Intensifican las protestas contra la gestión de la dermatosis y Mercosur

Ganaderos y agricultores franceses intensifican protestas contra la gestión de la dermatosis bovina y el acuerdo Mercosur

• Las protestas de ganaderos y agricultores en Francia se intensifican por la dermatosis nodular bovina y el acuerdo Mercosur

Las movilizaciones de ganaderos y agricultores en Francia han vuelto a ocupar el centro de la actualidad en las últimas semanas, con bloqueos de carreteras, concentraciones con tractores y acciones simbólicas frente a edificios oficiales. El detonante inmediato ha sido la gestión del brote de dermatosis nodular contagiosa (DNC) en el ganado bovino, a lo que se suma un malestar estructural del sector por los bajos precios, la presión normativa y el rechazo al acuerdo comercial entre la Unión Europea y Mercosur.

El sector agrario francés bloquea carreteras y presiona al Gobierno ante la gestión sanitaria de la dermatosis nodular contagiosa, el sacrificio de animales y la competencia desleal

Las protestas, lideradas principalmente por sindicatos agrarios como la FNSEA y apoyadas por otras organizaciones representativas del campo francés, se han producido en un contexto especialmente sensible: la cercanía de las fiestas navideñas y la creciente preocupación por la sanidad animal en zonas próximas a la frontera con España.

Tractores, cortes de tráfico y protestas frente a símbolos del poder

En distintos puntos del país, especialmente en el suroeste y en áreas estratégicas de comunicación, los agricultores han bloqueado autopistas y carreteras nacionales como medida de presión. Las acciones han incluido la interrupción del tráfico en vías clave para el transporte de mercancías y el acceso a núcleos urbanos, generando importantes retenciones y obligando a las autoridades a activar dispositivos especiales de seguridad.

Uno de los episodios más llamativos fue la protesta llevada a cabo por agricultores del principal sindicato agrario francés frente a la residencia del presidente Emmanuel Macron, un gesto que simboliza el creciente distanciamiento entre el Ejecutivo y el sector primario. Los manifestantes denuncian sentirse “abandonados” ante una gestión sanitaria que, a su juicio, no ha tenido suficientemente en cuenta el impacto económico y emocional de las medidas aplicadas en las explotaciones ganaderas.

La dermatosis nodular contagiosa, epicentro del conflicto

El foco central de las protestas es la dermatosis nodular contagiosa, una enfermedad vírica del ganado bovino que se transmite principalmente a través de insectos vectores y que puede provocar importantes pérdidas productivas. Francia ha confirmado más de un centenar de focos, lo que ha llevado a las autoridades a aplicar medidas estrictas de control sanitario, entre ellas el sacrificio obligatorio de animales afectados o sospechosos, la vacunación masiva y severas restricciones a los movimientos de ganado.

Para muchos ganaderos, estas medidas han resultado desproporcionadas. Denuncian que el sacrificio sistemático de animales, incluso en explotaciones donde los casos eran limitados, ha supuesto un golpe económico difícil de asumir, especialmente en un contexto de costes de producción elevados y márgenes ajustados.

Desde el punto de vista veterinario, la DNC es una enfermedad de declaración obligatoria y su erradicación requiere actuaciones rápidas y contundentes. Sin embargo, el sector reclama una gestión “más equilibrada”, con mayores compensaciones económicas, una mejor comunicación con los productores y una estrategia sanitaria que combine control epidemiológico con sostenibilidad económica de las explotaciones.

Vacunación, zonas restringidas y tensión en el campo

El Gobierno francés ha defendido su actuación subrayando que la prioridad es evitar la expansión de la enfermedad y proteger el estatus sanitario del país. Las autoridades han ampliado las campañas de vacunación obligatoria, han establecido zonas reguladas con vigilancia epidemiológica reforzada y han limitado el movimiento de animales y productos ganaderos en los departamentos afectados.

No obstante, estas medidas han incrementado la sensación de asfixia entre los productores. Muchos ganaderos señalan que las restricciones a la movilidad del ganado afectan directamente a la comercialización, al abastecimiento de mataderos y a la planificación reproductiva de las explotaciones, generando un efecto dominó que va más allá de los focos confirmados.

La preocupación se extiende también al ámbito internacional. Aunque España no se ha visto afectada por la enfermedad, la proximidad de algunos focos a la frontera ha llevado a reforzar los controles y a seguir con atención la evolución epidemiológica en Francia.

El acuerdo Mercosur reaviva un malestar de fondo

A la crisis sanitaria se suma el rechazo del sector agrario francés al acuerdo comercial entre la Unión Europea y Mercosur. Los agricultores consideran que este tratado abriría la puerta a importaciones de productos agroganaderos procedentes de países con estándares sanitarios, medioambientales y de bienestar animal diferentes a los europeos, lo que podría agravar la pérdida de competitividad del campo francés.

Para muchos manifestantes, la coincidencia temporal entre la crisis de la dermatosis nodular y el debate sobre Mercosur no es casual. Denuncian una contradicción entre la exigencia de normas cada vez más estrictas dentro de la UE y la apertura del mercado a productos que no están sujetos a los mismos requisitos.

Este sentimiento ha servido de catalizador para unir reivindicaciones sanitarias, económicas y políticas en un mismo movimiento de protesta, ampliando su base social y su impacto mediático.

La respuesta del Gobierno: control sanitario y llamamientos a la calma

Desde el Ejecutivo francés se insiste en que la situación sanitaria está “bajo control” y que las medidas adoptadas responden a protocolos europeos e internacionales de lucha contra enfermedades animales. El Ministerio de Agricultura ha subrayado que la vacunación es una herramienta clave para frenar la expansión de la DNC y proteger al conjunto de la cabaña bovina.

Asimismo, el Gobierno ha hecho llamamientos a la calma y al diálogo, especialmente en vísperas de Navidad, y ha reiterado su compromiso de compensar económicamente a los ganaderos afectados por los sacrificios obligatorios. Sin embargo, los sindicatos consideran que estas compensaciones no cubren el impacto real de las pérdidas, ni a corto ni a medio plazo.

Un conflicto con dimensión europea

Las protestas en Francia se inscriben en un contexto más amplio de malestar del sector agrario europeo. En los últimos años, agricultores y ganaderos de varios países han protagonizado movilizaciones para denunciar el aumento de los costes de producción, la presión regulatoria, la volatilidad de los mercados y la competencia internacional.

La crisis de la dermatosis nodular en Francia añade una dimensión sanitaria a este escenario, reforzando la idea de que la sanidad animal, la sostenibilidad económica y la política comercial están estrechamente interconectadas.

Desde el sector veterinario se subraya la necesidad de abordar estas crisis con una visión integral, que combine rigor científico, diálogo con los productores y políticas públicas que garanticen tanto la seguridad sanitaria como la viabilidad de las explotaciones.

Mirando al futuro: entre la vigilancia y el diálogo

A corto plazo, todo indica que las movilizaciones podrían mantenerse si no se producen avances significativos en las negociaciones entre el Gobierno y las organizaciones agrarias. La evolución epidemiológica de la dermatosis nodular contagiosa será determinante, tanto para la relajación de las restricciones como para la percepción social de las medidas adoptadas.

En un momento clave para el sector ganadero europeo, el caso francés pone de relieve la importancia de la comunicación, la transparencia y la corresponsabilidad entre administraciones, veterinarios y productores. La gestión de las crisis sanitarias no solo se juega en los laboratorios y los protocolos, sino también en el terreno social y económico del campo.