productivos frente a otras que no la recibían.

Ante una situación de estrés por calor, las vacas suplementadas con metionina presentaban una menor disminución en la proteína de la leche (-0,06 % en el lote con tratamiento vs. -0,1 % en el lote control).

Con respecto a la tasa butírica, observaron un aumento de grasa en leche en las vacas suplementadas frente al lote control (+0,12 % lote tratamiento y -0,1 % lote control)

  VITAMINA A DE ALTA BIODISPONIBILIDAD  

La Vitamina A (retinol) es un nutriente esencial ya que las bacterias del rumen son incapaces de sintetizarla en cantidades suficientes para cubrir las necesidades de la vaca, siendo crucial asegurar su aporte adecuado.

El problema es que la degradabilidad ruminal de la Vitamina A es bastante alta y el porcentaje que llega al intestino es inferior al suministrado.

Por esta razón, resulta interesante aportar Vitamina A protegida que, al no sufrir degradación ruminal, llega al intestino en su totalidad para ser absorbida.

Si bien, es una vitamina que se almacena a nivel hepático, se ven respuestas positivas (recuperación de mucosas, reproducción, inmunidad) a la suplementación en periodos de estrés o de altas necesidades cuando los niveles habituales no son suficientes y, por ello, recomendamos utilizar Vitamina A protegida para garantizar su máxima biodisponibilidad.

 

La inclusión de una fuente pura de selenometionina (Selisseo®), junto con fuentes de metionina (Smartamine® M, Mestasmart®) y vitamina A protegidas (Microvit® A Supra Ruminant), en la ración produce resultados seguros.

El uso de estos suplementos está tanto o más indicado en el periparto, situación en la que al estrés por calor se unen todos los cambios fisiológicos asociados al parto y la lactación.

En esos momentos, la incorporación de metionina protegida ha demostrado un efecto positivo sobre el tamaño de las novillas y su posterior desarrollo productivo. A esto se añaden los beneficios de la metionina protegida, la selenometionina y la Vitamina A sobre las patologías posparto.




 
 

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Revista rumiNews Marzo 2024

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