Un nuevo estudio en terneras lecheras de raza Holstein ha revelado que la diarrea neonatal, una de las principales causas de mortalidad en las primeras semanas de vida, provoca alteraciones en el microbioma intestinal que varían significativamente en función de la edad del animal.
La investigación se llevó a cabo en una granja comercial de vacuno lechero en Mongolia Interior (China), con 60 terneras distribuidas en tres grupos de edad (1, 21 y 30 días) y clasificadas según la presencia o ausencia de diarrea.
- En los primeros días de vida (día 1), la diarrea se asoció a un desequilibrio entre los filos Bacillota y Pseudomonadota, con una red microbiana poco estructurada.
- A los 21 días, el género Kurthia destacó como biomarcador potencial, tanto por su abundancia como por su papel central en las interacciones microbianas.
- A los 30 días, la disbiosis fue más compleja, afectando múltiples filos y rutas metabólicas relacionadas con el metabolismo de carbohidratos y vitaminas.
Curiosamente, la edad de las terneras explicó más variabilidad en la composición microbiana que la propia presencia de diarrea, lo que sugiere que la maduración del microbioma es clave para entender la respuesta a esta patología.
| Este estudio aporta una base sólida para avanzar hacia intervenciones específicas, como probióticos personalizados según la edad o estrategias de manejo dirigidas a reforzar la salud intestinal en fases críticas del desarrollo.
También subraya la importancia de seguir investigando el microbioma como herramienta clave para reducir el uso de antibióticos y mejorar el rendimiento de las futuras vacas lecheras. |
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