En Nueva Zelanda hay 28 millones de ovejas y el 80% de sus emisiones de metano provienen del ganado vacuno y ovino.
La organización Beef & Lamb New Zealand y el PGGRC (Consorcio Pastoral de Investigación de Gases de Efecto Invernadero) anunciaron en Noviembre que comenzarían a implementar un programa genético basado en las mediciones de «valores de cría», que identifican las características para mejorar los rebaños.
Para ello miden el metano con una cámaras de acumulación adaptables al remolcador de un camión que se desplaza a las granjas. Las ovejas están 50 minutos dentro de estas cámaras aisladas durante dos sesiones que se realizan en un período de 14 días para determinar la cantidad de metano que emite cada una de ellas (sobretodo cuando eructan).
La investigación se inició diez años atrás, con la finalidad de medir qué ovejas emitían más gases y seleccionar las que emitían menos.
Mark Aspin, director general de PGGRC comentó:«Hemos trabajado en esta investigación desde el 2008. Las mediciones han sido probadas durante unos seis años y ajustadas para medir los genotipos de los ejemplares reproductores»
Por lo tanto, los resultados permiten a los criadores seleccionar los carneros que tienen menor nivel de emisiones y reproducirlos.
Varios países han mostrado interés en el programa, como Irlanda, Noruega o Australia.
REDUCCIÓN DE EMISIONES DE METANO EN LOS RUMIANTES
Reducir las emisiones de metano de los rumiantes es un objetivo que se lleva persiguiendo muchos años.
Una investigación de la Unité des Recherche sur les Herbivores del Instituto Nacional de Investigación Agronómica de Francia y dirigido por el investigador argentino Diego Morgavi, demostró que es posible reducir un 30% de media la producción de metano añadiendo aceites vegetales con niveles altos de ácidos grasos poliinstaruados en la dieta de las vacas lecheras.
El equipo de Morgavi demostró también que aportar un 6% de lípidos de las semillas de lino reduce las emisiones de metano entre un 27 y un 37%.
Respecto al ganado ovino y caprino, este grupo logró manipular los microorganismos residentes en el rumen y reducir las emisiones de metano de los mismos.
Es importante saber que el metano supone entre el 3 y el 5% de las emisiones de las gases invernadero y su potencial de calentamiento es 23 veces superior al del dióxido de carbono. Sin embargo hay más de 220 veces más CO2 que de CH4 en la atmósfera, por lo que su contribución es menor.
Un oveja produce 8 kg de CH4 al año, una vaca en producción de carne entre 60 y 70 kg de CH4 y una vaca lechera produce sobre 120 kg al año.
La emisión de cada oveja al año es equivalente a conducir un turismo 1.000 km.
Por otro lado, investigadores de la Universidad Politécnica de Valencia dentro del proyecto Low Carbon Feed (coordinado por La Unió de Llaunrador i Ramaders) han buscado una salida a subproductos agrícolas como la paja de arroz o los restos de poda de cítricos, aportándolos a la dieta de los animales y reduciendo las emisiones de metano generadas entre un 8 y un 22%.
El resultado del trabajo se publicó en la revista Animal Feed Science and Technology y se basa en el diseño de piensos suplementados con estos subproductos que reducen las emisiones en los animales, y evitan la quema de estos restos hortofrutícolas, fuente de gases invernadero.
Fuente: lavozdegalicia,lavozdegalicia, oie.es