La producción de leche de bovino en 2014 en México fue de 11,108.4 millones de litros, con un valor de 62,000 millones de pesos.
En 2018, México se posicionó en el octavo puesto a nivel mundial, con una producción de 12.008 millones de litros.
A pesar de estos datos, la producción interna en México sólo contribuye a satisfacer el 80% del consumo propio. Además, la industria láctea nacional capta el 70% de la producción nacional para generar productos de mayor valor, como leche ultra pasteurizada, queso, yogurt, crema y mantequilla.
Debido a esto, México ocupa el primer lugar en el mundo en importaciones de leche en polvo (un 9% del total).
No es un caso único ya que otros países como Brasil o Venezuela compensan mediante importaciones más del 90% de déficit comercial de lácteos. Este aumento de las importaciones es una tendencia marcada en América Latina. En cambio, otros países como Argentina y Uruguay tienen el mayor superávit del continente.
El 31% del PIB del país durante el año 2018 lo aportó la ganadería.
México es uno de los países con menor productividad de leche por vaca del mundo, sólo superando a Brasil y a la India.
La cabaña mexicana se distribuye de la siguiente manera (2007):
Total unidades productivas de ganado bovino: 1,1 millones.
- Destinado a carne: 58%.
- Destinado a leche y recría: 34%, y dentro de esta categoría,
- Leche: 40%.
- Carne: 32%
- Carne y leche: 28%.
- Destinado a sementales: 8%.
En México la producción de leche de vaca es muy heterogénea desde el punto de vista tecnológico, agroecológico y socioeconómico, incluyendo una gran variedad de climas y tradiciones y costumbres culturales.
El 78% de la producción se concentra en 10 estados, siendo la Comarca Lagunera (Coahuila-Durango) la cuenca lechera de mayor importancia (22%). Le siguen Jalisco (19%), Chihuahua (9%) y Guanajuato (7%).
Ahora bien, por regiones productoras tenemos que la región norte aporta el 32% de la producción nacional, seguida por la región occidente (29%), centro-oriente (23%), el trópico (11%) y el restante 5% se distribuye entre el resto de estados.
Los estados del sureste, Veracruz, Chiapas, Tabasco Campeche, Quintana Roo y Yucatán, aportaron el 11% de la producción nacional, con 1,325 millones de litros en el 2018, y su crecimiento ha sido menor al promedio nacional en lo que va de siglo.
Por su nivel de tecnificación, recursos disponibles y uso, calidad de la leche producida, nivel de la industria, escala y origen de la mano de obra empleada, en México hay tres sistemas de producción de leche: intensivo, familiar y tropical.
La población se distribuye de la siguiente manera: un 85% de las unidades corresponde al sistema familiar semiintensivo, un 12% al sistema tropical y un 3% al sistema intensivo.
Según estudios llevados a cabo en 2017, se llegó a la conclusión de que la brecha entre la producción y la demanda interna en el sector es una oportunidad para aumentar la producción y sustituir importaciones.
Para ello, es necesario fortalecer la cadena agroindustrial y mejorar los parámetros nacionales.
Se deben implementar políticas que beneficien el mercado nacional, fomentar la competitividad en el sector e impactar positivamente en la economía nacional.
YUCATÁN, ESPERANZA PARA LA ACTIVIDAD LÁCTEA
El gobernador Mauricio Vila Dosal anunció el viernes pasado la instalación para el año 2020 de un centro lechero en Yucatán, lo que ayudará a elevar el precio de la leche.
La instalación de un centro de acopio lechero en Yucatán “es un detonante importante para la lechería, es lo que hará que los productores lecheros decidan volver a ser lecheros, volver a producir leche, porque todo lo tienen, instalaciones, vacas, todo; por eso será un detonante muy importante”, consideró Esteban Abraham Macari, presidente de la Unión Ganadera Regional del Oriente de Yucatán (UGROY) y de la Asociación de Criadores de Ganado de Registro de Yucatán.
“Las vacas lecheras existen en el Estado, no se han muerto, no se han ido al rastro, están allá, nada más que la gente no está produciendo la leche porque no le es redituable, prefieren producir un becerro y otras cosas porque el pago de la leche no es redituable hoy día”, sostuvo.
“Muchísimos volverían a la producción lechera, yo estoy seguro de eso porque, mira, los productores de leche estaban acostumbrados en el sexenio pasado, por decirlo de alguna forma, a recibir un subsidio de 50 centavos, la Secretaría de Desarrollo Rural les daba ese subsidio, pero no se veían realmente reflejado en la venta de la leche, se veían en un beneficio muy pequeño”, comentó.
El dirigente de los ganaderos consideró que “al momento que el precio de la leche suba y se las paguen a 8.20 pesos volverán a hacer lechería, porque tienen las instalaciones, las máquinas y las vacas. Lo dejaron de hacer porque salía más caro hacerlo que no hacerlo”.
Aunque el proyecto de instalación del Centro está previsto que se inicie el próximo año, ya se están firmando los convenios.
En cuanto a la cantidad de productores de leche que estarían en estos planes, Abraham Macari, refiere que en la zona oriente del Estado hay entre 60 y 70 ganaderos que hoy día no están produciendo y se activarían para ser lecheros. Asimismo, en la zona sur que también tiene una cuenca lechera abandonada en Tzucacab, hay otros 60 ó 70, de modo que estarían hablando de unos 150 productores lecheros que hoy no producen y volverían a hacerlo.
“Serían entre 200 ó 220 productores que se aplicarían para producir 10,000 litros de leche, cuando hoy solo producimos 5,000, sin duda podemos llegar a los 10,000 cuando se unan los que hoy no están produciendo, y creo que hasta lo vamos a rebasar”, afirmó.
Fuente: Industria lechera en méxico: parámetros de la producción de leche y abasto del mercado interno,Jesús, Loera; José, Banda;Incrementar la productividad lechera en México, Eduardo Trejo González;www.yucatán.com.