El INTA ha desarrollado una báscula que permite el pesaje del ganado y obtener diferente información desde cualquier lugar en donde se encuentre el ganadero.
Se trata de innovaciones dentro del marco de la ganadería de precisión, que van a posibilitar la mejora de la eficiencia productiva (monitorización, controles, trazabilidad en tiempo real), de una manera continua y automatizada.
Esta báscula inteligente es uno de los aportes más recientes realizado en el Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria.
El desarrollo de esta tecnología surgió a partir de un convenio con la Universidad de Australia, de dónde el INTA Anguil (La Pampa) obtuvo el equipo a demanda y necesidad de los ganaderos argentinos.
Con esta báscula, el ganadero podrá saber, en tiempo real, qué está ocurriendo con cada uno de sus animales (peso, estado de preñez, posible parto).
La báscula funciona de la siguiente manera: se instala un «corral» alrededor de un bebedero a través del cual se estimula a los animales para que se aproximen y, al estar cercado, deben pasar por una plataforma donde se localiza la báscula.
Entonces, no solo se produce el pesaje del animal, sino que una antena identifica el microchip de cada una de las vacas (crotales auriculares) y comienza a almacenar datos en un PC a tiempo real. Con conexión a internet, estos datos se envían automáticamente a un servidos o al ganadero directamente.
“Lo interesante de esta tecnología es poder saber casi en tiempo real qué es lo que ocurre con cada uno de los animales, además de que el monitoreo se puede realizar, aunque el productor no esté en el campo”, comentó Ricardo Garro, coordinador del Proyecto de Ganadería de Precisión del INTA.
También añadió que “permite saber si una vaca está preñada o tuvo crías, y al mismo tiempo, si el animal pierde peso muy rápido o por tres días no toma agua, el productor puede deducir que hay algún problema que debe ser resuelto o que las pasturas alrededor no son las suficientes para poder generar las ganancias que necesita”.
La finalidad este año es que la adaptación de la báscula esté completamente madura para llegar a más ganaderos, y conseguir que alguna empresa quiera comercializarla.
Fuente: contextoganadero.com