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Europa refuerza su lucha contra la fiebre aftosa tras brotes en Alemania

La fiebre aftosa, una de las enfermedades más contagiosas que afecta a animales de pezuña hendida, ha encendido las alarmas en Europa tras recientes brotes detectados en Alemania


El pasado 10 de enero de 2025, las autoridades veterinarias oficiales de Alemania comunicaron la detección de un foco de Fiebre Aftosa (FA), en una explotación extensiva de búfalos de agua (Bubalus bubalis), localizada en Hoppegarten, al este del estado de Brandeburgo (Alemania). La sospecha de la enfermedad se inició el 9 de enero tras la comunicación de presencia de síntomas clínicos y mortalidad (3 días antes), en 3 de los 14 animales de la explotación.

Las autoridades de Alemania procedieron a la toma de muestras oficiales, que fueron analizados para distintas enfermedades, confirmándose como positivas al virus de la Fiebre Aftosa por parte del Friedrich-Loeffler Institute de Alemania (DEU), Laboratorio Nacional de Referencia para esta enfermedad, en todos los animales de la explotación.

El LNR ha confirmado que se trata del serotipo O, incluido dentro del topotipo ME-SA/linaje SA 2018, que ha sido detectado previamente en países como Turquía, Irán, Omán, Emiratos Árabes Unidos, India y Nepal. Los estudios de secuenciación del aislado alemán mostraron su mayor homología (99,8 %) con uno procedente de Turquía en 2024. En el banco alemán de vacunas de la fiebre aftosa se dispone de antígenos para esta cepa, aunque de momento las autoridades alemanas no han mostrado su intención de vacunar.

Una enfermedad de alto impacto

La fiebre aftosa es una infección viral altamente contagiosa que afecta a especies como bovinos, porcinos, ovinos y caprinos. Aunque no representa un riesgo directo para la salud humana, su capacidad de propagarse rápidamente entre animales y causar pérdidas económicas significativas la convierte en una amenaza para el sector ganadero.

Según la Organización Mundial de Sanidad Animal (OMSA), la enfermedad se caracteriza por fiebre alta, lesiones ulcerosas en la boca y pezuñas, y una rápida disminución en la producción de leche y carne. Su control es complejo debido a la facilidad con la que el virus puede transmitirse a través del contacto directo entre animales, productos de origen animal contaminados y fomites como ropa, vehículos y equipos agrícolas.

Brotes en Alemania: el epicentro de la preocupación

Alemania ha sido el foco de atención tras la detección de fiebre aftosa en varias explotaciones ganaderas. Los brotes han generado restricciones comerciales inmediatas, afectando la exportación de productos de origen animal tanto dentro como fuera de la UE.

La aparición de esta enfermedad en un país con una infraestructura ganadera tan robusta plantea interrogantes sobre la eficacia de las medidas de bioseguridad existentes. Las investigaciones preliminares apuntan a una posible introducción del virus a través de productos animales importados de regiones con fiebre aftosa endémica.

 

MAPA. Bovino, boca al cabo de 8-10 días casi cicatrizada.

MAPA. Bovino, rodete en boca con lesión de 4-5 días capa fibrina

MAPA. Bovino, ubre al cabo de 1 día

MAPA. Bovino, ubre después de 2-3 días

Repercusiones para el comercio internacional

Las restricciones a las exportaciones de productos de origen animal desde Alemania han tenido un impacto inmediato en el comercio. España, uno de los principales receptores de carne y productos lácteos alemanes, ha limitado la entrada de estos bienes como medida preventiva. Esto refleja la importancia de mantener un comercio seguro y libre de enfermedades, pero también pone de manifiesto la vulnerabilidad de los sistemas agroalimentarios globalizados ante brotes sanitarios.

Reforzando la prevención en España

Ante la situación en Alemania, el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación de España ha emitido recomendaciones para fortalecer las medidas de bioseguridad en explotaciones ganaderas y fronteras. Estas medidas incluyen:

La respuesta de la Unión Europea

La UE, a través de la Dirección General de Salud y Seguridad Alimentaria (DG SANTE), ha activado protocolos de emergencia para contener el brote. Entre las acciones implementadas destacan la creación de zonas de protección y vigilancia alrededor de los focos y la coordinación entre estados miembros para compartir información epidemiológica en tiempo real.

Además, se han intensificado las inspecciones en los puntos de entrada a la UE, como puertos y aeropuertos, para prevenir la introducción de productos contaminados desde terceros países. Estas acciones buscan no solo detener el avance de la enfermedad, sino también proteger la reputación de la ganadería europea como referente en sanidad animal.

Vacunación: una herramienta clave pero controvertida

La vacunación contra la fiebre aftosa es una de las estrategias más efectivas para controlar y prevenir brotes, pero su aplicación no está exenta de controversias. En la UE, la vacunación preventiva está generalmente prohibida, ya que puede interferir con la detección del virus en pruebas diagnósticas. Sin embargo, en situaciones de emergencia, las autoridades pueden autorizarla para contener la propagación de la enfermedad.

Los expertos subrayan que, mientras se desarrolla una solución más avanzada, como vacunas diferenciables o diagnósticos más precisos, la bioseguridad y la vigilancia son las herramientas más eficaces para evitar la introducción y diseminación del virus.

Implicaciones económicas y sociales

Un brote de fiebre aftosa puede tener consecuencias devastadoras para los ganaderos. Las restricciones de movimiento y las cuarentenas implican pérdidas económicas significativas, especialmente para los pequeños productores. Además, el sacrificio masivo de animales infectados, aunque necesario para contener la enfermedad, genera tensión social y afecta el bienestar de las comunidades rurales.

A nivel macroeconómico, la reducción en las exportaciones y el incremento de los costos de producción pueden impactar negativamente en la competitividad del sector ganadero europeo. Esto subraya la importancia de invertir en medidas preventivas y en una respuesta coordinada para minimizar el impacto de futuros brotes.

El papel de la investigación

La ciencia juega un papel fundamental en la lucha contra la fiebre aftosa. Los investigadores trabajan para desarrollar vacunas más efectivas y diagnósticos que permitan diferenciar entre animales infectados y vacunados. Además, los estudios sobre la biología del virus y su comportamiento en diferentes especies ayudan a anticipar posibles escenarios y a mejorar las estrategias de control.

En este contexto, la colaboración entre instituciones científicas, gobiernos y la industria ganadera es clave para avanzar hacia soluciones sostenibles y eficaces.

Conclusiones

La fiebre aftosa sigue siendo una de las mayores amenazas para la ganadería mundial, y los recientes brotes en Alemania han puesto de manifiesto la necesidad de reforzar la bioseguridad y la vigilancia epidemiológica en Europa. Aunque el riesgo inmediato para España parece estar controlado gracias a las medidas preventivas, es crucial mantener la alerta y garantizar una respuesta rápida ante cualquier eventualidad.

En última instancia, la lucha contra la fiebre aftosa requiere un esfuerzo conjunto de todos los actores involucrados: desde los ganaderos hasta las autoridades sanitarias y la comunidad científica. Solo a través de la colaboración y la innovación será posible proteger la salud animal y salvaguardar el futuro de la ganadería en Europa.

 

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