El sector lácteo murciano ha experimentado un crecimiento espectacular, especialmente gracias al impulso de la industria quesera y el fin de la cuota láctea.
Según la Consejería de Agua, Agricultura y Ganadería (CARM), en la Región de Murcia, donde hay un censo de8.406 vacas, 124.564 cabras y 1.419 ovejas, durante el año 2017, se llegó a una producción total de leche de 112.279.000 L, duplicando la del año 2006 (46.240.000 L) cuando comenzó la crisis.
Un aspecto que ha impulsado el sector lácteo murciano es la deslocalización, ya que las industrias han pasado de comprar en las zonas de grandes volúmenes de producción a optar por aquellas zonas en las que su recogida y transporte resulta más económica.
Este fenómeno, añadido a que las explotaciones murcianas se encuentran próximas a zonas turísticas, han ayudado enormemente al crecimiento del sector.
El sector caprino es especialmente floreciente en esta Región, gracias a la fuerte presencia de la industria del queso, cuyo consumo está cada vez más recomendada por su alto valor nutricional.
La exportación de productos lácteos murcianos también ha contribuido a su expansión, habiéndose comercializado en el año 2017 8.958.730 Kg leche, postres lácteos, quesos y yogures.
La eliminación de la cuota láctea, que restringía enormemente la producción de leche por debajo de los niveles de consumo nacional, ha permitido que España haya podido cubrir su demanda con la producción nacional.
No obstante, sigue habiendo competencia con otros países que han aumentado su producción, lo cual ha supuesto una caída de los precios, actualmente situados en torno a los 33 céntimos, muy alejados del promedio comunitario de 36 céntimos.
La importación de quesos desde países como Holanda, Dinamarca y Alemania se ha convertido en otra amenaza para los mercados españoles, ya que los excedentes de leche que antes se utilizaban para la producción de leche en polvo, ahora se están usando para la producción de quesos baratos.
Fuente: laverdad